Esperanza Vergara es una joven sanantonina de 18 años que lleva un nombre cargado de sentimientos y emociones, pero por sobre todo, con una fuerza por vivir que pocas personas tendrían en su lugar.
Su madre, María Úbeda, ha sido testigo y acompañante de este largo camino que ha tenido que recorrer junto a su querida hija. Esperanza hace dos años vive con una herida abierta en su estómago, producto de una mala operación.
Esta tierna niña, que se encuentra postrada, sufre de hidrocefalia y siete otras enfermedades que la han tenido viviendo casi toda su vida en hospitales y soportando más de 30 operaciones.
"Ella quiere vivir. Muchas veces me han dicho que está agonizando, pero ella abre sus ojitos y continúa ganándole a la muerte", explica su madre, quien recibió una noticia que llena de esperanza y alegría su hogar, ese que está ubicado en calle Los Almendros.
Jaime García y Claudio Santis, ayudante técnico y arquero de San Antonio Unido, respectivamente, se pusieron en contacto con la Fundación Deportistas por un Sueño, entidad que busca que los niños y jóvenes con enfermedades terminales vivan sus últimos días con mayor dignidad.
Una de las integrantes de la agrupación es Sandra Corrales, quien tras una serie de gestiones logró que el hospital Barros Luco acogiera a la sanantonina.
"El profe Jaime García, que es director de la agrupación, nos contactó para que viésemos el caso de Esperanza y de inmediato recibimos el apoyo de los árbitros. Nos pusimos en contacto con Pablo Pozo (presidente del cuerpo arbitral de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile) y él nos dijo que se hacían cargo del costo del traslado. Es decir, para pagar la ambulancia que la trasladará", describió.
Esta ayuda ha sido un verdadero alivio para María, quien ha pasado dos largos años viviendo en la incertidumbre de no saber si su hija amanecerá con vida o no.
"Creo que he golpeado mal las puertas. He pedido ayuda por todos lados y siento que no me han querido ayudar. Sin mentir, estos chicos en cosa de minutos tenían todo listo para trasladar a mi hija, este gesto tan lindo y esperanzador siempre se los voy a agradecer, tanto al profesor Jaime como a los amigos de Deportistas por un Sueño", dijo. J
l María Úbeda, madre de Esperanza Vergara, una joven de 18 años que sufre de hidrocefalia y además tiene una herida en su abdomen hace dos años, no dejó de agradecer el gran apoyo que han demostrado todas las personas que han permitido que su hija sea trasladada a Santiago para que le brinden una mejor atención. "Es una gran felicidad, porque al fin mi hija podrá ser atendida y no sufrir tanto", mencionó.