Dieciséis días en huelga de hambre seca cumple el interno de la cárcel de San Antonio Jhonny San Martín. Su madre, Elena Pizarro, explicó que su hijo solo quiere volver al centro penitenciario de Valparaíso a cumplir con el resto de su condena por abuso sexual.
"Lo acusaron de abuso sexual y ahora las personas que lo culparon se ríen porque dicen que nunca les hizo nada, pero ya está condenado y no hay nada que hacer", señaló su madre.
Desde el año 2009 San Martín cumplió su condena en la cárcel de Valparaíso, sin embargo, hace casi un mes, "lo pelotearon y lo mandaron a San Antonio sin motivo ninguno. Desde acá me dijeron que lo mandaban por seguridad de su persona y yo no veo cuál es la seguridad si ya le sacaron la mugre allá en San Antonio", explica la mujer de 78 años, que viaja todos los sábados desde Viña del Mar a ver a su hijo.
Según la madre del interno, a Jhonny le dieron permiso para instalar una peluquería al interior del penal de Valparaíso y también para vender huevos a sus compañeros. "De ahí, le dieron permiso para que arreglara un módulo y otras cosas, porque es como bien pituquito y le gusta estar cómodo. Él iba a ir recuperando la plata con sus ventas", afirmó Elena.
El problema, según contó la mujer, fue que "le pusieron un cuaderno como que él prestaba plata, pero ese cuaderno es de otras personas. De repente, lo pescan del cuello y le preguntan quiénes son los corruptos, los prestamistas y él no sabe nada. Entonces lo mandaron para San Antonio", dijo Elena.
Además, la mujer señaló que, a pesar de las múltiples veces que fue a la cárcel de Valparaíso a buscar las pertenencias de su hijo, "no hay nada de nada. Si hay un jefe de módulo cómo se puede haber perdido la ropa, los espejos, las máquinas, todo. Nosotros entramos con boletas y todo. Pero ni la radio ni la tele estaban", señaló con angustia la mujer.
Huelga
Elena manifestó que su hijo está realizando la huelga seca para lograr que lo trasladen nuevamente a Valparaíso, ya que ahí le resulta más fácil visitarlo porque vive en Viña del Mar.
"Para mí es difícil ir para San Antonio con las bolsas porque sufro de artrosis, además me sale muy caro el pasaje. Uno tiene que irse muy temprano a alcanzar número, pero no hay bus a cada rato. Hubo dos sábado que no alcancé a llegar", contó la mujer que acompaña todas las semanas al interno de 40 años.
Elena está preocupada por la salud de su hijo, ya que "lo fui a ver el sábado y quedé muy preocupada porque está delgado, flaco, demacrado y machucado más encima".
La madre no sabe hasta dónde llegará su hijo con la huelga de hambre, "tengo dos hijos muertos y esta situación para mí es terrible". J