Expertos cuentan cómo se combate el consumo de drogas en los colegios de San Antonio
lsa
En San Antonio no existen datos ni estadísticas oficiales sobre el consumo de drogas en los colegios. Pero los expertos sí tienen una visión clara sobre la evolución y el positivo cambio que ha tenido esta problemática en los establecimientos educacionales de la zona.
El subcomisario Claudio Veisaga, jefe de la Brigada Antinarcóticos (Briant) de la PDI de San Antonio, y la capitán Evelyn Bravo, jefa del OS-7 de Carabineros, concuerdan en que la droga más usada por los escolares de San Antonio es la marihuana, aunque en niveles que están muy lejos de ser alarmantes.
'Los procedimientos que se han realizado en colegios son muy pocos, no más de dos durante este año', asegura el subcomisario Veisaga. 'Generalmente el consumo se da en los alrededores de los establecimientos educacionales. Por eso hemos aumentado los patrullajes con personal de civil en los horarios de salida. Así evitamos el consumo y también un posible microtráfico', aporta la capitán Bravo.
La opinión de los jefes policiales contrasta radicalmente con el último estudio nacional de drogas en la población escolar, dado a conocer por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda). Según este análisis, a nivel nacional se registró un importante aumento de 11 puntos porcentuales en el consumo de marihuana entre 2011 y 2013.
El año 2011 el 19,5% de los escolares encuestados reconoció haber consumido marihuana al menos una vez en ese año. En la medición de 2013, la cifra aumentó a 30,6%, lo que a juicio de las autoridades de Senda y del Ministerio de Educación resulta 'riesgoso y dañino'.
María Loreto González lleva 10 años como encargada del programa Senda Previene en la comuna de San Antonio. 'Desde el 2005 que estamos trabajando junto a la Briant de la PDI y el OS-7 de Carabineros en la prevención del consumo de drogas en los colegios. Y creemos que los resultados han sido positivos', evalúa González.
El jefe de la sección especializada de la PDI argumenta que los buenos resultados se basan en el giro que le dieron a las charlas preventivas en los últimos años y a la especial atención que han puesto las policías en las escuelas.
'Hace tres años tuvimos un colegio donde detectamos que había alumnos que iban con armas blancas y otros que consumían marihuana. Entonces decidimos intervenir con charlas y visitas diarias al establecimiento, lo que puso fin a todos los problemas', recuerda Veisaga, sin precisar el nombre del establecimiento.
'Las capacitaciones, talleres y las charlas cambiaron su orientación en los últimos años. Antes trabajábamos sólo con los alumnos, pero ahora hemos involucrado a todos los actores, como directores, inspectores, profesores y apoderados, porque entendemos que el consumo de drogas en una problemática que afecta a toda la comunidad educativa', explica el jefe de la Briant de la PDI.
'Ya no sólo se les dice a los escolares que la droga es mala. Ahora se explican los efectos legales y físicos que pueden tener si con sorprendidos consumiendo o vendiendo droga en los colegios. Existe un desconocimiento sobre el tema y ellos toman más conciencia al saber las consecuencias', dice Veisaga, quien dicta un promedio de 12 charlas mensuales en los colegios de la provincia.
Y agrega: 'por ejemplo, pasarle un pito de marihuana a otro menor puede ser considerado microtráfico y vender un pito en el colegio tiene una pena más alta que hacerlo fuera de él. Y está comprobado que el consumo prolongado de marihuana o cualquier otra droga produce dependencia, porque están hechas e intervenidas genéticamente, como en el caso de la marihuana (que se cultiva dentro de la casa), para generar adicción'.
-Hemos visto que algunos tienen una planta en su casa sin que la madre sepa que se trata de marihuana. Incluso hemos detectado casos en que la madre hasta riega la planta porque la encuentra un arbusto bonito. Y otros compran donde tradicionalmente se vende: en poblaciones donde todo el mundo sabe cuáles son las familias que venden.
-Sí son detenidas, pero el negocio se transforma en un círculo vicioso. Cuando detenemos al padre o la madre, después continúan vendiendo sus hijos. Y si detenemos a los hijos, luego sigue otro familiar.
-Puede tener beneficios, pero los efectos de la dependencia sobre todo en jóvenes pueden ser mucho más nocivos.
Veisaga señala que 'afortunadamente aquí no tenemos problemas de drogas como la bencina y neoprén en la población escolar, como ocurre en otros puntos del país'.
Algo que sí ha llamado la atención de la PDI es la aparición de casos de consumo de antidepresivos, como el clonazepan, por parte de algunos menores. 'Muchas veces los jóvenes obtienen estos medicamentos de sus propias casas. Por eso estamos llamando a los padres a que boten este tipo de antidepresivos cuando los dejen de utilizar', advierte Veisaga.
La capitán del OS-7 Evelyn Bravo resalta que uno de los aspectos que más remarca en las charlas con los apoderados es que 'se fijen muy bien con quién se están juntando sus hijos. Usualmente los primeros contactos que tienen con las drogas son porque un amigo más grande o un familiar mayor les dio para que probaran'.
Veisaga señala que por la realidad socioeconómica de la provincia, las drogas más duras, como cocaína, éxtasis o LSD, prácticamente no se ven en los colegios. Algo parecido sucede con la pasta base o cocaína base, cuyo consumo se da en otros círculos, que están plenamente identificados por las policías.
'Hoy a los padres les decimos que no sólo se fijen en si sus hijos tienen los ojos rojos para comprobar si están consumiendo alguna droga ilícita. También es importante que, mientras ellos no estén en la casa, puedan revisar los bolsillos de sus pantalones para ver si andan con algún elemento usado para consumir drogas, como por ejemplo, una antena de televisión, que puede utilizarse como pipa'.
Los 10 años de experiencia de María Loreto González en la prevención la ha llevado a concluir que las drogas lícitas, como el alcohol y el cigarrillo, tienen mayor impacto en la población escolar que las drogas ilegales. 'El consumo de alcohol y cigarrillos es una preocupación permanente porque los estudiantes tienen mayor acceso a estas drogas legales. Por eso en las campañas preventivas también hacemos hincapié en los negativos efectos que tienen para la salud estas dos sustancias'.
Claudio Veisaga asegura que el problema está en los excesos. 'Claramente si alguien se toma una cerveza o una copa de vino esporádicamente, no va a tener inconvenientes, pero si el consumo se vuelve periódico y en grandes cantidades claramente va a tener un efecto sobre el organismo'.
Actualmente existe una coordinación entre los distintos estamentos gubernamentales para que los casos de consumo de drogas en los escolares puedan ser pesquisados y abordados de una manera integral, incluyendo un tratamiento médico.
'A nivel de la ciudadanía en general y también en las direcciones de los colegios hemos visto un gran compromiso para denunciar situaciones de microtráfico y consumo de drogas. Y eso ha sido fundamental para disminuir el consumo', asevera el jefe de la Briant.
María Loreto González cuenta que existe un trabajo especial para detectar precozmente situaciones de consumo en los colegios. 'En esos casos realizamos un trabajo de intervención con nuestros profesionales con el fin de fortalecer los factores protectores, como la autoestima y el desarrollo de actividades sociales y deportivas', explica.
En casos más complicados los menores pueden ser derivados a un centro de salud especializado, donde sicólogos, siquiatras y otros profesionales se preocupan de frenar el consumo y evitar problemas a futuro.
'La experiencia nos indica que mientras antes y más integral sea la prevención en los colegios, los resultados son mucho mejores. Por eso hemos incorporado a toda la comunidad educativa de los colegios en nuestros programas y talleres', añade González. J
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