Se acabó la larga lucha por un alcantarillado y agua potable
Cuando la tecnología domina el mundo con grandes inventos como los celulares inteligentes, los recientes y sorprendentes robot que han mostrado al mundo los países asiáticos, parece casi imposible creer, en este contexto y en pleno año 2015, que familias aún no posean en sus casas agua potable o alcantarillado.
Son servicios básicos que el común de los mortales utiliza habitualmente, pero que para otros parecían tan lejanos e incluso un lujo, como es el caso de los vecinos de la población Félix Vergara del cerro El Carmen.
Por más de 25 años lucharon para que estos suministros llegaran hasta sus casas y ayer 66 familias hicieron realidad el sueño de tener un alcantarillado y agua potable.
El proyecto involucró una inversión de $181.484.500, los cuales fueron financiados a solicitud del Gobierno Regional a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, vía Provisión de Saneamiento Sanitario de Subdere.
Uno de los hogares que contará con estos servicios básicos es el compuesto por el matrimonio de María Triviños y Patricio Mancilla, quienes con sus cuatro hijos al fin sabrán lo que es tomar agua de la llave.
"Estamos felices. Por más de un año esperamos que nos dieran el agua, porque el medidor estaba puesto. Fue una larga lucha por más de 25 años para lograr esto que ahora nos dignifica", parte contando Triviños, a quien ayer, cuando llegamos hasta su hogar, en el pasaje Las Yedras, un maestro le instalaba un calefón.
"Todos los vecinos teníamos que tirar una especie de alcantarilla falsa hacia la quebrada para eliminar los deshechos del baño. El agua se la teníamos que pedir a otros vecinos y andábamos con los bidones de arriba para abajo", confesó la mujer.
Ahora ella y sus familias podrán disfrutar de esa agua calentita que sale de la ducha y que nunca habían podido sentir en su hogar.
"Teníamos que ocupar el hervidor para calentar el agua y bañarnos por parte. Ahora con el agua y el calefón los inviernos no serán tan complicados para los niños", culminó la mujer. J
l María Triviños está contenta porque su hogar por fin cuenta con agua potable y alcantarillado. Ahora sólo espera no seguir descomponiendo más lavadoras.
"Como tengo cuatro hijos, tenía que lavar muy seguido y como la presión del agua no era tan potente, terminé por descomponer dos lavadoras en súper poco tiempo. Ahora ojalá que me duren más", manifestó entre risas.
