Los cambios que se requieren realizar para no seguir llorando en la fatídica 'curva maldita'
sergio riveros
Un día después del trágico accidente que costó la vida de dos trabajadores el pasado jueves en la denominada 'curva de la muerte' ubicado en el kilómetro 101 de la Ruta de la Fruta en Santo Domingo, los vecinos del sector no desaprovechan la oportunidad y acudieron al lugar de los hechos para recoger los cientos de limones que se esparcieron por el asfalto, y que eran parte de la carga .
Una situación que podría pasar como anecdótica pero que refleja claramente la cotidianidad en la que se han convertido los accidentes para los vecinos del sector de La Hornilla.
Fue el 11 de octubre de 1985 cuando la Villa La Hornilla fue entregada a los residentes que 29 años después de aquel histórico acontecimiento ya suman en su bitácora un buen número de accidentes, muertes, casos colectivo y la desazón de muchas familias que perdieron en esa curva maldita, sueños y proyecciones que se derrumbaron en cosa de segundos.
La comunidad de Villa La Hornilla ha crecido de forma considerable en estas casi tres décadas desde que fue inaugurada y representa en estos momentos el cincuenta por ciento de la población total de la comuna de Santo Domingo.
'Hay una cantidad importante de niños y gente de la tercera edad que circula permanentemente por el lugar, por lo que es un sector donde hay que tener un nivel de seguridad muy importante, algo que no está ocurriendo en estos momentos', comenta el concejal Germán Mayo.
Por eso, la alta preocupación que ronda entre los vecinos: son justamente los pequeños los que podrían sufrir algún accidente al verse más expuestos al salir a divertirse a la calle y eso es lo que a todo costa quieren evitar.
'La mal famosa 'Curva de la muerte' ha sido un problema para los vecinos, ya que siempre está latente el peligro de que le pueda pasar alguien que vive por acá. Las autoridades se han demorado bastante tiempo en dar alguna solución, pero hasta el momento nunca se ha hecho algo concreto', comenta Jacqueline, vecina que reside desde que se cortó la cinta en la Villa La Hornilla.
El concejal Germán Mayo agrega que 'muchos de los pequeños y personas de la tercera edad se movilizan en los buses que pone a disposición la municipalidad, por lo que llega a chocar un camión con algún bus de los que vienen llenos de chicos, y la tragedia sería gigante. Por eso que es un tema que tiene que tomarse muy serio, porque no queremos lamentar una tragedia que tengamos que recordar por años'.
Ponerse a enumerar la cantidad de accidentes que han ocurrido en aquella fatídica curva sería redundar en lo mismo.
Los hechos ya están, y las estadísticas seguramente irán en aumento. Por eso que para evitar que las cifras en rojo se sigan disparando es que el core Mauricio Araneda en conjunto con el concejal Germán Mayo buscarán una vía alternativa para que los camiones eviten tener que pasar por la curva que se emplaza en el kilómetro 101 de la Ruta 66.
'La propuesta que realizaremos en el concejo municipal es el de habilitar una vía alternativa para que los camiones que van hacia San Antonio doblen en calle Las Higueras, para empalmar con el camino de Casas de la Boca, y así evitar que tengan que meterse a la denominada 'curva maldita', explica Germán Mayo.
Y si bien el core Mauricio Araneda afirma que 'tampoco queremos interceder en el flujo que se da producto de la actividad del puerto sanantonino', comenta de forma enfática que 'los camiones de gran tamaño no deberían pasar por el sector de la 'curva maldita', por lo que es muy importante que la municipalidad logre suspender temporalmente el tránsito de vehículos pesados'.
El exgobernador Araneda comenta a modo de ejemplo que 'la municipalidad de Melipilla logró esto, y los vehículos se tuvieron que dar la vuelta por la ruta y así no entrar a la ciudad, ya que los camiones también provocaban congestión en la ciudad'.
Para el militante UDI, el tema no es extraño, ya que hace algunos años sintió en carne propia el sufrimiento por un accidente que lamentablemente sería fatal.
'El transporte donde trasladaban a nuestra asesora del hogar chocó fuertemente con un camión y en el accidente falleció la señora que trabajaba con nosotros, algo que nos caló muy hondo. De hecho ahora que pasó este accidente el jueves, a mí y al viudo de nuestra querida nana se nos apretó la guata, y nos acordamos de inmediato de aquel accidente', dice Araneda.
Por eso se espera que mañana lunes, en un concejo municipal extraordinario, se exponga esta propuesta que de ser aceptada tendrá que realizar de forma temporal algunos cambios como la instalación de señaléticas que indiquen claramente cuál será la nueva ruta que podrían tener los camiones que viajan desde el sur hasta el puerto de San Antonio.
Lo que más molesta a los vecinos de la Villa La Hornilla es que no es solamente el tema de los accidentes el que los tiene preocupados, sino que también la poca protección que tienen ellos como peatones.
'Después de varios años por fin están construyendo una pasarela que será muy útil en el tema de cruzar la calle, sobre todo para nuestros hijos, que muchas veces llegan y salen corriendo con tal de jugar', comenta Juanita Fuentes, otra de las vecinas del sector.
Jacqueline Cornejo pone otro tema sobre la mesa, que va en dirección a los choferes que manejan los camiones y vehículos pesados que han provocado los últimos accidentes.
'Hay mucha responsabilidad en el tema de los choferes, muchos de ellos muy jóvenes aún para este tipo de trabajo y no toman las precauciones del caso. Un conductor con más experiencia sabe que en ese tipo de curvas la maniobra es complicada y la realizan con precaución', comenta Jacqueline.
Lo que no quieren que se repita los vecinos de La Hornilla es lo que le sucedió a Fernanda Martínez, que hace 17 años tuvo que vivir un episodio que jamás pudo olvidar.
'Estábamos en el funeral de mi abuelita, la madre de mi papá, cuando íbamos en el cortejo fúnebre y delante nuestro un accidente trágico terminó con la vida de dos funcionarios municipales que trabajaban en ese tiempo en las primeras camionetas de seguridad ciudadana que existían en Santo Domingo. Fue una experiencia que no se olvida, y que da claras señales que es un tema que lleva muchos años sin poder ser resulto', afirma Fernanda.
Para Juanita Fuentes 'al final quedamos a la suerte de los camiones. El jueves yo pasé dos minutos antes por la Ruta de la Fruta, y cuando llego a la casa me doy cuenta todo el caos que había pasado. Por eso que queremos más seguridad, para no tener que vivir con esta incertidumbre'. J
