Secciones

La solitaria infancia del goleador Johanns Dulcién en Tocopilla

E-mail Compartir

Hola soy el Alexis Sánchez. ¿Es verdad que te vai a Colo Colo?

- Sí.

- ¿Y por qué no vamos a la cancha y jugamos un mano a mano para ver si eres tan bueno?

-------

La vida de Johanns Alexander Dulcien Neira (23) se teje en las polvorientas calles de Tocopilla. Allí, el hoy capitán de San Antonio Unido y el segundo goleador histórico de la Segunda División (lleva 29 goles y está a dos de superar los 30 tantos de Camilo Melivilú) tuvo una difícil infancia marcada por la muerte de su madre, cuando él tenía apenas 10 años.

Pero antes de aquel fatídico día, Johanns se divertía en las canchas y plazas de su comuna junto a su mejor amigo: un bate de béisbol. Es que en ese entonces, Dulcién sólo pensaba en ese deporte y poco y nada le interesaba jugar fútbol, ese que finalmente se convertiría en la única vía de escape en el peor momento de su vida.

"Como se dice yo no estaba ni ahí con jugar a la pelota. A mí me encantaba el béisbol. Cuando jugaba fútbol, que eran muy pocas veces, muchos me decían que era bueno y que tenía talento, pero yo no les hacía caso, es que la verdad no me interesaba", se sincera Dulcién, hijo único del matrimonio de Luis y María Neira, mujer que nació padeciendo el síndrome de Wolf, el que le arrebató el último suspiro de su vida, a la corta edad de 32 años.

"Mi madre era una mujer maravillosa", cuenta con sus ojos vidriosos. "Era de esas mamás que hacía todo por hacer feliz a su hijo, era capaz de desvelarse por mí para que no me faltase nada", detalla bebiendo un sorbo de café para pasar el trago amargo del recuerdo.

"Tenía 10 años cuando pasó esto. Cuando murió no fui capaz de ir a su velorio ni menos a su funeral. Estaba quebrado por dentro. Me encerré en la soledad de mi pieza y lloraba sin parar. No entendía por qué esto me pasaba a mí, por qué mi mamita me tenía que dejar. Luego me distancié de mi papá porque comenzó a tener una relación a los pocos meses de fallecer mi mamá", relata.

Tuvieron que pasar varios años para que el tocopillano pudiese superar la muerte de su madre y hoy confiesa que vivía ensimismado por temor a que los demás sintieran lástima por él.

"No me gustaba que la gente me dijera: pobrecito perdió a su mamá. Quizás por eso me alejé de todos y comencé a jugar fútbol. Con la pelota despejaba mi mente y no pensaba tanto en las cosas tristes. Fue mi mejor refugio", explica.

ALEXIS SÁNCHEZ

Johanns tras la pérdida de su madre comenzó a jugar fútbol y los comentarios de sus amigos, quienes siempre le reconocieron un talento superlativo para el balompié, no sólo se quedaron en eso, sino que se concretaron cuando le ofrecieron participar en uno de los tantos campeonatos regionales que se realizan en nuestro país por el año 2004. Y aunque reconoce que no miraba con buenos ojos la invitación, la aceptó tras la insistencia de los dirigentes. Es que para Dulcién, por ese entonces de 13 años, jugar fútbol, hasta ese momento, era una vía de escape más que una oportunidad para abandonar su tierra en busca de un mejor futuro. Una postura totalmente opuesta a la que tenía un menudo joven de 16 años a quien todos llamaban "Dilla".

"Siempre había escuchado hablar de un tal 'Dilla'. Me decían que le gustaba jugar fútbol y que se andaba probando en todos los equipos para ayudar a su familia. Es que Alexis era muy humilde", rememora el volante.

Según cuenta el 10 lila, Alexis Sánchez, hoy delantero del Arsenal de Inglaterra, siempre sabía quiénes eran los que más destacaban en el fútbol de su comuna y "El Niño Maravilla" a Dulcién lo tenía entre ceja y ceja.

"Ganamos el campeonato y el premio era jugar un amistoso con el equipo B de Colo Colo, ese donde estaba el 'Carucha' Fernández y un par de malos más", dice entre risas.

En el 2004, el equipo estelar de los albos era dirigido por el argentino Ricardo Mariano Dabrowski y producto de que la institución se encontraba saliendo de la quiebra y en pleno proceso para transformarse en Sociedad Anónima, "El Polaco" no contaría con una gruesa billetera para traer a grandes refuerzos. Es por ello que la institución optó por reclutar a jóvenes talentos. Y uno de ellos fue Johanns Dulcién, quien tras marcar el descuento ante Colo Colo fue llamado a buscar como prioridad.

