Siempre se dice que el exceso de kilos es muy perjudicial para la salud y que incluso puede provocar la muerte. De ahí que prácticamente todos los gobiernos del mundo implementen medidas para reducir las tasas de sobrepeso y obesidad, e incentivar el ejercicio y la vida sana.
Y como las recomendaciones médicas van en esa misma línea, inevitablemente una postura contraria en esa área llamará la atención. Es lo que ocurre con el cardiólogo estadounidense Carl Lavie, quien acaba de publicar un libro que plantea que tener unos kilos extra en realidad es positivo para el organismo.
En "La paradoja de la obesidad: Cuando delgado significa enfermo y pesado significa saludable" ("The obesity paradox: When thinner means sicker and heavier means healthier"), Lavie sostiene que quienes son gordos pero están en forma metabólicamente hablando, son más sanos y viven más que las personas delgadas que se ven saludables pero quizás ocultan problemas de salud.
"Mantenerse en forma es bueno y mantener un metabolismo saludable también, y si tienes que elegir entre estar en forma y ser delgado, al parecer es mucho más importante mantener tu condición física que una cintura esbelta", lanza el médico.
De esta manera, según el cardiólogo, estar en forma protege más que tener bajo peso, lo que en el caso de las mujeres se traduce en que unos kilos de más en caderas y muslos son en realidad beneficiosos y pueden llevar a una vida más larga.
"La gordura ha sido demonizada por nuestra sociedad y nuestra investigación demuestra que la gordura no siempre es el diablo (…) Tú puedes ser pesado e increíblemente saludable. Estar en forma es mucho más importante que la gordura", declaró a Fairfax Media.
Si bien el cardiólogo no negó que el exceso de grasa puede llevar a padecer enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, aseguró que existe una enorme evidencia que demuestra que las personas con sobrepeso u obesidad moderada son capaces de enfrentarlas mejor que los delgados que padecen los mismos males.
Lavie señaló que aunque no está del todo claro cómo funciona esta paradoja, existe la teoría de que quizás las personas gordas no habrían desarrollado las enfermedades crónicas si es que no hubieran subido de peso, en tanto que los delgados estarían genéticamente predispuestos a enfermar y tienen un peor pronóstico.
Así, a juicio del médico estadounidense la clave está en mantenerse en forma, eligiendo bien los alimentos y realizando una actividad física razonable. "No estoy promoviendo la obesidad, pero las personas que han perdido la batalla contra el peso, si al menos pueden ponerse en forma, entonces podrán tener un mejor pronóstico y una buena salud en general", afirmó.