El Huaso Uribe se llevó el cariño de todo un gran puerto herido
sergio riveros
rodrigo ogalde
Era el mediodía de ayer cuando, en una repleta parroquia Santa Luisa de Marillac, el sacerdote a cargo del responso fúnebre de Raúl Uribe Díaz, el portuario fallecido el martes, terminaba de contar detalles felices de la vida del malogrado trabajador. Casi sin quererlo, el religioso pudo hacer sonreír a los apenados familiares y amigos del 'Huaso'. 'Hay una característica muy buena de Raúl: era hincha de la U', dijo el cura provocando un momento de alivio.
En la iglesia habló Alvaro, hijo del 'Huaso' Uribe, quien lo recordó como un padre que lo dio todo para que él fuera feliz junto a su madre Estrella. Al templo llegaron dirigentes, trabajadores y vecinos del fallecido hombre de 52 años. También se sumaron a este dolor el gerente general de la Empresa Portuaria San Antonio, Aldo Signorelli; la gobernadora provincial, Graciela Salazar; el presidente del club San Antonio Unido, Miguel Díaz; y representantes de la empresa San Antonio Terminal Internacional.
Todos ellos abrazaron, una vez más, la tristeza de ver cómo un trabajador pierde la vida en el cumplimiento de las faenas portuarias.
Fue el mismo puerto en que pasaba gran parte de sus días, el que ayer recibió el féretro con los restos de Raúl Uribe. Una infinita hilera de vehículos acompañó a la carroza en un recorrido por el terminal. Ahí se cruzaron los rostros de dirigentes como Sergio Vargas, Eduardo Araya, Julio Castillo y tantos otros que no escondieron su debilidad en medio de la tragedia.
En el recinto portuario los buques hicieron sonar sus bocinas, los operarios bajaron sus cascos, las grúas y camiones ensordecieron con su alarido de sirenas que esta vez cargaban desazón.
Simbólicamente el 'Huaso' cumplió un último y póstumo turno. Los aplausos se repitieron. El llanto desgarrador y silencioso de mujeres y hombres acompañó entre la inocencia de los niños que gritaban. Por instantes, este gran puerto herido pareció diminuto, asolado por las lágrimas, bañado por un mar de olas malditas.
Los trabajadores, con sus overoles manchados, salieron briosos a despedir a Uribe, el fanático de la Univerisdad de Chile, el aficionado al pool. Y lanzaron el grito de los portuarios de Chile. Así algunos no aguantaron y lloraron.
En el Parque del Sendero, el portuario José Luis Carrera, rindió un homenaje musical al 'Huaso' Uribe con su canción 'Adiós portuario amigo', que creó en abril pasado cuando, en otro accidente en el puerto, falleció el trabajador Daniel Marambio Toro, quien sólo tenía 24 años. 'Hace años que conozco al 'Huaso'. Lamentablemente tengo que dedicarle esta canción', declaró el improvisado artista.
La mañana nublada dio paso a una tarde soleada. Los ojos rojos de llanto se limpiaron y ya en la noche el puerto volvía a sus faenas, esta vez con la misión de sanar sus heridas y aprender de los errores. Así, San Antonio enfrenta su futuro. J
l Aunque ayer no estuvo presente en el funeral de Raúl Uribe, el exgerente general de STI, Alberto Bórquez Calbucura, se comunicó por teléfono con el dirigente Jorge Retamales, quien aseguró que pudo percibir que el ejecutivo está muy afectado por los acontecimientos registrados en el puerto y que razones personales le impidieron viajar a San Antonio.
l Jorge Retamales, presidente del Sindicato Sicosemen, al que pertenecía el 'Huaso' Uribe, dijo que el homenaje en el puerto que se le rindió era lo que él había solicitado a su familia y por eso la convocatoria.
