El drama y las penurias de una madre que no puede cumplir el sueño de la casa propia
sócrates orellana
Jeanette Castro (28) lleva cuatro años esperando concretar el sueño de la casa propia.
Tras el terremoto de 2010, su familia salió favorecida con un subsidio de reconstrucción, pero hasta ahora continúa viviendo en su humilde mediagua, junto a su marido y el menor de sus cuatro hijos, en el campamento Mirando el Mar, ubicado a un costado del cerro La Virgen.
Esto debido a que en marzo pasado, las obras de construcción de la nueva villa 'Mirador Altos de Bellavista', donde viviría Jeanette, fueron detenidas.
Desafortunadamente el estado de ánimo de esta joven madre y de las 149 familias que esperan sus viviendas no es de los mejores, principalmente porque desde marzo pasado la construcción de sus casas está paralizada, ya que la empresa constructora Viet Ingeniería SPA, a cargo de los trabajos, no tenía financiamiento para continuar con las faenas.
'Llevamos cuatro años esperando por nuestras casas, por eso casi me morí cuando supe que habían paralizado las obras, sobre todo porque a las casas les falta muy poco para estar terminadas', reconoció Jeanette.
'Además todos estábamos muy ilusionados porque mis tres hijos mayores iban a regresar a la casa y por fin íbamos a estar todos juntos, pero ahora todo quedó en nada', contó la joven.
Tras el terremoto y debido a las precarias condiciones en que vivía Jeanette, sus tres hijos mayores de 12, 11 y 7 años, se fueron a vivir a Santiago con su abuela, hasta la entrega de la casa.
'Ellos no querían estar acá...para una mamá es muy fuerte escuchar a sus hijos decir que les da vergüenza vivir así o que les da vergüenza tener que hacer sus necesidades en un hoyo o que si se quieren bañar tienen que hacerlo a vista y paciencia de todo el mundo porque no tienen baño como el resto de sus compañeros de curso', contó Jeanette, tratando de contener la pena.
'Por eso decidí mandarlos con mi mamá, pero cuando vienen los fines de semana, la tragedia vuelve a mi casa porque a veces no tengo ni para darles de comer y tienen que pasar todo el día con una tasa de té y un pan', reconoció la joven, quien agregó que 'cuando ellos llegan tenemos que dormir los seis en una cama porque no tenemos más espacio y además se entra el frío y el viento por todos lados'.
Para poder optar a una vivienda, Jeanette tuvo que reunir 250 mil pesos, los cuales fueron depositados en una libreta de ahorros.
Para ella reunir este dinero significó de mucho sacrificio, principalmente porque quedó sin trabajo, luego de ser despedida de los Planes de Generación de Empleos (PGE) y su marido apenas gana el sueldo mínimo.
'Tuvimos que hacer malabares para reunir ese dinero, pero valía la pena si era para nuestra casa, pero al final llevamos cuatro años esperando y todavía estamos viviendo en precarias condiciones', señaló la joven.
'Mi marido está muy mal porque está cansado de seguir viviendo así...no es digno para nadie. Después del terremoto mi mediagua se inclinó varios metros y si llega a ocurrir un remezón fuerte, capaz que hasta se venga abajo', reconoció Jeanette.
Todas las tardes, Jeanette junto a su marido y su hijito de tres años, visitan las obras de la construcción 'Mirador Altos Bellavista' para observar su casa, la que ya estaría asignada.
'Mi casa es la A-9 y todas las tardes la vengo a ver con mi marido y mi hijo', dijo Jeanette, mientras la pena la embarga.
'Miro mi casa...y me da tanta pena porque tenía tantos planes cuando me la entregaran, pero ha pasado tanto tiempo, que varias veces he perdido las esperanzas de que esto suceda. Me da pena ver que está casi lista, pero que no la puedo ocupar porque la empresa se gastó la plata. Esta gente jamás pensó el daño que hacían paralizando las obras', dijo la joven.
