Jorge Américo Spedaletti: Uno delos insignes goleadores del fútbol nacional vive hoy en El Tabo
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Jorge Américo Spedaletti, aquel goleador argentino que atravesó la cordillera el '69 para triunfar ampliamente en Chile, vive, desde hace un tiempo, junto a su mujer Mónica Pérez, con quien está casado hace 46 años, en la apacible comuna de El Tabo. Nos recibió en su cálido hogar. Y no podía ser de otra manera: el mate fue testigo y un partícipe más de este encuentro.
De entrada nos aclara que su nombre es Américo Jorge Spedaletti, y que el conocido -y desaparecido- locutor Sergio Silva encontró que para los relatos sonaba mejor 'Jorge Américo', de tal manera que le invirtió los nombres, y así quedó no más.
El ex ariete de la Universidad de Chile no solamente fue goleador y estrella, sino que un verdadero campeón, ya que, además de ceñirse el último trofeo con la 'U' del glorioso ballet azul, también fue campeón con Unión Española y Everton. Equipo que lo contrataba aseguraba el título, por entonces. 'Me trajeron para reemplazar a Carlos Campos, de quien tengo la mejor impresión. Y a pesar que yo sería su sustituto, él generosamente por un buen tiempo me pasaba a buscar por las mañanas en su auto al hotel en que me hospedaba'.
Conversar con Spedaletti es para estar días enteros haciendo recuerdos de la época de los '70 y principio de los 80. Pero no sólo con él, ya que su mujer, Mónica, sabe tanto de fútbol como su marido, y opina quizá más que éste. Tiene una memoria privilegiada; si hasta recuerda formaciones, puestos y jugadores, y dirigentes.
Los Spedaletti Pérez arribaron a Chile siendo muy jóvenes: él con 19 años, y ella con 16 abriles. Cargaban a un pequeño hijo de apenas meses de edad. Eran épocas difíciles políticamente en nuestro país. Un Chile que vivía sus últimos días de la llamada 'Revolución en Libertad', para pasar bruscamente a la 'Revolución de la Empanada y el Vino Tinto'. Y por esas cosas de la vida, el ex crack de la 'U', Alberto Quintano -conocido como el Mariscal- les arrendó su casa de Tomás Moro, la que quedaba frente a la residencia del Presidente Salvador Allende. El futbolista comenzó rápidamente a ser famoso por sus lujosos goles y características fintas, y, por ende, no pasó desapercibido para su linajudo vecino, quien en muchas oportunidades atravesó a darles la mano y saludarlos. De paso acariciaba el bebé. Pero la historia no termina aquí. Lo mismo hizo el carismático y revolucionario Fidel Castro en su larga y cuestionada estadía en Chile. 'Eran muy amables y atentos con nosotros. Personas muy sencillas', recuerda el matrimonio trasandino. 'Yo era muy joven, y él (Allende) me decía nena'.
Lo que nunca se hubiesen imaginado los Spedaletti Pérez es lo que vendría al poco tiempo, debido al golpe de Estado. La casa de Allende fue bombardeada por la Fuerza Aérea, y saqueada posteriormente. 'Pasó carabineros por mi casa y me dio orden de abandonarla ya que sería bombardeado el sector, a lo cual me opuse tenazmente. Ya muchos vecinos habían arrancados despavoridos. Tal vez porque yo era conocido carabineros no me obligó a irme, y me parapeté en mi hogar, colocando colchones en las ventanas. Parecía que la casa de desmoronaba por las explosiones. Afortunadamente no nos pasó nada. Fueron momentos trágicos y muy difíciles de olvidar', recuerda este rosarino, hombre de pausado hablar, quien dice no vibrar con la política, mayormente, aunque si lo apuran su corazón está más a la izquierda. '¡Qué el que esté lo haga bien!', es su lema, y agrega: 'Bachelet lo ha hecho bien, mejor que la señora que está en Argentina, y mejor que la de Brasil'.
Este rosarino, que debutó a los 17 años en el fútbol profesional de su país, en Gimnasia y Esgrima de la Plata, para desde ahí llegar a U de Chile, se caracterizó por la calidad de sus goles. 'El gol más hermoso de todos lo hice ante Green Cross de Temuco: me pasé a seis jugadores antes de hacer el gol'. También en los anales de balompié nacional está un gol que le hizo a Colo Colo, jugando por Everton, en que se la puso con maestría y displicencia al primer palo del arquero albo, lo que le significó que todo el estadio le gritara a coro: 'se pasó, se pasó, se pasó'.
