Apoderados denuncian por estafa a profesor de Escuela de Fútbol de Cuncumén
Los apoderados de la Escuela de Fútbol de Cuncumén están indignados. Aseguran que el profesor que entrenaba a sus hijos los estafó con dinero y luego desapareció.
Esta historia comenzó en noviembre pasado, cuando la Municipalidad de San Antonio inauguró la primera escuela de fútbol de la localidad, en la cual participan cerca de 50 menores.
Según Paola Ortiz, una de las afectadas, esta iniciativa tenía a los niños y a sus mamás muy contentos porque en esta localidad no existen actividades recreativas para los menores.
"Cuando llevábamos algunas clases el profesor Carlos Abarca nos pidió tres mil pesos por niño ya que él mandaría a hacer poleras distintivas de la escuela para nuestros hijos y sus mamás, en caso de que participaran en algún campeonato o en otras actividades", cuenta Paola.
"Al principio todos nos entusiasmamos con la idea, pero comenzamos a notar cierta insistencia con el pago de los tres mil pesos por parte del profesor y ahí empezaron nuestras dudas, sobre todo porque hay mamás que pagaron hasta 12 mil pesos por las poleras que hasta hoy no vemos", agregó Paola, quien canceló 6 mil pesos por las poleras de sus dos hijos.
Como notaron cierta insistencia, algunos apoderados comenzaron a realizar averiguaciones, ya que aseguraron que en la municipalidad no estaban al tanto de esta solicitud de dinero.
"Averiguamos por todos lados, pero nadie sabía nada de las poleras y menos de la plata, pero lo peor fue que después que todos cancelamos los tres mil pesos el profesor nunca más apareció por Cuncumén", explicó Pamela Muñoz, otra de las apoderadas afectadas.
dinero prestado
"Pero lo que más me llamó la atención de todo esto fue que este profesor le pidió dinero a algunas mamás pero de forma personal. Según él tenía una hija enferma y que necesitaba plata. El problema era que nadie sabía que esto pasaba porque como él lo hacía de forma personal y ninguna de nosotras comentó el tema, hasta que una de las mamás contó que el profe le había pedido dinero y ahí nos dimos cuenta que había hecho lo mismo con varias", agregó Pamela.
Esta situación las habría alertado aún más, pero según las afectadas, intentaron buscar al profesor, pero este nunca más apareció.
"Nunca más respondió el celular. Cerro el Facebook de la escuela y hasta ahora no sabemos nada de él y menos de los casi 180 mil pesos que se llevó, ni de las poleras que debían estar listas el 3 de enero", contó Cecilia Quiroz, otra de las afectadas.
"Incluso averiguamos con la persona que supuestamente debía hacer las poleras y él nos dijo que jamás había recibido un trabajo de este profe", señaló Elsa Vargas, otro apoderado.
Las apoderadas están viendo la posibilidad de entablar acciones legales en contra de este docente, en caso de no obtener una respuesta en las próximas horas.
"Nos sentimos estafadas porque jamás dio la cara para dar, por último una explicación", afirmó Pamela Muñoz.
respuesta
Ante la consulta sobre las acusaciones de estafa en su contra, el profesor Carlos Abarca respondió lo siguiente vía mail.
"He recibido el llamado de Diario El Líder para informarme sobre una denuncia que han realizado los apoderados de la Escuela de Fútbol de Cuncumén en contra de mi persona por un dinero cancelado por unas poleras que se enviarían a confeccionar".
"Mientras esto sucedía, me sacaron de este proyecto de escuela de fútbol rural. Proyecto elaborado, construido y creado por mí, proyecto que me usurparon y me sacaron de la peor forma que pueden traicionar a un profesional. Esto provocó en mí un estado emocional de pena y angustia de ver y sentir la traición de ciertas personas que no vale la pena mencionar, pero que se encuentran trabajando en esa escuela y en el área de deportes de la municipalidad".
"No permitieron despedirme de la forma correcta y dar las explicaciones del caso y poder devolver los dineros cancelados por los apoderados. No me permitieron acercarme más a los trabajos de la escuela".
"Hoy sábado 17 de enero me he puesto en contacto con los apoderados para coordinar una reunión y poder devolver los dineros que ellos cancelaron, pero quiero ser explícito que este hecho es sólo el síntoma de una enfermedad que se produce en la sociedad chilena, la estamos instaurado como patrón cultural, la traición y el chaqueteo por el temor de tener cerca a una persona, capaz, dinámica y con ideas innovadoras".
"Mi disposición a resolver este tema está abierto y poder así explicar las razones que me dieron para sacarme de mi proyecto del cual ellos están usufructuando". J