Huracán fue una aplanadora ante Balmaceda y lo goleó 5-1
El 5 de octubre pasado, en su cancha del cerro Bellavista, Balmaceda derrotó 2-1 a Huracán en los seniors, en un partido válido por la fase regular del torneo de la Asociación Puerta del Pacífico. Ayer, ambos equipos se volvieron a ver las caras, esta vez por la gran final de la serie.
A diferencia de lo que ocurrió hace exactamente cuatro semanas, Huracán en esta oportunidad jugó en su estadio y le pasó por encima a los gorriones de principio a fin. Sin Cristián Abrigo y Georgelino Osorio, sus dos principales figuras, los albinegros no tuvieron la contundencia para generar peligro en el arco rival ni para imponerse en el mediocampo.
En cambio, el dueño de casa tuvo juego colectivo y certeza a la hora de definir. El partido, de hecho, se definió en el primer tiempo.
El centrodelantero Cristóbal Vallejos, una de las buenas figuras de los llolleínos, abrió la ruta al triunfo con un ajustado cabezazo en el área chica tras recibir un centro de Marcelo Carrera, que nuevamente fue la pieza más gravitante del mediocampo rojo.
Antes de que Balmaceda alcanzara a reaccionar, el propio "Titi" Carrera inventó una fantasía a la entrada del área y tras eludir a dos rivales definió con un derechazo bajo y cruzado que dejó sin opción al portero Gabriel Arce.
CAMPEONES
En la jugada siguiente, Felipe "Pipo" Zegarra le puso la estocada mortal al cuadro de Balmaceda tras definir con un derechazo dentro del área. Era el 4-0 para Huracán.
Y dos minutos después, un grueso error del portero Gabriel Arce, que trató de salir jugando, le permitió a Cristóbal Vallejos anotar el 5-0 y su segundo gol personal.
El duelo ya estaba sentenciado en favor de Huracán, y el golazo de Luis Alvarado sólo sirvió para hacer un poco más decorosa la derrota.
Así, Huracán no sólo se cobró revancha del encuentro del 5 de octubre pasado, sino que además levantó la copa de la categoría y gritó campeón, tal como lo hizo en la final de la última Copa Litoral ante su ya clásico rival. Para la foto, los jugadores abrieron todos los dedos de su mano para recordar que fueron cinco las estocadas que le clavaron a su Balmaceda.J