El cantante sanantonino Walter Vergara se mueve con naturalidad en un improvisado escenario de la cárcel de San Antonio. Junto a él unas 58 mujeres corean las canciones que él interpreta con absoluta soltura.
Algunas cantan con pasión como recordando aquel amor inolvidable que se encuentra en libertad. Otras lo hacen pensando en el pasado, ese que disfrutaban junto a sus familias.
Pero la realidad es dura. Todas ellas se encuentran cumpliendo condena por algún delito que cometieron y ayer vivieron un pequeño oasis en su rutina, esa que se restringe a una diminuta celda, donde viven hacinadas, como muchas dicen; en un pequeño patio que esta vez se acomodó para celebrar el Día Internacional de la Mujer.
Allí las reclusas disfrutaron de buena música y un pequeño trozo de torta para endulzar la vida, la que en el último tiempo ha estado llena de pena y, en algunos casos, de amargura por estar lejos de sus seres queridos, como es el caso de Pilar Berríos.
Esta mujer del sector de Bellavista llegó hasta el recinto de calle La Marina hace poco más de un año por tráfico de droga y la vida, como ella relata, la obligó a tomar este mal camino para sobrevivir.
Proveniente de Valparaíso, del Cerro Monja, desde niña que tuvo que delinquir para comer. La vida no era fácil para esta mujer que conoció desde chica la pobreza.
Hoy se encuentra arrepentida y se le nota en la forma de hablar. Tiene dos hijas y por ellas quiere dejar atrás su pasado y retomar el buen camino, que alguna vez dejó.
"Mi estadía en la cárcel me la tomo como una segunda oportunidad, sobre todo, porque hoy estoy llena de sueños y metas que cumplir. Pero antes tengo que seguir paso a paso, vivir día a día para salir de acá".
Son las primeras palabras de Pilar luego de disfrutar del show de Walter Vergara. La mujer dueña de una personalidad única: bailó, cantó y tuvo un par de palabras para sus compañeras al término de la celebración.
En ellas hacía alusión a Dios y a confiar en él para salir adelante, también felicitó a los organizadores, tanto del Departamento de Cultura de la Municipalidad de San Antonio como a Gendarmería.
"Es complicado estar en la cárcel, a nadie le gusta, pero Dios nos da la fuerza para seguir adelante. Con un grupo de compañeras cantamos, oramos para que nos dé un poco de esperanza. Sabemos que tenemos familia afuera y queremos portarnos bien para tener algún beneficio o reducir la condena", menciona la mujer.
Bypass gástrico
Pilar Berríos, tras la muerte de su marido, estuvo sumida en una fuerte depresión que se vio reflejada en una terrible ansiedad que ha causado estragos en su cuerpo.
Al centro penitenciario de San Antonio esta mujer llegó pesando 165 kilos.
"Después que perdí a mi esposo el mundo se me vino encima. Como mujer nunca me preocupé de mí, siempre estaba pendiente de los demás y el tema de mi peso nunca lo consideré", cuenta Berríos, quien hoy se encuentra feliz luego de perder 25 kilos, gracias a sus amigas y personal de gendarmería, quienes controlan estrictamente su alimentación.
"Estar acá, como te dije hace un rato, es darme una segunda oportunidad, porque me estoy preocupando de mí. Hoy quiero estar mejor de salud, porque hace pocos días fui a hacer yoga y terminé muy adolorida, además, me dio pena, rabia, impotencia al no poder hacer todos los ejercicios. Quiero bajar de peso y hacerme un bypass gástrico y ojalá que alguien me ayude", culmina. J