Una denuncia ante Carabineros de la Subcomisaría de Llolleo estampó, la tarde del domingo, el dirigente portuario Sergio Vargas Rodríguez, luego de que, según él, un grupo de desconocidos disparara contra su casa en Llolleo alto.

Según Vargas, este hecho se registró cuando faltaban pocos minutos para las 13.00 horas y su familia se encontraba al interior de la vivienda de la población Viuda 10. Él había salido y no estaba junto a sus seres queridos.

A esa hora, de acuerdo al relato del dirigente, un estruendo remeció a todos quienes se encontraban en el hogar. El sonido lo asociaron con el que genera un disparo, pero, tras intentar conocer su origen, no pudieron dar con el supuesto balazo.

Más tarde, pasadas las 17.00 horas, se dieron cuenta de que la camioneta del hijo de Sergio Vargas, que se encontraba estacionada en dicha propiedad, presentaba un orificio provocado por el impacto de un proyectil de bala en la parte del tapabarro derecho.

Sergio Vargas aseguró que la tarde del pasado viernes recibió una llamada telefónica de un número desconocido e incógnito. Al otro lado del auricular se oía la voz de un hombre que lo habría amedrentado para que dejara de "molestar en el puerto".

"Me amenazaron de muerte y me dijeron que dejara de huevear y si no me iban a matar; esto es porque nuevamente tengo el apoyo del resto de los puertos de Chile ", dijo Vargas a Diario El Líder.

El dirigente recordó que personas ligadas a la Federación de Trabajadores Marítimo Portuarios de Costanera Espigón (Fetraportces) han amenazado a quienes se mantuvieron leales a la gestión suya en Fetrampec. "Mis enemigos nacen desde que Puerto Central les empieza a pagar", apuntó el dirigente.

Pese a todo, Vargas admitió que no tiene pruebas para determinar quiénes son los verdaderos responsables del ataque.

diálogo

La gobernadora provincial de San Antonio, Graciela Salazar, recalcó que "independiente de la persona que sea, todos los ciudadanos tienen derecho a la protección que corresponde. En este caso, hay que dejar que las policías actúen y que se hagan los procesos de investigación pertinentes. Rechazamos cualquier acto de violencia, porque cuando tenemos discrepancias se pueden resolver a través del diálogo". J

l Ayer la noticia de esta denuncia generaba todo tipo de comentarios en San Antonio y en otros puertos del país, pues tantos portuarios hay de los que le creen todo a Vargas, como otros que desconfían de lo que él hace o dice. Su figura, otrora la más vistosa en los medios de comunicación, hoy provoca opiniones dispares entre los sindicatos, algo impensado hasta hace 9 meses, cuando en pleno paro portuario, Vargas se abrazaba con su ahora acérrimo enemigo, el presidente de Fetraportces, Diego Silva, su examigo y excolaborador.

l El jefe de la Subcomisaría de Carabineros de Llolleo, capitán Iván Cruz, confirmó que Sergio Vargas realizó la denuncia la tarde del domingo respecto al supuesto ataque con arma de fuego, aunque admitió que en el lugar los policías no encontraron el proyectil o la vainilla de este. "Los carabineros verificaron que el vehículo tenía daños, aparentemente, por impacto balístico. No se descarta lo que él denuncia, como tampoco se puede afirmar otra teoría", afirmó el jefe policial.

Cruz añadió que se tomó un set fotográfico de los daños que presenta la camioneta del hijo de Vargas y que además estos antecedentes estarán en poder de la Fiscalía de San Antonio.

Así también, el capitán Iván Cruz recalcó que para determinar si el vehículo recibió un balazo se deben realizar peritajes específicos, decisión que sólo queda en manos de los fiscales del Ministerio Público.

"No encontramos la vainilla, no encontramos la bala", ratificó Cruz.