Escritor lleva la mítica Boite Regine a un libro
Historias y desencantos. Un submundo en el que inclusive desde su trasnochado estrado saltaron a la fama decenas de músicos, cantantes, bailarinas, todos ajenos a los poderes establecidos.
Así podríamos clasificar lo que era una boite, las que nacieron en los años '30 y tuvieron su máximo apogeo a mediados del siglo pasado, cuando personeros de distintas clases sociales bebían sin prejuicio alguno, como una suerte de refugio social.
El puerto de San Antonio no estuvo ausente de este fenómeno. La capital de la vida nocturna sanantonina era la boite Regine. Y los bares de la época tampoco se iban en zaga.
Ronald Gallardo Duarth, avecindado en la provincia hace tres años, relata trece cuentos de historias de bares desde una perspectiva intimista a una más marcada por las objetividades. Como describe el presentador del libro y director literario, Max González, "se trata de un narrador que desliza historias donde los colores se ven, los olores se sienten y los lugares, centro de las diversas narraciones, se viven".
Para Gallardo, sociólogo y narrador, es precisamente en este tipo de boliches y no en otros donde generalmente se reúnen hombres y mujeres con sus historias más extraordinarias y vitales. "He descubierto que estos lugares, más que un simple bar, son para muchos un sitial de poder superior, donde se puede perder la noción del tiempo y el espacio pudiendo pasar días enteros sin saber qué hora es y que está sucediendo allá afuera", comenta.
"Boite Regine y otras historias de la provincia de
El autor -que acaba de lanzar su libro en la Casa Museo Neruda- contextualiza los trece cuentos en diferentes bares de la provincia, en los que encontró personas dispuestas a compartir sus historias con él. Es así como menciona a El Checo y El Español de San Antonio; El Bahía Chica de Cartagena; El Varadero de Isla Negra y el Pit Shop de El Tabo; El Chiquitito de Algarrobo, entre otros. Y por supuesto en el mítico ex Regine de San Antonio. J