De Limache al puerto: Guillermo Bianchi revela los secretos más ocultos de la farándula chilena
"Conocido es que el Kike Morandé se agarraba a todas la modelos que llegaban a su programa, pero sin duda el gran amor de él es Cecilia Bolocco y estoy seguro que el de ella era el Kike".
La vida laboral de Guillermo Bianchi Espinoza dio un giro repentino de un día para otro. En el año 2005, cuando trabajaba en la discoteca Mantra de la comuna de La Calera, el brasileño Fabrizio llegaba a revolucionar las hormonas de las caleranas con un show bastante subidito de tono.
"Había un tipo que le decían Drago, que era guardia del programa Morandé con Compañía y andaba con Fabrizio. Conversamos harto con Drago, fue muy buena onda. Cuando se iba se acercó y me preguntó si me gustaría trabajar en el Morandé, yo le dije que sí y se llevó mi número de teléfono", parte contando.
Guillermo es un tipo alto y por esos años con un buen físico que lo hacía el tipo idóneo para escoltar a las figuras de aquel momento.
"Yo igual le di mis datos por dárselos, porque nunca pensé que me iban a llamar. Pasaron varios días cuando recibí una llamada del mismo Mega para que me fuera a trabajar con ellos, porque necesitaban un reemplazo. Pichulotote se iba de vacaciones a Buenos Aires y quedaba un cupo", agrega Bianchi.
LA GRAN MARLEN OLIVARÍ
La juventud y los deseos de surgir fueron los dos alicientes para que Guillermo dejara su natal Limache para tomar rumbo a la capital de nuestro país.
En la ciudad de Santiago, Bianchi comenzó a hacer carrera en el programa que por esos años reventaba el rating y ello se traducía en la popularidad casi endiosada que tenían sus personajes como la curvilínea Marlén Olivarí, la blonda Lola Melnick, el mismo Fabrizio, la Porotito Verde, el Profesor Salomón y "Cajarito Tútu Tútu" y el Ché Copete, entre muchos otros.
Ya en la casa televisiva de Vicuña Mackenna, Bianchi tuvo entre sus obligaciones proteger a la escultural y objeto de deseos de muchos hombres, Marlén Olivarí.
La hermosa showoman saltó a la fama gracias a su escultural cuerpo y a sus dotes de bailarina que la catapultaron como la gran vedette de la TV nacional.
"Era imposible poder agarrarse a una mina así. Es que los modelos se buscan entre ellos. La única excepción fue precisamente la Marlén que terminó con Roberto Dueñas", comenta Bianchi, quien supo de primera mano de la simpatía de la maniquí.
"La verdad es que era una mujer excepcional. Muy simpática y cada vez que alguien le solicitaba un autógrafo o una foto ella posaba con la mejor de las disposiciones", recuerda.
-Conocido es que el Kike Morandé se agarra a todas la modelos que llegan a su programa, pero sin duda el gran amor de él es Cecilia Bolocco y estoy seguro que él de ella era el Kike.
-Buena onda. El Kike es un tipo normal en el sentido que es piola, pero está forrado en plata. Cuando él partió causó la sorpresa de todos, porque no era conocido en el ámbito de la animación. Eso sí cuando se acababa el programa terminaba todo cocido.
-Es que mi compadre se tomaba sus cositas para estar arriba de la pelota, por esos era tan enérgico y le salía tan bien. Bueno, también tiene un talento innato. Ahora se le ve más calmado en su programa, porque ya dominó por completo la animación.
LOS COMBOS DE PINILLA
Otra de las personas con las que trabajó fue con la ucraniana Lola Melnick, quien sorprendió a todos con su belleza europea tan escasa por esos años.
"Eran mujeres muy lindas, pero uno guarda distancia. Uno sabe hasta dónde puedes llegar. Además uno anda trabajando y no piensa en otras cosas, sobre todo, porque me trajo muchos problemas esta pega en el ámbito familiar. Lo más fuerte fue fracasar en mi matrimonio", cuenta en su casa, ubicada en Bellavista, en la parte alta de San Antonio, donde hoy el amor le dio otra oportunidad junto a Alejandra Castillo, con quien ha cultivado una hermosa relación por cinco años.