Así la noticia, de que un tocopillano partiría hasta Macul, ya se había propagado por toda la comuna y, por supuesto, también había llegado a los oídos de Alexis.

"Estaba en mi casa aprovechando los últimos días con mis abuelos cuando un día tocan a la puerta. Fui a ver quién era y se trataba un joven como tres años mayor que yo. Se presentó y me dijo que se llamaba Alexis Sánchez. Era el famoso 'Dilla'. Le pregunté qué quería y me preguntó si era verdad que me iba a Colo Colo. Le respondí que sí y él altiro me dijo: entonces vamos a jugar un mano a mano, o como le llaman ustedes un arco a arco", recuerda.

Si bien argumenta que Sánchez no era muy dotado en cuanto técnica, reconoce que "era muy rápido. Por algo le decían Dilla (era como una ardilla). Y lo otro que es que es muy perseverante, por eso hoy está donde está. Él sabía sus defectos y virtudes, y practicaba duro para ser el mejor".

Sánchez y Dulcién luego se verían las caras en Colo Colo, cuando "El Maravilla" fue enviado a préstamo por dos temporadas al Monumental.

"Ahí nos reencontramos y nos saludamos. Se portó un siete conmigo. Es una gran persona, me regalaba zapatos de fútbol, porque como cadete no tenía mucha plata", comenta Dulcién, quien buscaba pasar de los cadetes al primer equipo del cacique que dirigía Claudio Borghi.

"Veía que no me daban oportunidades y le dije a Juan Gutiérrez que me volvería a Tocopilla. Si no me devolví fue porque El PF Hernán Torres me agarró y me dijo: 'No seas tonto, eres bueno igual que Valdivia. Eres igual de mimado así que vas entrenar algunos días con el primer equipo'", se recuerda.

El 2007 se le dio la oportunidad de partir a Europa a probar suerte. A los 17 años arribó a la Fiorentina para probarse durante dos meses. "Me fue bien y aprendí harto. El problema fue el pasaporte comunitario. No encontramos el documento que certificaba que tenía ascendencia francesa y me tuve que devolver", describe el jugador que era representado por Fernando Felicevich.

Dos años más tarde, el mediocampista debutaría en el empate ante Huachipato. Pero antes, la estrella de San Antonio Unido, vivió un partido que nunca olvidará. En el estadio El Teniente, los pupilos de Marcelo Barticciotto enfrentaron a Peñarol en un amistoso de cara al campeonato. Lucas Barrios, Rodrigo Meléndez y Arturo Sanhueza eran los que roncaban más fuerte en el camarín, y precisamente el nacido en Concepción le dio una mano a Dulcién.

"Estaba Macnelly Torres y anda mal. No le salía nada. Íbamos perdiendo 2-0 y el profe me llama para entrar. Hice un gran partido. Lo dimos vuelta y ganamos 4-2. Estábamos ya en el camarín y Sanhueza se para y le dice al Barti: 'Oye viste como jugó este cabro. Ya desde la próxima semana comienza entrenar con nosotros y tienes que ponerlo'. La embarró. Yo quedé loco cuando dijo eso y más encima Barti le hizo caso", recuerda Dulcién.

A LA SOMBRA

Aburrido de vivir a la sombra de las "figuras" de Colo Colo, Dulcién decidió irse a préstamo a Unión San Felipe, Naval y Deportes Melipilla. "Cuando te das cuenta de que hay jugadores que son malos y no te dan oportunidades, te decepcionas y prefieres irte. Debo reconocer que de San Antonio Unido no conocía nada hasta que me llamó Luis Pérez. Me costó decidirme y me vine. Negocié con mi pase libre y ahora soy del SAU y fue la mejor decisión que tomé", reconoce.

Tras llegar a la ciudad puerto, Dulcién vivía en el hotel de Miguel Ángel Arriagada en la comuna de El Quisco hasta que hace un par de meses conoció a una familia de San Juan que lo recibió en su casa.

"Acá me siento reconocido, me siento parte importante del equipo, la gente te apoya y eso te hace querer mucho más a la institución. Sé que los dirigentes han hecho una gran labor y por eso pongo todo mi empeño", agrega.

Dulcién en el último tiempo ha recibido ofertas de Universidad de Concepción y Palestino, y los penquistas lo han tentado en más de una ocasión.

-No, porque me fui molesto. No voy a mendigar oportunidades. Aparte, soy de la U.

-No quiero que la gente me recuerde como un jugador que hizo goles, quiero que me recuerde porque salí campeón. Quiero dejar una huella en San Antonio y eso sería subir a Primera B. J

Registra visita