Gemima Núñez Erazo (50) revisa unas fotografías antiguas suyas donde se le ve de pie. Las mira un rato y las deja sobre la mesa.
Ahora las cosas se ven distintas desde una silla de rueda en la que está confinada tras sufrir en 2010 un grave accidente en el edificio de la Municipalidad de San Antonio.
Gemima siempre sufrió de problemas a su cadera. Entre los 7 y 9 años la habían operado veces. Los dolores eran constantes en su vida y sólo una seria intervención quirúrgica le permitió tener un pasar 'más o menos' normal.
Todo eso hasta ese fatídico instante en que se dirigía al Departamento de Inspección para solicitar un permiso para trabajar.
La fuerte caída le originó una fractura en su cadera derecha y serios daños en la prótesis que con el tiempo se han ido agudizando sin que hasta el momento -asegura- tenga una solución que le permita acceder, al menos, a una mejor calidad de vida.
Este hecho la ha llevado a ver deteriorada su situación económica al punto que sólo sobrevive con una pensión de invalidez de $82 mil. Ese dinero le debe alcanzar para ella, sus medicamentos, su hija y su nieta.
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-Sí, he tocado muchas puertas. He ido a varios lugares y Ud. me ve como estoy hasta ahora. Yo nunca pensé que esto me podría pasar. Yo tenía mis cosas, incluso una camioneta con la que quería trabajar, pero desde ese día del accidente ya nunca fue igual. Debía vender para conseguir recursos y ahora todo lo que tengo es gracias a personas que me han ayudado.
-Bueno, a veces cuando uno siente que no hay ayuda. Hace poco me reuní con el alcalde Omar Vera y espero que me ayuden, aunque sea con una caja de mercadería. Antes ya había conversado con él y se comprometió a gestionar algo. Ojalá se concrete.
Gemima señala que nunca ha recibido un apoyo del municipio que le solucione de una vez por todas su problema.
'No hay mucha ayuda, Imagínese, ha pasado el tiempo y mi situación se ha ido deteriorando. Al principio me podía poner de pie, hacer algunas cosas y movilizarme, pero después los dolores aumentaron considerablemente y me quedé en silla de ruedas. Todo pasa por una nueva operación para reparar el daño y eso, según lo que me informó el médico Julio Botello, quien me atiende en Santiago, tiene un costo de al menos 8 millones de pesos por la vía particular, ya que el Servicio Nacional de la Discapacidad no hace este tipo de operaciones'.
-Lamentablemente tendría que buscar los recursos como sea. Esperaría una ayuda de la municipalidad, pero es difícil que logre completar esa cifra. Entonces estoy dispuesta a salir casa por casa, tocar puerta por puerta para pedir una ayuda.
-Si 3 mil sanantoninos me dan mil pesos, ya serían $3 millones. Si 5 mil me dan mil pesos, serían $5 millones. Creo que se podría lograr.
Gemima Núñez tiene fe. Pese a estar en silla de ruedas cree que con esfuerzo logrará salir adelante.
'No descansaré hasta encontrar una solución. Aún tengo esperanzas', dijo. J