La chilena que se codea con las estrellas
Yenny Nun ama el espectáculo, tanto que hizo de él su trabajo: se dedicó a entrevistar a los grandes actores de Hollywood: Angelina Jolie, Richard Gere, Nicole Kidman, Antonio Banderas...
"She is a big fish in a small pond". O bien, "ella es un gran pez en un estanque pequeño". Esta es una frase que su marido repite varias veces y que cobra fuerza cada vez que Yenny Nun se abre y cuenta detalles de su vida. Una que ella misma resume como "de Los Ángeles norte (Estados Unidos), a Los Ángeles sur (Chile). De los actores de Hollywood a las vacas y de las vacas a los actores de Hollywood".
A esta mujer, corresponsal de la revista Cosas y criada en la Región del Bío Bío, nada le queda grande y ha hecho realidad cada uno de los sueños que se ha propuesto, tanto en su glamorosa carrera en Norteamérica como en su apacible vida en el campo chileno.
La pared de la fama
En su fundo en Los Ángeles, en la Octava Región, Yenny se para atrás del mostrador de quesos que tiene en la sala de ventas de su negocio, Lácteos Lanalhue. Cuenta que las fotos que adornan la pared son sólo una parte ínfima de las más de mil que debe tener. En ellas, la entrevistadora aparece con cada uno de los actores con los que ha conversado.
"Le llamo el Hollywood Con Los Quesos. Una vez alguien me propuso hacer esto, así es que hice una selección, porque esto no es nada comparado con lo que tengo", dice, mientras acomoda las fotografías que capturan la atención de los clientes.
Confiesa que, cuando niña, le gustaba el mundo del espectáculo. Como no le resultó ser actriz, se dijo a sí misma que iba a entretener a través de sus artículos, en los cuales trata que el lector sienta que realmente conoce a los actores. "Nada de farándula. Lo que el actor dice, yo lo pongo", afirma.
Pero ¿cómo llegó a codearse con la creme de la creme del espectáculo? De niña soñaba con ser actriz e interpretaba obras de teatro para su familia. Todo ese gusto se vino abajo cuando, salida de la enseñanza media, le comentó a sus padres que quería estudiar actuación. La respuesta fue un "no" rotundo, así es que intentó con el periodismo y la sicología. La respuesta fue la misma.
"La gente piensa que soy periodista, pero nunca lo estudié. Como me había ido muy bien en el bachillerato, podía entrar a la carrera que quisiera. Me fui a entrevistar en sociología… no entendí nada lo que me dijo el caballero. Al final entré a derecho. Fui una de las mejores alumnas de la escuela. En los exámenes orales, que me los tomaron personajes como Ricardo Lagos y Jaime Eyzaguirre, me iba bien. Nadie entendía que estaba contando los días para terminar esto y hacer lo que yo quería", relata Nun, quien a pesar de no tener el título de reportera, recibió un premio Apes por su destacada labor.
Luego conoció a su primer marido, a través de una amiga. Él era gringo y estudiaba en Boston. Ella también se fue a dicha ciudad a estudiar un master en Derecho Internacional en Medio Oriente y Latinoamérica. Le gustó un poco, pero seguía sintiendo que no era lo suyo, a pesar de que un artículo de su autoría se usó cuando se negoció el fin de la Guerra Fría.
Tras tres años cursando el posgrado, Yenny Nun le dio un ultimátum a su marido: "Le dije que la única parte en que podía aceptar trabajar después de graduarme era en Los Angeles, porque ahí está Hollywood, o nos íbamos de vuelta a Chile".
Estuvieron siete años juntos. Tras esto, ella se quedó en Estados Unidos y él, en Chile. Cuatro años después conoció a su actual esposo, Martin Katz, con quien tiene un hijo, el cineasta James Katz.
"Lo conocí en una disco a la cual fui con un amigo chileno. Nos casamos el "81… él es nativo de Hollywood", resume.
Close to hollywood
Su primera entrevista la tiene más que clara. Fue a Kirk Douglas, a quien entrevistó en el hotel, donde comieron huevos revueltos. Dice que tuvo suerte de primeriza, pues el actor se portó como un caballero. "Yo era tan ingenua que pensé que todo iba a ser así, que iban a ser entrevistas fáciles, pero fue la suerte de la primeriza. Fue súper simpático. Fue "one to one", no había otra gente, era exclusiva", cuenta Nun, hija de un inmigrante de Lituania, quien publicó por primera vez en la extinta revista chilena Eva, a la cual se ofreció enviar artículos gratis, pues necesitaba una credencial para acercarse a los actores.
