El dolor de la familia que lo perdió todo en voraz incendio
"Toda una vida trabajando para ver tu sacrificio convertido en escombros. Lo peor, es que no hay explicación que justifique cómo comenzó el incendio". Esas son las amargas y desoladas palabras que repite una y otra vez Norma Flores, una de las dueñas de la casa ubicada en calle Aconcagua 2345, que la tarde del viernes fue consumida completamente por las llamas.
Es que la familia no encuentra una razón lógica y concreta para explicar el comienzo del incendio que arrasó con su hogar y con una parte de la casa de sus vecinos.
Preliminarmente, señalan que Bomberos les habría dicho que la causa sería un corto circuito.
"Podemos pensar muchas cosas. Bomberos tiene que decir las causas, pero para nosotros es inexplicable porque estaba la luz cortada. Es inexplicable realmente, no había nada enchufado, nada en la pieza. El tema es extraño y de eso no hay duda porque el foco siempre fue en esa parte de la casa, en ese mismo lugar de la pared", contó con impotencia e incredulidad Luis Flores, hermano de Norma.
"Nosotros nunca hemos vivido una situación paranormal, jamás en la vida. No había nada raro, pero esto del incendio no tiene explicación", contó con angustia la dueña de casa.
La familia ya no sabe qué pensar. El 22 de septiembre tuvieron un primer amago de incendio, que fue controlado por Norma.
Luego, el 5 de octubre, se produjo el segundo y también fue achacado a un cortocircuito. Por eso, optaron por mantener cortada la energía de esa parte de la casa. Sin embargo, ayer el incendio se provocó en el mismo sector y en la misma pared de los dos amagos anteriores. Eso sí, esta vez con mayor voracidad y llevándose todo lo que habían conseguido tras años de esfuerzo y sacrificio.
"Aun cuando existen fenómenos de autocombustión de las personas, no hay registros ni estadísticas que expliquen que una casa pueda arder por una maldición o por actos paranormales provocados por espíritus. La auto combustión es de la persona, no de elementos materiales", explicó Gonzalo Alarcón, experto en energía y tarotista.
"No se puede negar la existencia de maldiciones, energías y espíritus, pero no provocan este tipo de incidentes. A lo más, se cargan las casas para que a sus habitantes les vaya muy mal, pero no cosas como esta", enfatizó el especialista.
En la calle
"Mi nieta reaccionó y le dijo a su otra abuelita, que los estaba cuidando, que tomaran al niño más chico y ahí se salvaron, o si no la tragedia pudo ser peor", contó con lágrimas en los ojos Norma, emocionada por la reacción de la pequeña Antonia, de diez años.
Norma y su familia realmente quedaron con lo puesto. Es impactante caminar por la que, hace tres días, era una linda casa y ahora está reducida sólo a cenizas y palos quemados.
"Me da mucha pena ver como quedó todo. El refrigerador y la cocina ahora son latas. Incluso del horno que compramos en septiembre para vender empanaditas y cositas, porque estoy sin trabajo, ya no queda nada. Sólo son latas", cuenta la mujer mientras pasea la mirada por los escombros y recuerda cómo era cada rincón de su hogar.
Ayuda
"Sin embargo, me da impotencia porque la ayuda de quienes corresponde, o sea, las autoridades, es mínima. Me indigna que nada funcione, por todo se paga y cuando uno necesita una ayuda tan sencilla como un par de personas para ayudarnos a desarmar, ni siquiera con eso te pueden ayudar", dijo Luis.
"No pedimos recursos, no pedimos que nos hagan la casa, solo pedimos que nos ayuden con un par de personas para desarmar, pero dicen que no pueden. Somos dos mujeres y algunos vecinos o familiares nos pueden ayudar de repente, pero hay que botar todo lo que queda de la casa y tratar de que los niños tengan una vida lo más normal posible pronto. ¿Cómo lo hacemos? Necesitamos que nos ayuden a desarmar esto", fue el sentido llamado que realizó Norma. J
