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Conozca al hombre detrás de la Gárgola del paseo Bellamar

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El paseo Bellamar resulta un panorama predilecto para conocer las grandes bellezas del puerto. Desde pequeños boten que adornan el amplio mar, hasta ciertos puestos de artesanías en donde hombres y mujeres deciden compartir su arte con los transeúntes que frecuentan el lugar.

Cerca de ese lugar, a un costado de la entrada del mall Arauco San Antonio, se instala la figura de una gárgola absolutamente negra ante la viste de residentes y turistas.

Las miradas de los transeúntes se pierden entre el asombro y escepticismo ante el particular espectáculo, sobre todo en los pequeños que comienzan a congregarse frente a esta oscura figura que parece extraída de un cuento.

La Gárgola permanece absolutamente inmóvil. Tampoco emite palabra alguna. Frente a ella hay un pequeño bote en donde se pueden apreciar algunas monedas de 100 y 50 pesos.

Algunos niños se acercan nerviosos, mientras que sus progenitores los animan diciéndoles "echa una moneda y se va a mover".

Uno de los pequeños decide finalmente hacer caso y coloca una moneda dentro del bote.

Súbitamente, la figura comienza a moverse ante la sorpresa el público, que empieza a reír y a sacar fotos.

La estatua humana hace un gesto a uno de los pequeños para que se acerque. El niño se aproxima poco a poco con mucha curiosidad.

Finalmente la Gárgola toma la mano del muchacho y comienza a dibujarle una carita feliz en su palma, mientras el niño se ríe y vuelve donde sus padres.

El espectáculo termina con la inmovilidad nuevamente de la estatua y las sonrisas de todos los transeúntes.

el hombre

El hombre que personifica a la Gárgola es Eduardo Bravo, un artista oriundo de San Antonio que ha estado ofreciendo este mismo espectáculo durante los últimos 16 años en el Litoral Central.

Bravo cuenta a a Diario El Líder que desde su juventud ha mostrado fascinación por la interpretación y las artes.

Fue mediante un viaje al Museo de Bellas Artes de Santiago en donde obtendría la fuente de inspiración para lo que posteriormente sería su vocación.

Entró a estudiar teatro en la escuela de los reconocidos María Izquierdo y Willy Semler, donde permaneció 16 meses, y posteriormente hizo unos talleres de pantomima y expresión corporal ofrecidos por la Municipalidad de San Antonio.

"Yo llevo 16 años trabajando en el paseo Bellamar. Pese al tiempo, el público todavía se divierte con mi arte, sobre todo los niños y los abuelitos, que se impresionan al ver lo que hago", asevera con una cuota de satisfacción.

Bravo agradece el apoyo recibido del Departamento de Cultura de la Municipalidad de San Antonio, el cual le ha permitido mostrar su arte en diferentes sectores de la comuna.

"Cuando empecé con esto fue la señora Ximena Cartagena (jefa del Departamento de Cultura) la que me dio su apoyo. Ella fue la que me abrió las puertas en la práctica de esto, ya que antes no había permiso para lo que yo hacía", valora Bravo.

El hombre- Gárgola

Para Eduardo Bravo, el ser la única persona de San Antonio en hacer la performance de la Gárgola le ha significado ganar un gran reconocimiento de la comunidad. Tanto así que que la gente lo identifica cuando anda como un ciudadano común y corriente.

"Cuando salgo a la calle de civil, mucha gente me identifica y me grita y se acercan a saludarme e incluso se sacan fotos conmigo", expresa orgulloso.

Dentro de sus planes a futuro, Bravo señala que quiere traspasar su arte a futuras generaciones y seguir divirtiendo a grandes y chicos hasta que "el pellejo me aguante". J

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