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La bella reina del carnaval de San Antonio que se convirtió en flamante ingeniera comercial

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El pasado 4 de diciembre, Ximena Piñeiro Muñoz (23), elegida reina del Carnaval de Murgas y Comparsas del año 2010 en San Antonio, se tituló de ingeniera comercial en la Universidad de Las Américas. Ese día, sus padres, el pescador Ricardo Briceño y la costurera y dueña de casa Amelia Muñoz, sintieron que todos los sacrificios valían la pena.

Ayer, al recordar que cuando niña veía muy pocos días al mes a su papá debido a sus largas salidas a la mar, Ximena no pudo aguantar el llanto. Tampoco contuvo las lágrimas cuando habló de los esfuerzos de su madre, ni menos cuando admitió que cree que en San Antonio faltan más oportunidades para los jóvenes.

Ximena nació el 2 de junio de 1991. Los dos primeros años de su vida los pasó en el cerro Placilla. Luego, la familia se mudó al sector de Bellavista, en la parte alta de San Antonio. Ahí jugaba a la antigua, sin videojuegos y corriendo por el cerro junto a sus amigos.

Fue Bellavista, su cerro de toda la vida, al que representó en el carnaval en que la coronaron como soberana. Su triunfo regaló alegría a su gente y ella compartió sus logros con todos los vecinos y vecinas que la respaldaron para llevarla a la victoria.

retribuir

"Mi papá se perdió harto de nuestro crecimiento, pero yo valoro eso porque él se sacrifica por nosotros. Siempre estuvo lejos pero ahora yo lo puedo retribuir a él y a mi mamá terminando los estudios que ellos me dieron y siendo una profesional", dijo Ximena mientras secaba sus lágrimas de emoción.

En el seno del matrimonio de Ricardo Piñeiro y Amelia Muñoz nacieron cinco hijos: Andrea (37), Patricia (35), Ricardo (25), Ximena (23) y Javiera (11). A ellos se les inculcó el valor del trabajo y del esfuerzo personal.

"Me crié como una niña súper feliz. Mi mamá era la que sacaba la cara por nosotros todos los días. Ella llevaba la familia, porque si bien mi papá nos entrega el sustento, ella debía saber organizar los ingresos en la casa y que nos alcanzara. Su sacrificio era estar sola todo el mes y después tener solamente cinco días con mi papá cada vez que llegaba", afirmó al recalcar que la familia siempre ha estado muy unida.

"Creo que la educación parte por la casa y mis padres hicieron muy bien esa tarea con nosotros (los cinco hermanos). Yo soy una persona humilde y no por ser ahora una profesional, voy a renegar de dónde vengo ni tampoco de lo que soy. Me siento orgullosa de lo que soy, de ser una mujer de San Antonio, feliz de la vida que eligieron para mí", enfatizó.

perseverar

Seguir el mal camino parece ser lo más fácil cuando la ausencia de expectativas se mezcla con la escasez de recursos. Muchas familias de San Antonio conocen esta triste sentencia de la vida. Ximena creció en un lugar donde hay muchas personas afectadas por la drogadicción; sin embargo, prefirió enfrentar la adversidad con un compromiso eterno con los estudios. "En las poblaciones se ve mucho la droga, pero a mí enseñaron que eso no es lo correcto", sostuvo.

Llegar a la universidad no fue fácil, ya que como terminó la enseñanza media en el Instituto Comercial Marítimo Pacífico Sur, no recibió la preparación necesaria para obtener un puntaje alto en la PSU. Sus buenas notas en el colegio le ayudaron a conseguir una beca en la Universidad de Las Américas y eso, más el sacrificio de sus padres, le permitieron cumplir sus sueños. En ese entonces, tenía sólo 17 años y debió irse a Santiago y conocer un mundo en que la gente es más agresiva. "Se me presentaron las oportunidades y las supe aprovechar", reconoció.

