Millonarias pérdidas por gran incendio en histórica panadería
Sócrates Orellana
Más de 200 millones de pesos en pérdidas calcula Cristián Arévalo, el dueño de la Panadería La Española de Barrancas, luego de un voraz incendio que la noche de ayer destruyó gran parte de la que se mantiene como una de las panificadoras más antiguas de San Antonio.
A las 3.45 de la madrugada se encontraban seis panaderos trabajando en el local de la calle Antofagasta, cuando un desperfecto eléctrico hizo que se encendiera en llamas uno de los hornos de la panadería.
Alertado por la situación uno de ellos llamó al dueño, que permanecía en su domicilio de El Tabo. La orden del jefe fue clara, desalojar el lugar y llamar a los bomberos inmediatamente, pues la integridad de los trabajadores era lo esencial.
'Teníamos tres hornos muy modernos que costaban cerca de 40 millones cada uno, además de la infraestructura y las maquinarias que se destruyeron completamente', detalla Cristián Arévalo.
'De acuerdo a lo que nos informaron los panaderos, el origen del fuego se debió a un problema eléctrico ya que primero saltaron los automáticos y después se encendió uno de los hornos propagándose las llamas muy rápidamente', comentó José Miguel Morales, administrador del local.
Esta panadería cuenta con cuarenta trabajadores que permanecerán en sus labores, ya que la empresa cuenta con otros dos locales dentro de la zona que aumentarán su producción para surtir a la sucursal de Barrancas.
'Esta panadería trabaja las 24 horas del día y en esos momentos estaban en plenas faenas seis panaderos y un repartidor que no pudieron reaccionar con extintores ni nada, porque las llamas se propagaron muy rápido hacia el techo', agregó el administrador.
Pese a la dramática situación por la que está pasando este empresario, ya que sólo cuenta con un seguro que cubre la propiedad pero no la costosa inversión que tenía en los hornos, se mostró agradecido de la inmediata reacción de los voluntarios de bomberos.
'Fue muy oportuna y efectiva la llegada de las compañías, porque podíamos haber afectado a los vecinos, pero afortunadamente esto no pasó a mayores y sólo hubo pérdidas materiales. Cuando yo llegué todo estaba controlado', comenta Arévalo.
Y con una positiva actitud de fortaleza y de ponerse de pie ante la adversidad, Arévalo y sus trabajadores se plantearon una meta de diez a quince días para reconstruir la Panadería La Española y retomar el mismo ritmo de trabajo que tenían hasta ayer (24-7).
'Esta es una empresa grande con entre 40 a 50 trabajadores, entonces no podemos parar la producción, ni por nuestros clientes, ni por los trabajadores. Tenemos que seguir funcionando y de aquí a unos diez a quince días volvemos a funcionar como antes', indicó el administrador.
El panorama durante la mañana de ayer era dramático, la destrucción que dejaron las llamas fueron devastadoras, pero sus trabajadores y dueños se mostraron positivos. 'Vamos a seguir trayendo pan a nuestros clientes y todos sus pedidos desde las panaderías que tenemos en la costa (El Tabo y El Quisco). El personal de acá está siendo trasladado a las otras panaderías y una vez que esté reparada esta, volverán a sus puestos de trabajo originales', enfatizó Arévalo. J
