"A veces suena el teléfono y me da un pánico terrible, porque pienso que es una desgracia".

Julia Jiménez Vargas trabajó por más de 30 años como jefa de la biblioteca Pública de San Antonio. Ella estudió Bibliotecología en la Universidad de Chile gracias al trabajo de su padre, Manuel Jiménez González, un ex camionero que falleció en 2002, a la edad de 77 años.

"Antes la gente hablaba mal de los camioneros. Miraban de mala forma este oficio. Yo, en cambio, tengo los mejores recuerdos de mi padre y los amigos de él que también eran camioneros y gente muy trabajadora", parte contando Julia.

Hoy esta sanantonina vive en Barrancas y es madre de dos hijos: Moira es periodista Moira y el otro, Nicolás Hernández, quien decidió seguir los pasos de su abuelo.

Fruto de su esfuerzo Nicolás ha logrado una estabilidad en el difícil mundo del transporte. Sin embargo, cuando todo parecía bien encaminado, un robo frustraría sus sueños, como cuenta su madre.

ROBO PERFECTO

La silente noche del 22 de noviembre de 2014 se interrumpió de manera repentina por el rompimiento de un vidrio.

El reloj de la cámara de seguridad marcaba las 23.30 horas cuando un sujeto irreconocible en las imágenes "abrió el camión. Ingresó, echó a andar el motor y se lo llevó del aparcadero".

"Estaba totalmente cargada la rampla. Luego que pasó esto nos enteramos por intermedio del chofer del camión, porque cuando llegó al aparcadero y se dio cuenta que no estaba, nos llamó de inmediato", recuerda Julita, como le dicen sus cercanos.

Luego de aquel hecho delictivo, Nicolás comenzó una frenética búsqueda de su fuente laboral. Se consiguió las imágenes de las cámaras de la Autopista del Sol, en donde se ve circulando el camión.

"Recibimos varios llamados de personas que habían visto el camión. Mi hijo viajó en innumerables veces a Melipilla porque, según nos contaban, el camión había sido visto por esos lados", detalla la mujer, quien, a pocos días del robo, fue notificada por su hijo que el camión había aparecido.

"A Nicolás lo llamaron en la noche y al día siguiente fue a ver si efectivamente era su camión. Finalmente era, pero no estaba ni con el acoplado ni con la carga", agrega para explicar que "luego Carabineros les tomó declaraciones tanto a los dos conductores, porque mi hijo tiene dos camiones, como a Nicolás. Después nos dieron un número para que llamásemos y supiésemos en qué iba la investigación".

Según lo que relata la mujer, su retoño llamó en innumerables ocasiones sin recibir ninguna respuesta satisfactoria y ayer se enteraron que la denuncia había sido archivada.

"Yo creo que hay bandas organizadas en San Antonio. No puede ser que en el último tiempo haya tantos robos de camiones y nadie haga algo. Cuando uno vive este tipo de cosas se siente vulnerada y cuando la justicia no quiere ayudar en la investigación, uno termina decepcionada", explica la mujer que, según comenta, "he estado medio depresiva. Estoy tan nerviosa, que como te decía, a veces suena el teléfono y me da un pánico terrible porque creo que es para llamarme por una mala noticia... Gracias a Dios como somos familia de camioneros había una rampla y mi hijo puede trabajar, pero lo que no hay es justicia", culmina. J

l Julia Jiménez es hija de camionero. Ella toda su vida ha estado rodeada de grandes máquinas y en muchas ocasiones vivió con la incertidumbre de la muerte. Es que los largos viajes que realizó su padre le hacían vivir en vilo. "Antes con la familia sufríamos por los viajes, pero ahora los asaltos nos tiene a todos preocupados. Hay conductores incluso que andan armados, porque tienen miedo que les pase algo".