Claudia Peña, educadora, sostenedora y directora de la escuela de párvulos Sagrado Corazón de Jesús, de la parte alta del cerro de Bellavista, aclaró ayer que en los ocho años de funcionamiento de su establecimiento educacional jamás han ocurrido casos de connotación sexual.
La aclaración la efectuó a raíz de la publicación de una nota en este diario donde se informaba que un furioso apoderado la había amenazado de muerte porque en una primera instancia el padre creyó erróneamente que su hija había sufrido tocaciones de carácter sexual al interior del recinto educacional ubicado en el sector Brasil.
'En nuestra escuela de párvulos nunca ha habido abuso sexual ni ningún acto deshonesto, pues trabajamos solamente con menores desde 3 años y medio hasta los 5 años y 9 meses. Usted entenderá que a esa edad los niños no realizan este tipo de acciones', dijo Claudia Peña, quien llegó a Diario El Líder acompañada por un grupo de mamás y apoderadas, que se sintieron profundamente molestos y afectados con la publicación de la nota, pues señalan que 'se hizo un grave daño a la comunidad educativa de la escuela de párvulos'.
La educadora manifestó que el propio padre que protagonizó el escándalo concurrió el martes a la escuela para ofrecer sus disculpas y para reconocer que había cometido un error, porque 'en realidad se dio cuenta que su hija nunca sufrió tocaciones ni otro tipo de acciones al interior de nuestra escuela. De todas formas se repudia el acto cometido por el apoderado' , aseguró Claudia Peña. 'Este fue un hecho absolutamente aislado porque en los años que llevamos entregando educación a la comunidad del barrio Brasil nunca habíamos tenido un problema así', insistió.
'Reprobamos lo que se dijo en cuanto a los supuestos abusos sexuales, porque nunca han ocurrido. Queremos que se limpie el nombre de nuestra escuela y de nuestros niños, porque obviamente sentimos que se dañó la imagen de la escuela', dijeron las apoderadas que acompañaron a Claudia Peña, quien finalizó diciendo que 'lamentablemente ya hay niños que están siendo apuntados con el dedo por esta situación que ocurrió en nuestra escuela de párvulos'. J