"Es fuerte poner fin a una relación, porque perdiste un matrimonio por culpa de tu trabajo. Es difícil que las mujeres entiendan esta pega, porque uno trabaja en las noches y ellas creen que uno se agarra a las minas, pero no es así. Si bien uno forma amistades y lazos afectivos, uno se queda solo con eso. Imagínate que yo soy amigo, amigo de Adriana Barrientos. Nos llamamos, nos mensajeamos y buena onda, pero salir con ella es destinar tres sueldos míos para comprarle esas carteras Louis Vuitton", cuenta entre risas, antes de referirse a uno de los acontecimientos que incluso le costó perder un diente.
"Como trabajaba en una agencia de seguridad, en una oportunidad me tocó salir con Mauricio Pinilla. Era el momento que mi socio la estaba reventando. Venía de Europa y me tocó acompañarlo a una disco en Maipú", comienza a describir.
"Mi función era estar cerca de él y ver que nadie lo molestara. Nunca me había pasado algo, pero ese día unos cabros de Colo Colo empezaron a molestarlo y se fueron a las manos. Fue tan grande la mocha que se armó que llegaron hasta los guardias de seguridad a calmar la pelea, pero igual no fuimos capaces de parar la pelea. Combos para acá, para allá y uno de esos me quebró un diente: quedó la pura embarrada".
-Con varios. Y con uno tuve la mansa historia. Era de estos que juega afuera del país, no puedo dar el nombre, pero la historia fue así. Íbamos en la van y de repente le suena el celular al futbolista. Él contesta con alta voz y era una modelo conocida y que hoy es panelista de farándula. Y le dice, así tal cual: 'Sube a mi departamento a hacerme el amor'. Yo lo escuché y mi amigo nos dijo: 'Ya chiquillos espérenme 30 minutos y bajo'", revela.
TELEVISIÓN
Un poco más de 2 años y medio, Guillermo estuvo trabajando en el programa de Mega y allí aprendió el "teje maneje" de la producción de eventos.
"Comencé a trabajar con bandas y lo que más me sirvió fue ser amigos de Chancho en Piedra, porque con ellos aprendí qué es lo que necesita un artista: como la ficha técnica, el tema de la alimentación y todo eso. Así fue como me fui a Antofagasta de productor, al evento Verano Naranja, que es el aniversario de la ciudad. Allí trabajé por primera vez con el Kike Neira y me convertí en su productor. También estuve con Los Picantes y me invitaron a trabajar con ellos, porque no tenían productor ni manager", comenta.
"Y con ellos ahora grabaremos un videoclip acá en San Antonio. La idea es potenciar a esta provincia que tiene lugares muy lindos y artistas muy talentosos. También me encuentro gestionando un programa antifarándula. No puedo hablar mucho de eso, pero si les cuento que llevaré a bandas locales para que se presenten", revela.
-Sí, es entretenido ese mundo, pero también uno se decepciona con lo que ve en la tele y en la vida real. Uno puede separar entre los pesados y Lucho Jara. La embarró para ser insoportable. Una vez íbamos en el avión y le dijo a una señora que hiciera callar a su hijo porque él era un artista y necesitaba descansar. Esa misma vez trató mal a un azafato. Estaba leyendo el diario y cada vez que leía una página botaba los papeles al suelo. Se acercó el hombre a decirle que no botara el diario y el respondió 'y para que estay tú'. Pero bueno en la viña del Señor hay de todo. J
"Uno puede
separar entre los
pesados y Lucho
Jara"
"Eran mujeres
muy lindas, pero
uno guarda
distancia. Uno
sabe hasta dónde
puede llegar"
"Y con ellos (Los
Picantes) ahora
grabaremos un
videoclip acá en
San Antonio".
