El historia del sanantonino que repara esquís y se codea con las grandes figuras de la farándula
Hace cinco años, Juan Felipe Torres (27) con suerte conocía la nieve y no tenía idea de los deportes que se practicaban en ella. Ahora en cambio, gracias a las interminables vueltas de la vida, es un destacado trabajador del selecto mundo de los esquís y ha podido codearse con grandes personajes del ambiente y las reconocidas figuras de la farándula chilena e internacional.
Desde el tenista Nicolás Massú a la modelo Pamela Díaz, todos los famosos que se han dado una vuelta por Valle Nevado o El Colorado - Farellones han pasado por la vida de este sanantonino que no cansa de recibir ascensos y elogios por su destacada labor.
Pero vamos por el principio, ¿cómo un jovencito de San Antonio, donde no cae un copo de nieve termina en uno de esos centros de esquís? La respuesta es corta: a puro esfuerzo.
uno entre mil
En 2009 Juan Felipe estaba cesante buscando una oportunidad para surgir. Tras un paso fallido por la carrera de Criminalística en la Universidad Santo Tomás, la que fue cerrada por no tener campo laboral, el joven buscó un empleo en la Oficina de Intermediación Laboral (Omil) del municipio local, donde halló una vacante para un trabajo hotelero en la nieve. No decía más que eso, sólo que era en la cordillera
"Había quince cupos y cuando llegamos al lugar donde había que reunirse vimos que había más de mil personas. Yo iba con otros dos amigos y pensamos que nunca nos llamarían, así que nos fuimos decepcionados. Yo por lo menos me olvidé del asunto", cuenta Juan Felipe.
Con ese mal sabor de boca trató de olvidar el tema. Dos semanas después, cuando menos lo esperaba sonó su celular. Del otro lado de la línea le dijeron que el trabajo era suyo y que tenía que ir a las Torres de Tajamar, donde era esperado por un móvil de Valle Nevado para viajar al centro.
"No tenía idea de dónde estaba, fui con un amigo a Santiago y los dos parecíamos huasitos. No teníamos idea de dónde andábamos y para dónde íbamos", cuenta Juan Felipe, que por entonces ni imaginaba la idea de estar trabajando al lado de Keanu Reeves y Leonardo Farkas. Sí el actor de Matrix y el popular millonario de los rulos dorados. Pero momento, la cosa no es tan fácil.
EL HOMBRE DE LOS ESQUÍS
Una vez instalado en Valle Nevado empezó a aprender todo lo que más podía, no desperdició la oportunidad de capacitarse y así comenzó a aprender cada vez más del rubro hotelero y de lo que más tarde llegaría a ser su especialidad: reparar los esquís.
Además se las arregló para aprender dominar el idioma inglés y el portugués, dos de las lenguas más usadas por los miles de turistas que llegan a la zona en cada temporada.
Así, con muchas ganas de salir adelante, fue escalando hasta convertirse en el "skyman" (hombre de los esquís en español), la persona encargada de encontrar el instrumento perfecto para cada persona, uno que esté de acuerdo a su cuerpo, a su altura y a las condiciones de la nieve. La tarea de esquiar no es tan fácil como parece. En Valle Nevado nadie se tira de la llanta del camión, todos son sofisticados.
Juan Felipe también fue desarrollando la habilidad para repararlos, de sacarle las "pifias" y dejar los implementos tiqui taca para el delicado gusto del cliente. "De repente llegan unos gringos que se han gastado millones en un par de esquís y te dicen que si los hechas a perder te matan", cuenta.
LOS FAMOSOS
Por su buen desempeño tuvo la oportunidad de cambiarse al centro El Colorado - Farellones, donde siguió codeándose con las estrellas de la farándula nacional.
La actriz Catalina Pulido; el ex ejecutivo de Canal 13 y actor, Vasco Muliá; la animadora del Buenos Días a Todos, Karen Doggemweiler y su esposo Marco Enríquez - Ominami, son algunos de los personajes que prefieren los servicios del "skyman" sanantonino.
El ex diputado y candidato a la Presidencia, es uno de sus clientes predilectos. "Son súper buena onda y simpáticos. No tengo nada malo que decir de ellos, de hecho, me buscan cada vez que van", dice el sanantonino.
Uno de los momentos más recordados por Juan Felipe es cuando tuvo la oportunidad de ver a Leonardo Farkas tomándose un bajativo con el actor estadounidense Keanu Reeves, el recordado intérprete de Matrix y otras decenas de películas de la gran pantalla, quien llegó a Chile a darse el lujo de esquiar en la cordillera.
"Es tal y cómo se ve en la tele, repartió billetes de diez mil pesos y por una cuenta de ochenta lucas dejó una propina de un millón y medio", cuenta sobre el excéntrico millonario que se hizo conocido por repartir dinero en eventos como la Teletón.
Y del actor de Hollywood puede decir que tiene el honor de haberse sacado hasta una foto y que derrochaba buena onda.
reconocido
También puede contar con orgullo que recibió un premio por su trabajo que fue entregado nada más y nada menos que por el embajador de Estados Unidos en Chile.
"Me dieron la misma medalla que se le da a los soldados que han tenido un comportamiento honorable", cuenta con orgullo.
Para entonces, Juan Felipe había alcanzado el podio de su oficio. Era reconocido por los grandes caporales de Valle Nevado y se podía mover a sus anchas.
Así lo hizo con Fanny Smith, la campeona mundial de esquí que llegó a entrenar a las nieves chilenas, quien solo podía usar los implementos que él tenía. En una semana se comunicó con ella en un imperfecto inglés y alcanzó a cultivar una pequeña amistad que recuerda hasta el día de hoy.
Para los amantes de los deportes de nieve conocer y tan solo sacarse una foto con una de estas figuras es motivo de orgullo, sin embargo, este joven sanantonino se lo toma con naturalidad.
A estas alturas él también ha alcanzado la fama del mundo del esquí chileno a punta de esfuerzo, y puede estar frente a frente con las máximas figuras internacionales de este deporte sin ser menos.
sacrificio
Pero el éxito no es cosa fácil, para mantener tan buen empleo ha tenido que sacrificar lo que más quería: su familia.
"Trabajar allá significa irse por once días para allá y devolverse y descansar tres", dice el joven padre de una niña de un año.
"He faltado a las fiestas familiares, a los cumpleaños de mi mamá y hasta al funeral de mi abuelo, al que quería mucho no pude venir", relata, pero admite que en la nieve encontró una pasión y que piensa dejarla de lado después de todas las satisfacciones que le ha dado. J