Era la década de los "70 y Yenny, por su extrovertida personalidad, le caía en gracia a los famosos, quienes se abrían con ella y le contaban de todo.
En 1976, con la primera edición de la revista Cosas, también partirían sus entrevistas a las estrellas y un cimiento para ser parte de los "Hollywood Foreign Press Association", de los Globos de Oro.
Hoy lleva más de mil y es capaz de contar cómo es cada uno de los personajes, mientras mira la pared con fotos: "Cameron Díaz se parece tanto a la Kenita Larraín... aunque encuentro que Kenita es mejor. Es que tiene acné. Conozco a las dos, pero con Larraín no he conversado. He estado con su papá, en once, que es igual a ella pero en hombre. Ellas tienen una vida paralela. Las dos no se han casado, pero han tenido muchos pololos, tienen la misma edad, se parecen", dice.
Sigue enumerando: "Nicole Kidman y Antonio Banderas son muy simpáticos; Daniel Craig (James Bond) es esquivo… británico; Richard Gere es budista y muy simpático. Viggo Mortenssen es muy agradable, habla castellano argentino y es del San Lorenzo. Con Angelina Jolie voy a estar agradecida toda la vida por cosas que hizo por mi hijo. Es súper simpática y abierta. Dice todo, es franca. Si se va a operar, se opera, dijo que era bisexual en un tiempo, nunca oculta nada. En cambio, a Brad Pitt lo encuentro tonto y por suerte que se casó con Angelina. En dos entrevistas que le hice, me decían: "Yenny, Yenny, por qué vas tanto al baño". Yo les decía "no doy más, está hablando de la lámpara Tiffany y no sé qué cosa y arquitectura así que no vuelvo a hablar con él"", relata con gracia acompañada de su perro Bruce.
La lista suma y sigue. Barbra Streisand le dijo que eran primas lejanas. "En una entrevista me dijo: "¿Por qué no nos hacemos más amigas? Hago yoga en Santa Mónica ¿Por qué no vas?". No le creí y nunca fui. Pensé que era un nombre que había inventado. Cuando la volví a entrevistar, me dijo: "Nunca fuiste". No lo podía creer. Busqué y existía el lugar", cuenta Yenny, que gracias a su parecido con la actriz y cantante, pasaba como una gringa más, pues "ellos tenían otro concepto de latino, más moreno y yo no lo era", explica.
Si bien le han tocado actores pesados, como Jason Patrick, y divos, como Jennifer Lopez, Nun ha tenido la oportunidad de tener una cercanía especial con otros, como Penélope Cruz. "No es simpática con la prensa, pero conmigo sí. La diferencia es que con los periodistas ella no se abre y no cuenta nada, pero conmigo sí, porque le caigo bien. Me tiene confianza, sabe que yo no voy a contar cosas. Cuando estaba embarazada, fui una de las pocas que la vio con guata", revela la también amiga de la madre de Leonardo DiCaprio.
Sobre las entrevistas que le han gustado más, está la que le realizó a Alfred Hitchcock, pues le dio una clase de cómo hacer buen cine de suspenso. Y, al contrario, le carga la actitud de Robert de Niro, que responde con monosílabos. "Sólo habló cuando dirigió una película y necesitaba promoción", revela.
También ha sido testigo de cómo las estrellas usan a los entrevistadores como siquiatras, contándoles sus problemas: "Jim Carey es súper neurótico, pero lo más simpático que hay. Cuenta todo. Su tratamiento, su terapia, en lo que va". Asimismo, otros se han quebrado, como Kevin Costner: "Se puso a llorar, porque justo se había separado. No lo podíamos parar. Pidió perdón y seguía llorando. Otra que me impactó fue Charlize Theron que nos contó que, en defensa propia, su mamá mató a su papá. Me acuerdo que cuando lo estaba contando, todo su cuello se empezó a poner con manchas rojas del estrés, fue tremendo", rememora.
Yenny Nun podría estar todo el día contando sobre los actores y su vida en los festivales de cine del mundo. Cuenta que planea hacer un libro con todo lo que ha vivido, pues, como dice la cinta "El gran pez", "un hombre cuenta sus historias tantas veces que se vuelven sus historias. Lo sobreviven y, de esa forma, se vuelve inmortal".
