Por estos días, el padre Heliodoro Latasa Donázar está afinando los últimos detalles de su viaje a España, pero este no será un viaje cualquiera, ya que esta vez será sin retorno.

Este querido religioso está a punto de cumplir 83 años por eso decidió dar un paso a un costado y regresar a su país natal.

'Hay que saber retirarse a tiempo y además estoy a punto de cumplir 83 años, lo que indica que lo que tenía que hacer ya lo he hecho', comentó el sacerdote.

Este domingo, cuando el reloj marque las 12 horas, el padre Heliodoro oficiará su última misa en la Parroquia Santa Luisa de Marillac en Barrancas, donde estuvo por 14 años.

Este lunes, Latasa viajará al país europeo para reencontrarse con sus hermanas, con las cuales estará un par de meses, antes de ingresar a una comunidad religiosa, donde pasará sus últimos días.

'Aún no sé si estaré en Zaragoza o Pamplona, aunque me gustaría que fuera esta última'. Y añadió 'allí hay una residencia de escolapios donde llegan todos quienes se han ido retirando y que vienen de otros lados como Venezuela, Chile o Japón. Yo viví 30 años allá así que esa ciudad la conozco muy bien'.

El sacerdote reconoce que su partida no será fácil, sobre todo porque es una 'ruptura de vida muy fuerte'.

'Da pena ya que esto es una ruptura de vida muy fuerte. Pasar de la actividad permanente, de la cercanía con la gente...pero finalmente decides apartarte del camino', reconoce.

Asimismo asegura que lo que más extrañará de San Antonio será la cercanía de la gente y ese 'microclima' de humanidad de existe en la comuna.

'La población de San Antonio tiene características muy especiales. Es artista, es un poco despreocupada y sabe trampear las circunstancias lo mejor posible. Esta es una comunidad muy agradable', señaló.

'San Antonio ha cambiado mucho. En la economía y en la cultura deben avanzar mucho y en cuanto a la religión, deberían volver a sus raíces', explicó.

'Hay un abandono muy generalizado de la juventud. La juventud aparece sólo hasta la Confirmación y después desaparece. Los jóvenes pierden mucho abandonando los verdaderos valores, quizás después vuelvan. Si supieran lo que pierden, no lo harían. Puede apartarse de la iglesia en su estructura, ya que ésta tiene que cambiar evidentemente, pero si abandonan a Jesús o el Evangelio pierden mucho. Varios dicen yo creo en Cristo, pero no en la iglesia, pero la iglesia es Cristo', agregó.

Latasa asegura que en su maleta llevará dos recuerdos muy bonitos, sobre todo porque fueron muy dolorosos en su gestación.

'Me llevaré los recuerdos de tantas personas que he conocido, tantas familias que he visitado, momentos de acogida y de misericordia, esos momentos se recuerdan con mucha intensidad', explicó.

Añadió que 'el hospital será un lugar que recordaré mucho ya que fueron 14 años visitándolo, al igual que a mis amigos los curaditos de la plaza, ya que cada vez que paso por ahí me saludan. Ellos son muy buena gente'. J