A pesar de tener cuarenta y cinco años de trayectoria en el cuerpo, Leo Dan demostró en Llolleo por qué sigue siendo un ídolo de la música Latinoamericana. Con una voz impecable y una alegría desbordante emocionó a miles de sanantoninos en una nueva jornada del ciclo "Cuerdas del Corazón".
Desde muy temprano que familias completas comenzaron a ubicarse en el anfiteatro de la remodelada plaza llolleía para lograr una buena posición y ver el show del artista argentino.
El espectáculo organizado por el Departamento de Cultura del municipio local comenzó puntualmente a las 20.30 luego de un entretenido karaoke que sirvió para calentar los ánimos del ansioso público.
Bastó que Leo Dan asomara en un rincón de la plaza para desatar la locura. Todos, pero especialmente las antiguas calcetineras, querían tomarle una foto, tocarlo y cruzar su mirada con el intérprete de "Pídeme la Luna". Otras simplemente no contuvieron la emoción y se pusieron a llorar.
"Olé, olé, olé, olé, Leo, Leo", cantó el público en más de una oportunidad entre flashes y gritos de amor.
Junto a sus músicos y tres bella coristas, las que se robaron las miradas del público, comenzó su presentación con el eterno tema "Te he prometido"... "que te de olvidar, cuanto has querido yo te supe dar", coreó la multitud.
A poco de iniciado el espectáculo un corte de energía eléctrica interrumpió el evento sorpresivamente. A pesar del inconveniente, el artista internacional no se hizo problemas y aprovechó de compartir con quienes estaban más cerca de escenario.
Luego de quince minutos de bochornosa e inquietante espera el show volvió a toda potencia. "Como te extraño, mi amor que debo hacer... hay amor divino", siguió el coro.
Una hora después de comenzado el evento llegó la hora de la despedida, los gritos del público impidieron que el artista saliera del escenario y cantó cerca de media hora más. Todavía quedaban muchos clásicos por interpretar. "La niña está triste, qué tiene la niña, que puedo hacer", siguió el emocionado coro llolleíno.
La salida por poco se transformó en un caos, carabineros e inspectores del municipio debieron escoltar a Leo Dan hasta el vehículo que lo esperaba para llevarlo de retorno al hotel en que se hospedó. Nuevamente la multitud quería una instantánea para eternizar el mágico momento o para tener la posibilidad de estar más cerca del ídolo que le ha cantado al amor por más de cuatro décadas. J