'Yo estoy muy preocupada porque a fin de año nosotros tenemos que irnos de ese terreno porque hay una orden de desalojo y si nuestras casas no están listas van a llegar las máquinas y van a destruir todo, tal como pasó con la gente del campamento Nuevo Amanecer donde los dejaron en la calle', contó la joven.
Jeanette está preocupada porque las casas han sido víctimas de varios hechos vandálicos, entre ellos la quebrazón de algunos vidrios.
'Ojalá que no pase lo que ha sucedido en otras partes, donde al final las casas quedan abandonadas y después los ladrones de siempre se roban todo', señaló Jeanette.
Ayer, en la gobernación provincial, se reunieron las representantes de los comités de las familias afectadas, de la empresa constructora y del Serviu regional para buscar una solución para estas 150 familias de San Antonio y Cartagena, de las cuales 114 resultaron afectadas por el terremoto, 30 provienen de campamentos, cuatro son del programa Chile Crece Contigo y dos de extrema vulnerabilidad.
Nelson Basaes, jefe regional del Serviu, explicó que 'en esta reunión, la empresa ha manifestado que se ha quedado sin recursos y eso obviamente nos preocupa porque esto pone en riesgo el término de la obra. Sin embargo, hay que aclarar que el Serviu ha puesto y ha dispuesto todos los recursos que los avance de obras han ido evidenciando, por lo tanto, acá no hay falta de recursos', señaló Basaes.
Agregó que 'el Serviu ha concurrido con todos los estados de pago en virtud a los estados de avance que la empresa ha ido presentado. Por parte del Serviu, no hay recursos faltantes en esta obra'.
Asimismo indicó que el escenario más negativo, especialmente para estas 150 familias que necesitan con urgencia sus viviendas, es que la constructora renuncie a esta obra y nos pida liquidar este proyecto.
'No obstante, aquí existen las herramientas jurídicas administrativas para agilizar los procesos y en el caso de que así ocurra, las familias, en el marco de su facultad, ya que son ellos quienes contratan los servicios de la empresa constructora, puedan convocar a una empresa distinta a la que hoy está desarrollando el proyecto', dijo Basaes.
Cabe destacar que en caso de esto ocurra, el proceso de entrega de las viviendas sociales se dilataría aún más, ya que habría que buscar a una nueva empresa que se haga cargo de las obras.
Tras la reunión, se acordó que la constructora Viet Ingeniería SPA debe reingresar al Serviu los antecedentes que respalden la asignación directa que ellos están solicitando.
'La empresa aún no ha entregado algunos antecedentes técnicos. El plazo para que la empresa los pueda volver a ingresar es el próximo 6 de agosto. Esperamos que ese plazo se cumpla ya que a partir de esto nosotros, como dirección regional, podemos agilizar los procesos internos para que esa solicitud de asignación directa ocurra más rápidamente de lo habitual para que podamos obtener los recursos para que las familias prontamente tengan su solución definitiva', aclaró el jefe regional del Serviu.
Por sus parte, Juan Pablo Martínez, gerente general de Constructora Viet, se comprometió a entregar los documentos requeridos para que el Serviu pueda agilizar el procedimiento.
Tras la reunión, los ánimos no eran de los mejores, sobre todo, de las representantes de los comités, quienes manifestaron su preocupación e inquietudes.
'La verdad es que me voy tal como llegue...espero que la empresa y el Serviu trabajen en conjunto para que la solución salga lo antes posible y así se beneficie a todos los vecinos que están esperando sus casas', señaló Carol Fuentes, presidenta del Comité Nueva Esperanza de Cartagena.
Añadió que 'esperamos que las fechas establecidas se concreten, aunque eso no depende de nosotros'.
El próximo lunes 11 de julio, los representantes de los comités junto a la diputada María José Hoffmann, quien solicitó la cita, se reunirán con la ministra de Vivienda, María Paulina Saball. J