Es la falta de más oportunidades de educación lo que ella percibe que abruma a San Antonio y, a su juicio, es lo que más daño le hace a los jóvenes. Por eso los llamó a dar la pelea.

"Si yo pude, todos pueden. Salir adelante no cuesta tanto. No todo es tan oscuro, yo veo a la gente y a los niños de mi población y me gustaría que en San Antonio hubiera más oportunidades, por eso la mayoría de los jóvenes de mi generación sale a buscar oportunidades en Viña del Mar, Santiago o Valparaíso. También falta trabajo para los jóvenes profesionales de San Antonio, porque lo mejor es volver a la ciudad en que uno nació", manifestó.

Ximena enfatizó que ama esta ciudad y defiende a su puerto donde sea que se necesite. "Para mí San Antonio es el primer puerto de Chile. Yo me siento una representante de mi ciudad y eso me enorgullece", declaró.

carnaval

El año 2010, cuando recién había cumplido 18 años, Ximena Piñeiro se transformó en la reina del Carnaval de Murgas y Comparsas. Esa experiencia le ayudó a mejorar su forma de relacionarse con las demás personas y a la vez expresarse en público con mayor libertad.

"El carnaval significó mucho para mí, porque yo estaba empezando una carrera universitaria y necesitaba personalidad, y el carnaval me la entregó. Teníamos que participar de hartas actividades y hablar delante de muchas personas", detalló.

"El carnaval es una actividad que mantiene unida a la gente de los distintos sectores, también ayuda a las poblaciones porque participan las familias y sobre todo los niños", explicó.

amor

Ximena, dueña de una belleza que siempre la hace brillar, confesó que no le desagradan los piropos que le lanzan en la calle. "Más que molestarme, me dan ánimo, me hacen sentir bonita", dijo. Y pese a que los hombres la adulan con frecuencia, ella tiene ojos y amor sólo para uno de ellos.

En 2011, en medio de un mechoneo a los alumnos nuevos, Ximena conoció a Jonathan Aravena, un compañero de carrera con el cual ha compartido los últimos tres años.

"Con Jonathan nos proyectamos y eso pasa porque uno va madurando con la edad. Yo me proyecto, quiero tener hijos y eso es también porque he visto el ejemplo de mi familia", contó.

nuevas alegrías

En los próximos días Ricardo Piñeiro, el padre de Ximena, será dueño de su propia lancha. Esto tiene muy felices a su esposa y a los hijos. "Ahora mi papá va a llegar todos los días a la casa y va estar junto a mi mamá y a mi hermana Javiera, que es el conchito de la familia", confirmó.

Semanas antes de titularse de ingeniera comercial, Ximena consiguió su primer empleo. Hoy trabaja en la empresa consultora Mazars, que conoció gracias a su hermano Ricardo, que es contador auditor.

Su meta por estos días es ganar experiencia laboral, pues sabe que es la única forma de ir mejorando sus habilidades profesionales. Pero, como siempre, ella tiene un anhelo. "Me encantaría ser una emprendedora, me gustaría administrar un campo deportivo, ojalá en San Antonio", concluyó.

Sus padres, que en medio de esta entrevista la acompañaron en el Paseo Bellamar, la miraban con orgullo, el mismo orgullo debiéramos sentir muchos sanantoninos en este puerto que amamos con pasión. J

"No por ser

profesional, voy a

renegar de donde

vengo ni de lo

que soy",

Ximena Piñeiro

"Me siento feliz y

con el pecho

inflado porque

donde vivimos es

complicado,

pero así y todo

salimos adelante

junto a mis

hijos. Tenemos

una familia con

hijos preciosos y

aquí estamos

luchando",

Amelia Muñoz

"Estoy orgulloso

de todos mis

hijos. Ximena ha

sido siempre

esforzada y

muy apegada a

los padres.

Espero que le

siga yendo bien,

que cumpla sus

metas. Lo que

más le pido es

que me dé nietos;

su pololo ya está

aprobado, él es

súper simpático",

Ricardo Piñeiro

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