Alexis Cid, el jugador del Cerro Alegre que ahora lucha para derrotar al cáncer
carlos rodríguez
Si tuviera el poder para hacerlo, con toda seguridad Alexis Cid Jeldrez, 27 años, jugador de la primera adulta del popular club Cerro Alegre, borraría los últimos dos años de su vida. Y es que en estos últimos 24 meses el destino lo ha golpeado con toda su fuerza. Cualquiera, en su lugar, ya se habría derrumbado, pero él sigue en pie, haciéndole frente a la vida y al destino, tal como lo hace dentro de la cancha como un férreo volante de contención.
La mala fortuna comenzó a tocar a su puerta y la de su familia en 2012, cuando un incendio arrasó con la casa de su madre, en calle Santa Isabel del cerro Alegre. 'No quedó nada. Tuvieron que reconstruirla toda de nuevo', cuenta sentado en el living de la casa de su suegra, en la calle Uno del sector El Coral, en lo más alto del cerro.
A los pocos meses, su padre, Bernardino Cid, que en realidad es su abuelo porque a su padre biológico nunca lo conoció, murió tras sufrir un accidente cerebrovascular. Tenía poco más de 60 años. 'Yo era su regalón. Andaba conmigo para todos lados. Aunque él era hincha del Pedro Aguirre, igual me iba a ver jugar por el Cerro', recuerda sobre don Bernardino, un ex jugador de fútbol profesional -jugó por Lozapenco en la Octava Región y estuvo a punto de llegar a Colo Colo- y ex panificador que trabajó los últimos 20 años en la panadería Espiga de Oro.
'Nos queríamos mucho. Hasta me regaló un auto poco antes de morir', cuenta Alexis, agradecido del hombre que lo crió y lo guió en la vida. 'Nunca me afectó no haber conocido a mi padre biológico, porque siempre tuve el cariño y el amor de mi papá Bernardino'.
Casi al mismo tiempo de la muerte de su padre, a una de sus hermanas, Leandra Cid, le diagnosticaron cáncer de mamas.
Como si todo eso fuera poco, el verano pasado vivió una de sus peores pesadillas. Tuvo que pasar 61 días en la cárcel de San Antonio porque meses antes lo habían detenido por conducir en estado de ebriedad. 'Eso fue una injusticia, porque apenas me había tomado una cerveza después de un partido. Lo pasé muy mal en la cárcel, porque las peleas y las cuchillas se ven a cada rato, pero tuve la suerte de estar con varios amigos que me cuidaron', comenta.
Hace un mes y medio llegó el golpe más duro. Después de varios exámenes, los médicos le dieron un diagnóstico que nunca hubiese querido escuchar: la 'pelota' que tiene a la altura de la garganta es un cáncer a la tiroides en grado seis, vale decir, muy avanzado.
'La endocrinóloga que me vio en Valparaíso me dijo que tenía que operarme en un máximo de tres meses, porque si la pelota se rompe, me puedo morir', confiesa Alexis, mientras Cristóbal, su único hijo de cinco años, juega inocentemente con una tablet sentado en sus piernas.
'El problema es que el cirujano del hospital de San Antonio me dijo que no se atrevía a operarme porque mi caso era muy complicado. Me dijo que fuera donde un especialista oncológico de la Fundación Arturo López Pérez', indica sobre este episodio ocurrido hace poco más de un mes.
En la fundación le dijeron que la operación para extirpar su cáncer tiene un costo cercano a los dos millones y medio de pesos. La otra opción es esperar una hora con el cirujano en el hospital Carlos van Buren de Valparaíso, en el sistema público, pero para eso pueden pasar varios meses. Y el 'Almeja', como lo conocen todos en el barrio, no puede seguir esperando. Está en una carrera contra el tiempo.
Alexis nació en Tomé y llegó al cerro Alegre a los cuatro años de la mano de sus padres, quienes se trasladaron a San Antonio en busca de un mejor futuro.
Aquí conoció el fútbol -ha militado en Pedro Aguirre Cerda y Cerro Alegre- y el amor. Lleva 10 años de relación con Francis Fuentes, quien ahora luce un embarazo de cuatro meses.
