El shihan Alejandro Valdivia en 2011 participó por primera vez en una clase extrema de Kyokushin Budokai cuando fue a la Copa del Mundo de Lorca, ciudad cercana a Murcia, España. Ahí le quedó dando vuelta la idea de efectuar esta experiencia con sus alumnos en el país.
Los cultores de esta vertiente del karate ("se pegan de verdad, no es contacto, se busca el nocaut", explicó el maestro) ayer en la Playa Chica de Cartagena iniciaron este desafío inédito en Chile. Hoy al mediodía los 30 participantes de la clase -comenzaron con 16- cumplirán un día completo con sus 24 horas entrenando, combatiendo y "desafiando el espíritu, la idea es no rendirse", como aseguró el shihan Valdivia, cartagenino de nacimiento que hoy comanda desde Santiago la práctica y enseñanza de este arte marcial.
En enero iniciaron una pretemporada que finaliza con esta prueba extrema, que para muchos es la antesala de la participación en la Copa de Europa, que comienza el 5 de mayo en Barcelona y para el Sudamericano de Porto Alegre, que parte el 18 de mayo.
Uno de los 4 "viajeros" que estaban ayer en el balneario era Nicolás Valdivia, hijo del maestro, que competirá en la categoría hasta 15 años en la justa catalana. "He entrenado harto para venir a esta clase extrema, es la primera vez que se hace en Chile y es una experiencia única. Me servirá para competir en Barcelona y pasar la primera ronda, donde siempre se quedan los chilenos", pronosticó el joven karateca.
Las únicas paradas pronosticadas fueron para comer, almorzar y cenar y además de una clase para los niños de Cartagena, que se dictó en el gimnasio Municipal.
Aparte de los entrenamientos, trabajo de sparring, los karatecas fueron sometidos a trabajo físico con trote por la playa incluido.