Dos pasajeros del fatídico viaje del Tur Bus recuerdan el día más triste y trágico de sus vidas
Tanto Rafael Gatica como Francisco Ugarte, ambos sobrevivientes del accidente de Tur Bus ocurrido el 23 de noviembre de 2010, no recuerdan nada de la tragedia que marcó sus vidas para siempre.
Para ellos ha sido muy difícil tratar de saber qué pasó esa mañana, principalmente porque ambos estuvieron varios días inconscientes, sin saber qué ocurría a su alrededor.
"Yo desperté cerca del 20 de diciembre y la verdad es que hasta el día de hoy no me acuerdo de nada", reconoce Francisco, quien viajaba todos los días a Santiago para trabajar en la empresa Sura, donde se desempeñaba como ingeniero en informática.
"Por lo que me contó otro de los sobrevivientes, que iba unos asientos más atrás, yo quedé pegado en el techo del bus y de repente caí, pero de pie y cuando me di vuelta, me dicen que mi rostro era irreconocible, pero la verdad es que yo no recuerdo nada", agrega.
El profesional asegura que lo último que recuerda fueron unas tallas que echaron con los pasajeros antes de subirse al bus, en el terminal de Llolleo, a eso de las 6 de la mañana.
"La mayoría ya nos conocíamos porque nos topábamos todos los días arriba del bus, ya que todos viajábamos a esa misma hora. Parece que había jugado la Selección así que con eso echamos la talla antes de subir. Me acuerdo que después le tiré un cobertor a uno de los chicos que falleció y que vivía en Santo Domingo y después de eso me quedé dormido y recién desperté el 20 de diciembre, casi un mes después del accidente", recuerda Francisco, mientras su hijita de 3 años, quien nació a los pocos días de ocurrido el accidente, lo mira atentamente.
Debido a su gravedad, Francisco fue trasladado en helicóptero hasta la Urgencia del hospital Barros Luco, en Santiago.
"Francisco estaba con riesgo vital", cuenta Irma Parra, esposa de Francisco.
"Ese día lo vi súper poco porque estaba muy delicado y todos los esfuerzos estaban enfocados en salvarle la vida", agrega la matrona.
Rafael tampoco se acuerda de nada. Dice que como ya estaba acostumbrado a viajar, ya que lo hacía desde que comenzó a trabajar en Santiago como electricista hace diez años, apenas se subía al bus se quedaba dormido.
"Esa mañana tomé el bus en Barrancas y me senté en los primeros asientos porque como conocía al chofer desde que éramos cabros chicos, me fui conversando con él. Me acuerdo que me dijo que ese día no le tocaba trabajar, pero que había tenido que reemplazar a otro chofer que había faltado", cuenta el trabajador.
"En San Antonio se subió la señora que tenía el asiento donde yo estaba, así que no me quedó más opción que irme en el asiento 38", añade.
Rafael tampoco sabe cómo ni en qué minuto lo rescataron, aunque su mujer, Olga Urra, cree que su marido salió eyectado del bus, producto del fuerte impacto.
"Cuando lo vi por primera vez, tenía en su pelo algunos restos de paja y de hojas. Yo creo que salió eyectado y que lo encontraron tirado en unos matorrales o algo así", cuenta, entre lágrimas, Olga.
Tanto Francisco como Rafael aseguran que viajaban en Tur Bus, debido a los bajos precios en sus pasajes.
"Eran mucho más barato Tur Bus y aunque varias veces yo quedé en panne, y más encima les prestaba mis herramientas a los choferes para que arreglaran el bus y pudiéramos llegar a nuestros trabajos, nunca pensé que esto me iba a pasar, pero el día del accidente, el bus comenzó a presentar problemas apenas salimos de San Antonio", recalca el trabajador.
