Carabinero héroe salvó a hombre que quería suicidarse en el puente
carlos rodriguez
Carlos Rodriguez
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Poco después de las 10 de la mañana de ayer un hombre vestido con overol azul y con una mochila en la espalda comenzó a llamar la atención de los automovilistas y los deportistas que a esa hora trotaban por el puente Lo Gallardo, que une las comunas de San Antonio y Santo Domingo.
El sujeto, en evidente estado de ebriedad, caminaba sin rumbo fijo por el puente hasta que decidió hacer una temeraria acción. Se sentó en la baranda de cemento del sector poniente, como un jinete sobre un caballo. Empezó a consumir una lata de cerveza Cristal y puso a todo volumen su celular para escuchar canciones románticas, de esas para cortarse las venas.
De pronto el hombre comenzó a inclinar su cuerpo hacia el vacío, con la clara intención de lanzarse al vacío, a unos 100 metros de la entrada norte del puente y justo en el sector donde va el cauce del río Maipo.
Alarmados, unos transeúntes avisaron rápidamente a una patrulla de Carabineros de Llolleo que en esos precisos momentos se disponía a apoyar las labores de tránsito en la esquina de la avenida Chile con Arrayán.
El cabo 2° Mauricio Rodríguez y la cabo 1° Lucila Moya, ambos de dotación de la Subcomisaría de Llolleo, partieron raudamente en busca del individuo, que a esas alturas estaba a punto de caer hacia el río.
El cabo Rodríguez corrió por la vereda del frente del puente y pasó de largo, con la intención de aparecer por detrás del sujeto. Este último advirtió su presencia y le hizo un gesto con el brazo, como queriéndole decir que se detuviera o se lanzaba al precipicio.
Pero el cabo Rodríguez no le dio tiempo de reacción y alcanzó a agarrarlo en el momento preciso para que no cayera puente abajo. La cabo Moya y otro transeúnte lo ayudaron a trasladar al individuo, identificado como F.E.Ch.F., de 43 años, hasta un lugar seguro en la entrada del puente.
'Déjenme solo. Yo no molesto a nadie, así que no me vengan a molestar a mí. No tomo drogas ni ando robando. Soy un trabajador que lo único que quiere es que lo dejen solo', les decía el hombre a los carabineros mientras era trasladado a la patrulla que estaba en calle Arrayán.
Visiblemente afectado, al llegar a la entrada del puente F.E.Ch.F. tomó su teléfono celular, miró la pantalla y lo tiró con todas sus fuerzas contra el piso. El aparato se rompió en varios pedazos y la música melancólica dejó de sonar.
'El caballero estaba con una depresión muy fuerte. Lloraba mucho. Nos dijo que estaba sufriendo porque su señora lo había abandonado y justo hoy (ayer) era el cumpleaños de uno de sus hijos', contó un policía que participó en el procedimiento.
De acuerdo a la versión que el propio afectado entregó a la policía, registra residencia en el sector alto de Llolleo y trabaja en una empresa de aseo en la comuna de San Antonio.
Los carabineros calmaron al hombre y otro furgón policial se dirigió hasta su casa para dar cuenta de lo sucedido a su familia. A los pocos minutos una cuñada llegó al puente de Llolleo para que retornara a su vivienda ya más tranquilo.
Con su acción de ayer, el cabo 2° Mauricio Rodríguez se graduó como héroe, más aún considerando que no es la primera vez que le toca salvar a una persona que atenta contra su vida.
'El año pasado viví una situación muy similar en este mismo puente. Esa vez dos militares me avisaron que había un señor que estaba a punto de lanzarse al río. Aquella vez, igual que ahora, corrí y alcancé a agarrar al hombre de la cintura justo cuando se estaba tirando del puente', recordó ayer el cabo Rodríguez.
'Afortunadamente logramos actuar rápido con la cabo Moya para salvarle la vida a este caballero que aparentemente estaba sufriendo mucho. Lo importante es que pudimos salvarlo', comentó Rodríguez. J
'Déjenme solo.
'El caballero
