El gran atraco del '18': delincuentes robaron $10 millones desde carnicería
cámara de seguridad
Mientras la gran mayoría de los sanantoninos zapateaba en una fonda, compartía en familia o simplemente ya dormía, en Cartagena un grupo de avezados hampones se preparaba para asestar un gran golpe delictual en estas Fiestas Patrias.
Cerca de las 4 de la mañana de ayer, aprovechando la soledad de la noche, un número indeterminado de delincuentes arribó hasta Carnes Esmeralda, una céntrica carnicería ubicada en la avenida Cartagena 120, frente al Cuerpo de Bomberos de la comuna balneario.
Provistos de herramientas especializadas, los antisociales cortaron los candados de una cortina metálica que da hacia el lado de calle Esmeralda, y luego desmontaron una ventana de aluminio que conecta la carnicería con la vía pública.
Dos de los sujetos ingresaron al local comercial y se dirigieron directamente a sus dos objetivos: la caja de atención a clientes y una oficina interior donde permanecía una caja fuerte con la recaudación de todas las ventas efectuadas durante esta semana.
'En cerca de 8 minutos que estuvieron en el local se llevaron más de 10 millones de pesos, que eran el trabajo de toda esta semana', se lamentó ayer Eva Garcés, cajera y una de las personas de confianza de la dueña de esta carnicería que lleva más de un año instalada en el lugar.
Las cámaras de seguridad del local captaron los movimientos de los hampones desde que ingresan hasta que se retiran cargando las bolsas con dinero en billetes y con monedas que sacaron desde la caja de atención al público.
Según fuentes de diario El Líder, los individuos habrían utilizado una especie de ganzúa para reventar la caja fuerte y acceder al dinero que permanecía en su interior.
En las cámaras se aprecia claramente que los sujetos tenían algún conocimiento previo de la propiedad, pues apenas entraron se dirigieron directamente hacia las dependencias donde se encontraba el dinero.
Las imágenes también permiten observar que uno de los desconocidos ocultó su rostro con el gorro de su chaqueta y con una especie de cuello, que sólo dejaba al descubierto sus ojos. Su acompañante, en tanto, sólo portaba un jockey, aunque en todo momento intentaba mirar al piso, aparentemente porque sabía que sus movimientos estaban siendo grabados por las cámaras de seguridad.
'No sabemos por qué, pero la alarma del local no funcionó', informó la cajera del local. Una de las hipótesis es que el sistema habría sido desactivado por los propios hampones.
Pese a que los funcionarios de la Segunda Comisaría de Carabineros de Cartagena llegaron a los pocos minutos al sitio del suceso, luego que vecinos alertaran de la presencia de sospechosos, los antisociales huyeron rápidamente del local, sin dejar rastros de su paradero.
La policía cree que los dos delincuentes que entraron al negocio habrían abordado un automóvil que los esperaba en las inmediaciones del céntrico local. J