"Uff...yo le hacía propaganda a Tur Bus en todas partes. A todos les contaba que los pasajes eran más baratos en comparación de la competencia y que uno viajaba cómodamente, por eso cuando me di cuenta de lo que me había pasado, sentí mucha rabia contra Tur Bus", reconoce Francisco.
giro radical
Tras el accidente, la vida de estos sanantoninos dio un giro radical, ya que ambos debieron aprender a vivir con las graves secuelas que les dejó esta tragedia que cobró la vida de 20 personas.
En el caso de Rafael, quien trabajaba como electricista en Santiago, el fuerte golpe que recibió en su cabeza lo dejó con serios problemas en sus oídos y en sus piernas.
"Perdí completamente la audición de mi oído derecho. Además me operaron de la rodilla derecha y hasta el día de hoy me duele. No puedo estar mucho tiempo de pie y debido a la pérdida de audición, pierdo el equilibrio y ya me he caído varias veces debido a eso. Además sufro de fuertes dolores de cabeza", explica el trabajador.
Para Rafael sería ideal contar con bastones para poder movilizarse y tratar de llevar la vida que tenía antes del accidente.
"Antes me gustaba ir todos los domingos a la cancha con mi señora, pero ahora no salgo a ninguna parte. ¿Para qué? si me cansó, además tampoco tengo ni un peso porque no pude volver a trabajar y a nadie le gusta salir sin plata en los bolsillos", reclama Rafael, con algo de amargura en su voz.
"Si tuviera muletas me podría mover y tratar de afirmarme en alguna parte cuando me mareo o pierdo el equilibrio, pero no tengo ni plata para comprármelas", recalca Rafael.
En tanto, Francisco estuvo más de un mes internado en un hospital y dos años en rehabilitación.
Debido al fuerte golpe que recibió en su cabeza, este ingeniero quedó con problemas de lenguaje, de memoria y de concentración.
Además perdió completamente la movilidad de su brazo derecho.
Después de dos años de estar con licencia, Francisco volvió a su empleo y a subirse a un bus.
"La verdad es que no tengo traumas al momento de viajar en un bus, aunque nunca más pude volver a dormir en uno de ellos como lo hacía antes. Y eso me tenía muy molesto", cuenta Francisco, quien hace un mes fue despedido.
"Yo ya no estaba produciendo como antes. Como soy ingeniero en informática, necesito usar el teclado con mis dos manos, pero ahora me cuesta hacer el trabajo, aunque no estoy incapacitado. Igual es una lata ser despedido, pero uno también entiende que así funcionan las cosas en una empresa", cuenta con algo de resignación.
positivo
Ambos están tratando de recuperar sus vidas, aunque no ha sido para nada fácil.
"Dicen que hay que sacar lo positivo de todo lo malo que nos pueda pasar y para mí lo mejor de todo esto es poder estar más tiempo con mis hijas. Antes ni las veía porque me iba muy temprano y llegaba cuando ya estaban dormidas, pero ahora pasó todo el día con ellas y eso me tiene muy contento". Si antes del accidentes mis hijas eran mis regalonas, ahora son doblemente más regalonas", dice mientras abraza a sus pequeñas.
Rafael también está tratando de salir adelante siempre en compañía de su familia, y en especial de su incondicional mujer, que está a su lado hace más de 40 años.
"Ojalá que todo esto se acabe y que la empresa responda por todo lo que nos hizo. Lo único que quiero es que se haga justicia porque este accidente no fue culpa del conductor, sino que de la empresa", indica Rafael.
memorial
Este domingo se cumplen cuatro años del accidente carretero más grande de los últimos tiempos. Debido a esto, los sobrevivientes y familiares de las víctimas inaugurarán un memorial en recuerdo de los fallecidos en la Autopista del Sol.
María Cristina Jara, presidenta de la Agrupación Víctimas Tur Bus San Antonio, indica que están invitando a toda la comunidad a participar de esta ceremonia en donde participará el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.
"Habrán dos buses a disposición de todas las personas que quieran acompañarnos en este día tan especial para nosotros. Los buses estarán ubicados frente a la municipalidad y saldrán a las 9.30 horas. Se hará un responso en el lugar de la tragedia, a partir de las 11 horas", señala María Cristina. J