Ella, su hijo Cristóbal y su familia son el motor de su vida en estos difíciles y apremiantes momentos. El cáncer ha avanzado de manera explosiva. Sólo en el último mes y medio la esfera cancerígena que tiene en la tiroides ha crecido de 33 a 47 milímetros. 'Ni siquiera puedo tomar medicamentos, porque podría crecer aún más'.
-No me quiero morir esperando la operación en el hospital.
El gran problema es el tema económico. Alexis no tiene ahorros ni dinero disponible, menos ahora que ha debido desembolsar bastantes recursos en todos los exámenes que le han solicitado los médicos.
El viernes pasado su círculo más cercano organizó un bingo en la sede del Cerro Alegre. Sus amigos, vecinos e hinchas del club y también del Pedro Aguirre Cerda demostraron todo el cariño que le tienen. La sede se hizo chica. Más de 50 personas quedaron afuera sin poder jugar. El concurso fue un éxito. Se juntaron 640 mil pesos.
'Eso es todo lo que tengo para la operación', dice Alexis sin perder la esperanza. Próximamente su familia hará una lota para sumar más recursos y tratar de llegar pronto a los dos millones y medio de pesos.
'Lo que más me urge es el tiempo. Los mismos especialistas me han dicho que no puedo seguir esperando porque la pelota se puede romper en cualquier momento', insiste.
'Hay cosas que uno no entiende. Me dicen que me puedo morir, pero por otra parte, el otro día en la Urgencia del hospital ni siquiera me quisieron dar licencia. Llegué vomitando sangre, con un insoportable dolor de cabeza y con problemas a la visión. El doctor me dijo que todo era sicológico producto del estrés que estaba viviendo, y que por estrés no daban licencia', agrega el 'Almeja', quien se gana la vida repartiendo cecinas del local 'El rincón de la Economía' por todo el Litoral Central y con un pequeño almacén en la casa de su suegra.
'Afortunadamente mi jefe (Samuel Tapia) me ha ayudado harto. Somos como amigos. No me apura en la pega y me pasa plata adelantada cuando le pido. Estoy muy agradecido de él porque me prestó hasta el camión para el bingo del viernes pasado', reconoce.
La meta de los dos millones y medio aún está muy lejana. Por eso Alexis necesita todo el apoyo económico posible. Quienes deseen aportar lo pueden hacer en la cuenta rut de Banco Estado 21.573.587-7.
Alexis Cid es un hombre de pocas palabras. Y lo reconoce. Pareciera que no quiere inspirar lástima ni alarmar más de la cuenta a sus seres queridos.
Relata que la 'pelota' cancerígena que tiene en la tiroides nunca le dolió, pero que decidió consultar al médico porque en los últimos meses aumentó muy rápido de tamaño.
-Un dolor de guata súper fuerte, pero gracias al apoyo de mi familia y de la familia de mi mujer me siento con ganas de luchar y salir adelante.
Y en realidad Alexis está lejos de dejarse abatir. A pesar de su grave enfermedad no pierde el ánimo ni el sentido del humor. 'Mi suegra me quiere tanto que ahora me regaló hasta su casa', bromea mientras su suegra abandona la vivienda de El Coral.
Como si todo lo que le ha pasado fuera poco, un examen reveló que el lado derecho de su corazón no está funcionando como debería. Y más encima le apareció un extraño poroto en uno de sus testículos, que aún no sabe de qué se trata. Y en el último mes y medio, producto de la enfermedad, subió de 90 a 101 kilos de peso. Pese a todo, continúa defendiendo los colores del Cerro Alegre.
-No me restrinjo, porque es mi pasión. Igual no puedo jugar como antes, porque me agito más fácil, pero el talento no se pierde, jajajaja.
-Mi señora, el Cristóbal y mi hijo que viene en camino. En ellos pienso cuando a veces despierto bajoneado en la mañana, sin ganas de levantarme. A veces pienso en qué van a hacer ellos si yo no estoy. Están acostumbrados a que yo les dé de todo. Y por eso voy a seguir luchando hasta el final, hasta que me pueda operar. J
'Nunca me
'Hay cosas que
'A veces pienso