Lesión en la espalda podría obligar a Martín Lasarte a renunciar a la U
El futuro de Martín Lasarte en Universidad de Chile, explican desde el cuerpo médico del club, depende de la hernia de núcleo pulposo que el deté tiene alojada en una de las vértebras de su columna. Lasarte, aseguran en el CDA, es hoy por hoy un hombre que sufre. El dolor que lo aqueja en la espalda le ha impedido trabajar con normalidad e, incluso, lo habría hecho dudar de su continuidad en el club.
Durante los primeros días de enero, relata a El Líder el doctor Alejandro Orizola, jefe del cuerpo médico azul, Lasarte ni siquiera podía mantenerse de pie. La inflamación de la columna le impedía caminar y pasó varios días sin poder dormir.
En ese estado, el mismo día en que debía viajar a El Salvador para enfrentar a Cobresal por la primera fecha del Clausura, Lasarte decidió operarse y no se subió el avión.
Tras la intervención el dolor disminuyó pero, al no poder hacer reposo, la lesión se agudizó. "A los 10 días empezó a sentir molestias que fueron aumentando. En un minuto no podía estar de pie, acostado, sentado", dice un miembro del plantel de la U e informante anónimo de El Líder.
La recuperación
Universidad de Chile enfrenta mañana a The Strongest por la tercera fecha de la Libertadores. De no ganar, la U quedaría prácticamente fuera del torneo y Lasarte con un pie en la calle. Sin embargo, deslizan los peritos que se internaron en la columna del uruguayo, incluso ganando el deté podría dejar el club.
Hoy Lasarte, pese a que todavía siente dolores en su espalda y no contar con el alta médica, está mínimamente habilitado para entrenar. El deté, haciendo gala de la añosa garra charrúa, se sienta en la banca y, de tanto en tanto, ensaya pasos sufridos y grita instrucciones furiosas.
En un acto épico, el charrúa lidia, al mismo tiempo, con una hernia traidora y un equipo que no rinde.
"El médico que lo operó fue muy claro: 'si el tratamiento no funciona va haber que operarte de nuevo, así que haz reposo'. El tipo, claro, no hizo caso", añade el hombre anónimo.
Y el doctor Orizola, con voz que denota preocupación, confirma el diagnóstico: si la lesión de Lasarte se agudiza, el entrenador quedaría prácticamente inhabilitado para trabajar durante, al menos, algunos meses. En ese caso la renuncia sería inminente. "Es cierto que sí. Es el riesgo que la inflamación sea tan grande que requiera de algo bastante más importante", afirma el traumatólogo.
Se refleja en la cancha
La última vez que la U entrenó con Lasarte en plenitud de condiciones fue en noviembre de 2014. Cuando el plantel retomó las actividades tras el receso entre ambos torneos, el 20 de diciembre, el uruguayo aterrizó en el CDA con una luxación de hombros. Y días después, apareció la ultraconocida hernia discal.
Además, mientras el deté se encontraba con licencia, su ayudante, Rodolfo Nemé, se enfermó, por lo que el equipo entrenó durante algunos días prácticamente en solitario. "El equipo casi no ha entrenado, Lasarte no ha estado metido en las prácticas", confirman desde la dirigencia.
La U, hoy, es un cúmulo de sufrimientos. Y Lasarte un hombre disminuido que pronto podría elevar los índices de cesantía. J
