Doctor llama a la calma por la fragata portuguesa
Sócrates orellana
Un llamado a la calma hizo la Sociedad Chilena de Dermatología, a través del médico Juan Pedro Lonza, quien durante más de 20 años ha investigado el efecto de las toxinas de especies marinas en el ser humano.
El dermatólogo explicó que la presencia de la 'Medusa Azul' es recurrente en las playas chilenas y no tiene registro de muertes por el contacto con su toxina.
'En la literatura médica mundial sólo existen 3 casos de muerte por contacto con la toxina de estos especímenes y son en la costa del Atlántico, donde tienen un desarrollo y toxicidad mayor. No se ha descrito nunca un caso fatal para los accidentes ocasionados por fragatas del Pacífico debido a la gran diferencia de tamaño que hace diferente su peligrosidad y toxicidad', explicó Lonza.
'La llegada de las fragatas en esta temporada, en un número mayor que otros años, -casi todos los años aparece una que otra-, ha causado alarma pública siendo aún una cantidad muy pequeña en comparación con otras zonas del mundo, teniendo una peligrosidad mucho menor que las medusas del Atlántico', agregó el miembro de la Sociedad Chilena de Dermatología.
Respecto de qué hacer en caso de recibir una agresión de esta medusa, Lonza recomendó concurrir inmediatamente a un centro asistencial o dermatológico para su pronto tratamiento. Sin embargo, entregó algunos consejos para enfrentar primeramente una agresión de este tipo.
'Lo más seguro es que el contacto con la medusa se produzca en el agua, en ese caso la persona debe salirse inmediatamente puesto que el intenso dolor puede causar pánico, rigidez o espasmos. Ya estando cerca de la orilla, la persona afectada debe intentar removerse los restos de tentáculos que hayan quedado adheridos a la piel con la misma agua de mar, nunca agua dulce, ni alcohol, ni frotando arena porque puede aumentar la toxicidad y el dolor. Si es posible, obtener hielo (envuelto en plástico) para aliviar el dolor mientras se concurre al centro asistencial', señaló.
Según Lonza, los cuadros clínicos asociados a la picadura de la fragata están 'lejos de provocar la muerte, a no ser que la persona sea alérgica a la toxina', concluyó. J