Pero a pesar que campeonó consecutivamente con los mejores equipos del momento su mayor tristeza en el fútbol fue el no haber clasificado con la selección chilena al Mundial de Argentina 78. En efecto, y debido a su condición goleadora, y al haberse nacionalizado chileno, fue llamado a integrar el equipo que participó en las eliminatorias. 'Empatamos acá en el Nacional con Perú, y el partido de vuelta en Lima lo perdimos por dos goles a cero, lo que significó decir adiós al Mundial'.
Para este 'ché' nacionalizado, el mejor Mundial de la historia que le ha tocado ver ha sido el de México 70, con Pelé en su mejor momento. Mónica, su mujer, interviene para decir: 'El del '78, fue arreglado por la dictadura para que fuese campeón Argentina, y el otro (México 86) se ganó gracias a Maradona, el más grande de todos'.
Los Spedaletti Pérez sufrieron hace un par de semanas por no haber, Argentina, podido levantar su tercera estrella. Sin embargo para 'El flaco' -como le dicen hasta el día de hoy- Alemania fue un justo campeón, y lo resume en una sola frase: 'Fue el mejor durante todo el campeonato'. Con respecto a Argentina comenta que la lesión de Di María la perjudicó, pero a la hora del análisis es categórico: 'Empezó mal, mejoró, pero no me gustó. Me defraudó Messi'. ¿Y Chile? 'Bien Chile. Si hubiese estado bien Vidal hubiese sido otro Chile'. De su doblemente coterráneo, el entrenador de la Roja, comenta: 'Sampaoli podría sacarle provecho a Argentina'.
Faltarían páginas si se tratase de llenar de recuerdos y anécdotas la trayectoria futbolística de este ex jugador. Decenas de decenas guarda. Como por ejemplo, cada vez que le tocaba enfrentar al temido y rudo zaguero centro, el colocolino Leonel Herrera -ampliamente conocido como 'zapatitos con sangre'- éste último se acercaba a Spedaletti y le decía antes de comenzar el encuentro: 'Hoy te toca flaco'. No contento con esto, una vez que finalizaba el encuentro, y después de haberle dado duro al goleador, se despedía diciéndole: 'La sacaste barata, flaco'.
Del compañero de zaga de Herrera, Rafael González tiene la mejor opinión: 'Él sí que es un jugador noble, un caballero. Herrera no es un amigo, sólo un conocido'.
En Unión Española estuvo a punto de alcanzar el cielo: Perdieron la final de la Libertadores, otro recuerdo, pero amargo. Llegó a la tienda hispana cuando ésta interrumpía novedosamente en el llamado 'fútbol empresa', haciendo un equipo 'de miedo', el que encabezaría el entrenador del momento, Luis Santibáñez. Salió campeón con la Unión (1974), y el empresario y concesionario del Casino de Viña del Mar, Antonio Martínez, lo llama para integrar otra millonaria planilla de estrellas: el seleccionado Mario Galindo, el arquero Leopoldo Vallejos, Mario Salinas, 'El negro' Ahumada, entre otros. Así Everton pasaba a ser el segundo 'equipo empresa', y, de paso obtenía un campeonato (1975), y la tercera estrella para Jorge Américo Spedaletti. Equipo que lo contrataba salía campeón.
Pudo haber sido jugador albo, ya que Luis Alberto Simián, presidente de Colo Colo, lo llamó: 'Yo soy una persona de palabra, y creo en ella. Ya se la había dado a Everton', dice, y de paso habla de lo buen y correcto dirigente que fue Antonio Martinez. 'Por entonces los contratos los firmábamos en blanco, eran otros tiempos, se confiaba en la palabra. Además el dinero no lo era todo'.
Spedaletti integró el ballet azul en sus postrimerías, con el cual ganó el último título (1969), antes de la sequía de 24 años que afectó al equipo universitario laico, del cual con nostalgia recuerda a 'El negro' Hodge, Pedro Araya, Alberto Quintano: '¡Eran bárbaros, sentencia!'.
El otrora goleador a pesar de haber estado en otros clubes, no esconde su corazón es azul. Américo Jorge Spedaletti está en los anales de la Universidad de Chile, y es invitado siempre a las cenas de camaradería que cada cierto tiempo organiza el equipo que hoy administra Azul Azul, y en el que, por coincidencia, por estos días lo integra otro goleador, curiosamente, de similares características a Spedaletti, tanto físicas, como técnicas, y goleadora. Se trata de Gustavo Canales. J
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