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Joven no vidente clasificó a Mundial Paralímpico de Qatar

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"Lo único que deseo es seguir perseverando en todo lo que hago, porque siempre busco ser la mejor".

Paula Guzmán Salazar no tiene límites. No los tiene, porque, a sus cortos 20 años, jamás ha dejado de luchar por lo que ella quiere.

Así es como, en Brasil, esta atleta medio fondista sacó pasajes al Mundial Paralímpico de Qatar 2015 y a los Parapanamericanos de Canadá, que se celebrarán el mismo año.

Pese a que ha llevado una vida en la más profunda oscuridad, producto de una retinitis pigmentosa, que se la descubrieron a los tres meses de vida, ella ha sorprendido a todos: a su familia y a los que alguna vez la discriminaron.

"Cuando era niña muchas veces me sentí discriminada y lo pasé mal, porque uno es chica. Pero ahora eso me da lo mismo. Uno se hace fuerte y hoy soy muy feliz haciendo lo que me gusta", dice la atleta al otro lado de la línea telefónica.

Paula desde muy pequeña que está radicada en Santiago producto de la misma ceguera y como cuentan sus padres, ellos tuvieron que internarla en un centro especial para que pudiese llevar una vida normal.

"Cuando era pequeña nos costó mucho encontrar colegio, porque acá en San Antonio no la querían recibir. Así que tuvimos que buscar en Santiago. Nuestra idea como padres era que Paula fuese una niña independiente y que hiciera una vida normal. Nunca la sobreprotegimos", dice el papá de la atleta, Dámaso Guzmán, quien junto a su esposa, Roxana Salazar, confiesan que fue difícil tomar esta importante decisión.

"Primero íbamos todos los días a dejarla a Santiago. Luego se empezó a quedar hasta los miércoles en el internado y después la semana completa. Fue muy complicado, porque uno como padre piensa todo el día si estará bien o si le faltará algo", explica la madre.

Hellen Keller se llamaba el internado donde cursó toda su enseñanza básica. Luego retornó a San Antonio y fue "aceptada" en el Sagrada Familia tras intentar fallidamente conseguir matrícula otros recintos educacionales.

"Lo pasamos súper mal como familia, porque todos los colegios nos rechazaron menos el Sagrada Familia, donde fue aceptada", explica Dámaso, para luego agregar que "allí estuvo hasta tercero medio, porque no se acostumbraba mucho, así que volvió a Santiago a terminar su enseñanza media".

Lo que el padre y la madre no sabían era que la pequeña Paula comenzaría a desarrollar un talento sin igual para el canto.

"Desde muy niña que me gustaba cantar. He participado en hartos concursos y he ganado varios. La semana pasada nomás, en Valdivia, saqué el primer lugar", explica en referencia al II Festival de la Voz Ciega.

Tras terminar la enseñanza media, la joven sanantonina comenzó a estudiar masoterapia, que es el uso de técnicas de masaje con fines terapéuticos.

La carrera le exigía practicar algún deporte y, ella por supuesto, no se excusó de este nuevo desafío, que la llevaría a ser la representante nacional en el Mundial Paralímpico de Qatar y en los Parapanamericanos de Canadá.

"Jamás pensé ser una deportista, porque cuando era chica me cargaban los deportes. Pero ahora más grande me gustan. Además encontré de inmediato una buena guía (Ayleen Iturra) que me ha ayudado mucho", describe.

Paula participó hace dos semanas, en Brasil, en las clasificatorias a estas dos competencias mundiales, que se realizarán el próximo año y donde espera darle una alegría a Chile y por supuesto a sus padres. J

l Paula Guzmán Salazar hoy dará su examen final de masoterapia. Ha estudiado bastante, pero también no descuida sus entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) y además cuenta que el próximo años pretende dar un gran salto en su vida. "Quiero irme a vivir sola a un departamento. Aunque al principio mis papás no me creían , ahora saben que la cosa va en serio y me apoyan".

"Lo único que

deseo es seguir

perseverando

porque siempre

busco ser la

mejor".

Paula Guzmán Salazar

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