Los vecinos del pasaje Covadonga, en la población Ampliación Capitán Orella de Barrancas, ya no hallan a quién pedir una solución para acabar con el gran socavón que apareció en plena calle y que amenaza con convertirse en foco de graves problemas.
Los residentes temen que una persona mayor o un niño puedan caer en el agujero de cerca de 50 centímetros de profundidad y más de un metro de diámetro que se produjo a principios de enero luego de que se quebrara el pavimento.
Guillermo Zúñiga y Javier González, dos propietarios del barrio, fueron inmediatamente después de producido el orificio a la Dirección de Tránsito y Transporte Público de la Municipalidad de San Antonio para dar aviso del problema.
"Vinieron a ver y sacaron fotos para mandar a Esval, pero hasta la fecha no ha pasado nada", señaló Zúñiga, muy preocupado por la rotura de la calle que ni siquiera está señalizada. Entre los propios vecinos colocaron un panel de madera para impedir que algún vehículo caiga al forado.
Pablo Suazo, funcionario de la Dirección de Tránsito, indicó que los antecedentes del caso fueron enviados a Esval para buscar al organismo responsable de tapar el agujero del pasaje Covadonga. Consultados por diario El Líder, desde la sanitaria señalaron que "no tenemos responsabilidad sobre el mismo", ya que el socavón es producido por una falla de un colector de aguas lluvia en un sector ajeno a la empresa.
Mientras se dilucida el organismo responsable de tapar el forado, los vecinos del pasaje siguen esperando y temiendo que el socavón siga aumentando peligrosamente de tamaño. J
l Ana Barrera, vecina de la población de 30 de Marzo, reclamó por la falta de colectores de aguas lluvia en la intersección de las calles Las Palmeras y Maule.
"Yo vivo en un casa esquina y tengo que permitir que se llene de agua y que el barro llegue a mi casa, manchando los muros", se quejó la pobladora.
"No entiendo por qué en San Antonio todo se tiene que hacer a medias y no se termina nada como la gente", agregó indignada.