Muchos deducían que el funeral del trabajador portuario José Raúl Farías Álvarez, conocido como el 'Chichón', sería masivo. Sin duda esto se cumplió a cabalidad.

En la parroquia Santa Luisa de Marillac de Barrancas no cabía nadie más. Todos llegaron para despedir al trabajador de San Antonio Terminal Internacional que falleció la madrugada del miércoles pasado luego de que una espía (soga) de una nave lo golpeara tras cortarse en el sitio 3.

Las muestras de cariño y de profundo pesar eran incontables. Los padres de José, Raúl y Alicia, junto a la viuda del 'Chichón', Marcela, eran quienes más palabras de afecto recibieron durante toda la dolorosa jornada. Estaban inconsolables y con razón.

Tras la eucaristía, el cuerpo del José Raúl fue llevado hasta el cerro Placilla, donde sus vecinos lo despidieron entre aplausos. Luego de ello se vivió un emotivo momento cuando los restos del fallecido supervisor de Muellaje del Maipo fue llevado hasta el ingreso al puerto, donde trabajó gran parte de sus 36 años de vida.

En ese lugar sus compañeros de faenas lo homenajearon con globos blancos y aplausos.

Dirigentes portuarios se hicieron presentes y manifestaron su pesar por el deceso de José Farías.

Tanto el Frente de Trabajadores Portuarios como la Federación de Trabajadores Portuarios Costanera Espigón entregaron sus condolencias a los familiares y manifestaron que esperan que se investiguen a fondo todos los detalles del accidente que se produjo en medio de una alerta de marejadas.

En el funeral la tristeza inundaba y los trabajadores portuarios despidieron a José Raúl entre lágrimas y con un 'adiós jefe Pepe', como también le decían en el turno.

En el cementerio Parque del Sendero de Llolleo se alcanzaron a reunir cerca de mil personas.

'Lo recordaremos con toda su alegría', expresó una prima del 'Chichón'.

Antes de finalizar el funeral, el gerente general de STI, Alberto Bórquez, pidió la palabra y lo hizo para ofrecer disculpas a la familia del malogrado trabajador portuario y para reconocerlo como uno de los mejores empleados que tenía la concesionaria.

'Como gerente general pido humildemente a la familia perdón por no haber sido capaz de devolver a Raúl (José Raúl Farías) a su casa de la forma en que salió. Siento una profunda responsabilidad, no tengo pudor en reconocerlo (...) la labor es que los trabajadores vuelvan sanos y salvos a sus casas. Estas son heridas que nos quedan en el alma', expresó ante la familia y asistentes al sepelio.

Además Alberto Bórquez expresó que 'esto es terriblemente difícil para nosotros, era un gran hombre y un gran trabajador (...). Es una tragedia enorme para la familia, para nuestro puerto'. J