Obed Zúñiga (62) y Lorenzo Guzmán (65) son dos mexicanos cuyo sueño era recorrer Latinoamérica en motocicleta. Hace dos años, casi a modo de juego, se propusieron la idea, juntaron el dinero necesario y se lanzaron al camino. Ahora, estos hombres están disfrutando de las bondades de Cartagena mientras esperan poder embarcar sus motos, porque deben regresar a su país por una complicación de salud.
Los amigos partieron el 23 de noviembre desde su natal Mexicali (ciudad vecina a California), cruzaron México, Guatemala, Honduras, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y querían terminar su recorrido bien al sur de Chile, en Punta Arenas. "Llegamos a Puerto Montt, nos faltó lo que dicen que es lo más precioso. Pero ya ha llegado la fecha de volvernos porque tuvimos un problemita en Bariloche, fuimos al Hospital para que miraran a Lorenzo y por eso queremos volver", contó Obed.
Lorenzo, que es más tímido que su amigo, contó casi en broma que ya están planeando "la próxima vuelta en uno o dos años más para recorrer todo lo que nos faltó".
Obed es dentista y Lorenzo comerciante. Lo que más destacan de esta experiencia es el paisaje, "aunque todo nos ha gustado" dijo el empresario.
Los amigos quedaron sorprendidos por la cantidad de arena y viento de Chile, pero "quedamos muy contentos con la gente, han sido demasiado, demasiado amables con nosotros. Incluso, acá (en la residencial) conocimos a un chileno que era mariachi en Santiago y nos cantó", dijo Obed.
Problema
Estos amigos, que recorrieron Copiapó junto con el Dakar ahora están complicados, porque quieren devolverse a su país, pero no saben cómo enviar sus vehículos. "Tenemos varios días queriéndolas embarcar o investigar, pero no nos dan respuestas de cuánto nos van a cobrar y a qué puerto van a llegar", dijo Obed.
Quienes quieran y sepan cómo ayudar a estos amigos, pueden contactarse al celular 92180004. J
l Tanto Obed como Lorenzo tienen sus motos de carretera en Mexicali y explicaron que compraron los vehículos con que recorrieron Latinoamérica solo para cumplir este sueño.
Por ese motivo, quisieran mantenerlas, pero si no queda de otra, van a tener que venderlas. "Además, no sabemos si se pueden vender y legalizar en Chile", contó Obed.