El drama de los Parra a 10 años de accidente que estuvo a punto de quitarle la vida a "Jaimito"
Cecilia Guerrero y Jaime Parra Maureira, padres de Jaimito, han hecho todo lo humanamente posible por la recuperación de su hijo, quien sufrió un grave accidente de tránsito en mayo de 2004, cuando tenía apenas 11 años.
Con la entereza que caracteriza a esta familia, el padre explica que su deuda producto del complejo tratamiento de rehabilitación de su hijo supera hoy, a una década del accidente, los 20 millones de pesos.
Aunque están muy agradecidos de toda la ayuda recibida durante todo este tiempo, lamentablemente no ha sido suficiente. A 10 años del atropello que sufrió el entonces niño mientras andaba en bicicleta por calle Luis Reuss, están tan endeudados como en los primeros meses después de la tragedia.
Jaime Parra Guerrero, hoy de 21 años, sobrevivió de milagro a las graves lesiones que le provocó el impacto con el automóvil que lo arrolló. Estuvo tres meses en la UCI al borde de la muerte, pero sus ganas fueron más fuertes y volvió a la vida. Pero todo el proceso de rehabilitación significó un alto costo para sus padres.
"El sistema financiero ya no me da créditos. Me dijeron que hice "til" en el sistema. Por todos lados reboto. Es que pedía (dinero) en un lugar para tapar la deuda de otro. Hoy debemos más de 20 millones y no me dan más préstamos. Estoy quebrado", se lamenta Jaime padre.
Añade que "pedíamos una cantidad y el interés era demasiado, pero no teníamos más opción. Eso se juntó con las operaciones que no hacía el hospital, pagar a médicos externos o lo que no nos cubría la isapre. Y había que pagar al contado operaciones de 15 ó 20 millones de pesos. Hemos pagado mucho y ya no tenemos cómo".
El matrimonio tiene tres hijos. El primero, Cristián, es profesional; el segundo, Rodrigo, está estudiando comunicación audiovisual y Jaimito quiere estudiar publicidad o diseño gráfico.
"Tengo toda la intención y las ganas, pero primero tiene que terminar de estudiar mi hermano y luego ver si lo puedo hacer yo", señala resuelto Jaime hijo, a quien una muleta le recuerda su trágico accidente.
VIVIR CON UN SUELDO
La mamá, Cecilia Guerrero, es dueña de casa y ha dedicado su vida a atender a su familia, especialmente a su hijo menor.
CASO EMBLEMÁTICO
METAFÍSICA
"Siempre supe que mi hijo iba a terminar caminando. Sabía que se iba a recuperar bien. Nunca perdí la fe. Pensaba que si Dios lo dejó vivo era por algo y entonces tenía que recuperarse. Si no él se lo hubiese llevado", dice Parra Maureira.
El papá asegura que "siempre se nos acercaron personas de una fe y creencia muy profundas. Hay elementos "sicorreligiosos" que se dieron en ese tiempo. Tal vez, cosas que tienen que ver más con metafísica".
Agrega que "todo el trámite inicial me tocó a mí porque mi mujer estaba en Quillota. En un momento de desolación, luego de hablar bien claro con los doctores, me puse en un rincón a orar. Recuerdo que estaba en un rincón de Pediatría en el hospital Van Buren cuando se me acerca una mujer y me habla por la espalda. Cuando revivo la situación, aún me sobrecoge".
Rememora cuando la mujer le dijo "tus chicos están pasando frío. Los vi en la camioneta y ya son las 3 de mañana. No te preocupes que yo voy a traer algo para abrigarlos", en relación a los dos hijos mayores que lo esperaban en el vehículo.
sé que tu señora viene en camino. La voy a esperar que tengo que entregarle algo'
En ese momento la mujer le contó que había ido a visitar a su hija que estaba en observación por peritonitis.
"Me entregó una frazada nueva, aún envuelta. Esperó que llegara mi señora y se acercó a ella sin haberle dicho yo quién era y le dio una medalla de San Benito", detalla Parra.
Cecilia recuerda que "cuando quisimos devolverle la frazada, no la encontramos por ninguna parte. Preguntamos a las enfermeras y no había ninguna interna con peritonitis".
Jaime dice que era una mujer muy especial y "gracias a hechos y ayuda de personas como ella, siento que mi hijo tuvo una recuperación milagrosa".
La madre sostiene que Jaimito también tuvo visiones. "Vio al Padre Pío y al Padre Hurtado y ya estaba consciente. Nos decía que el Padre Hurtado estaba rodeado de niños y le hacía con el pulgar hacía arriba que todo iba a estar bien. En otra oportunidad nos dice que siente el olor del Padre Pío, famoso por sus estigmas que exhibía en sus manos".
Jaimito agradece la ayuda de varias personas. "Primero que todo a mis padres, luego a mis amigos y a los tíos de la Teletón, quienes me han ayudado harto".
Los padres dicen que nunca han sido sentido el accidente como un castigo. "Nunca dijimos por qué a nosotros, sino que por qué no a nosotros. Lo veo como que Dios dijo que nosotros éramos los únicos capaces de sobrellevar esto", asevera la mamá.
El padre pasó por dos siquiatras. "Ahí entendí que familias con dramas como estos, se unen o se separan. Gracias a Dios a nosotros nos unió".
La lucha que ha dado la familia Parra Guerrero es admirable. El apoyo y la estimulación de los padres ha sido fundamental en la recuperación de Jaimito.
"Nos tocó una suerte divina. Una bendición que ocupamos para sacar adelante a nuestro hijo", dice Cecilia con emoción, la misma que la lleva a recordar que "tres meses después del accidente lo escuché cantar y no lo podía creer. Hasta ese momento sólo lo había escuchado llorar y quejarse. Cuando lo recuerdo aun sigo emocionándome porque hasta ese momento los médicos hablaban de un severo daño neurológico".
TELETóN
Para Jaimito, la Teletón fue un gran apoyo en su rehabilitación, pero está en proceso de alta por la edad. Los ejercicios los ha hecho siempre. Hasta tuvo que aprender a escribir con la izquierda. Jaime agradece el trabajo realizado en la Teletón. "Hasta fui conejillo de indias. Tuve varias operaciones en el brazo derecho con un doctor que después operó a niños espásticos de la Teletón".
Añade que "me enseñaron a trabajar con mosaicos, goma eva, pintar, un montón de cosas que me sirven ahora, pero yo quiero estudiar. Ese es mi proyecto futuro y con el apoyo que siempre he tenido de mis padres y el cariño de la gente, sé que lo voy a lograr".J