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Nahuel Oviedo, el "Tigre" que a punta de goles busca el histórico ascenso de San Antonio Unido

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Nahuel Oviedo Bentancourt camina por la costanera de la playa Chica de Cartagena. Con su metro y 84 centímetros no pasa desapercibido entremedio de los pocos turistas que van quedando en la provincia de San Antonio. Incluso uno pregunta si es modelo, mientras el goleador posa para la cámara fotográfica de Sergio Riveros.

Con su acento argentino tan marcado y un vozarrón tan característicos de los habitantes de Buenos Aires, el ariete de San Antonio Unido se sienta en una de las bancas de aquel balneario. Al frente se encuentra el inmenso mar, arriba está el sol calentando el día como pocas veces lo hizo durante el verano.

La mañana está ideal para un short, una polera y una toalla para tomar sol y luego lanzarse a las aguas cartageninas, esas que tanto encantan a Nahuel.

"Me ha fascinado el país, sus paisajes y Cartagena es muy lindo. Sus casas, la gente, todo anda bien acá y tener este mar es increíble", dice el artillero.

Oviedo llegó a la escuadra que dirige Luis Musrri a principio de año. Para el ex Universidad de Chile, el fichaje del trasandino se convirtió casi en una obsesión. El ex volante azul sabía de las características de este delantero y no se equivocó.

El "Tigre", que es la traducción de Nahuel del Mapudungun al Español, registra ocho goles en ocho partidos jugados. Dos de ellos los ha convertido en calidad de visitante, mientras que los otros seis han desatado la locura de los cientos de hinchas lilas que han repletado el Doctor Olegario Henríquez, donde, precisamente, el pasado sábado fue la figura en la victoria de San Antonio Unido por 3-1 ante Deportes Valdivia: el argentino se matriculó con dos anotaciones, lo que le valió salir ovacionado cuando lo sustituyeron.

"La verdad es que estamos cada vez más cerca del ascenso y queremos lograr ese objetivo, sobre todo por la gente que viene siempre a apoyarnos", dijo tras el compromiso de la fecha número 27 del torneo.

Con este triunfo, el SAU es líder exclusivo del campeonato de Segunda División con 59 unidades, tres más que Puerto Montt y a cinco fechas que concluya el certamen parece que llegar a Primera B más que un sueño es una realidad.

con una humilde lata

Villa Ortúzar es uno de los tantos barrios que componen la metrópolis de Buenos Aires. Allí Nahuel comenzó a dar sus primeros pasos junto a un balón.

Con sus amigos pasaban todo el día jugando a la pelota en la plaza del sector, e incluso, en varias ocasiones se entretenían durante horas chuteando una lata.

"La pasión con que se vive el fútbol en Argentina es tremenda. Muchas veces con tal de jugar, lo hacíamos pateando una lata", confiesa.

Hijo de Zulit Betancourt y Carlos Oviedo, el pequeño Nahuel a muy corta edad pasó a formar parte de las series infantiles de Argentinos Juniors.

Allí comenzó a destacar en cada una de las categorías menores hasta que el Club Atlético Huracán fichó a Oviedo. En el Globo destacó por su potencia, envergadura física y poder goleador: tres aspectos que lo llevaron al primer equipo.

"Es inolvidable aquel momento cuando debutas. Recuerdo que estaba jugando en el equipo reserva y me estaba yendo bastante bien. Estuve entrenando con el plantel en dos oportunidades y me había tocado ser banca en dos ocasiones. Era un gran paso, pero debutar lo veía muy lejano. Había jugadores de mucha jerarquía como el (Ángel) 'Matute' Morales y el (Rolando) 'Roly' Zárate".

Pero como ocurre en la mayoría de los casos, una lesión de un compañero fue la oportunidad que le puso el destino para debutar con los colores de su equipo.

"Concentré con el equipo como en las otras oportunidades. Me fui a dormir y al día siguiente veo en la pizarra al equipo que iba jugar y ahí estaba mi nombre. Nunca me lo esperé. Resultó que Zárate se había levantado con molestias y el profe me había puesto a mí como titular. Ese día mi familia fue al estadio y cuando me vieron en cancha se sorprendieron, porque ni siquiera me dio tiempo para avisarles", añade el ariete.

Por esos años Miguel Ángel Brindisi era el adiestrador de "El globito" y para Oviedo esa muestra de confianza que le dio su entrenador fue "muy importante, porque debutar en Primera es muy complicado. De todos los compañeros que tuve, solo dos o tres lo hemos conseguido".

TRES MESES para el olvido

Cuando Nahuel comenzaba a hacer realidad todos sus sueños, se vio involucrado en un hecho policial que sin duda lo marcó como jugador de fútbol. Incluso reconoce que hay un antes y un después luego de estar tras las rejas.

"Veníamos de un boliche, era un sábado temprano. Nos estábamos yendo con un amigo para la casa y nos cruzamos con dos pibes que los conocíamos y nos frenamos con el coche para saludarlos. Luego continuamos y nos paró la policía, porque nos habían visto con ellos", describe.

"Después que nos separamos de los pibes, estos intentaron robarle a la policía y arrancaron. Nosotros seguimos para la casa y de repente nos para la policía. Sin hablarnos, ni preguntarnos, nos metieron para adentro. Ni siquiera sabíamos qué estaba pasando. Uno pedía explicaciones, pero no nos decían nada. La policía pensaba que andábamos con ellos. Estaban confundidos. Nos encerraron, porque gente nos vio con estos pibes", agrega.

El jugador fue acusado de agredir a una mujer policía a la que le sustrajeron el arma, el chaleco antibalas y la tonfa. Finalmente la justicia argentina, luego de 90 días, declaró inocente al delantero de Huracán.

-Yo creo que las cosas pasan por algo. Lo pasé mal, porque no estaba acostumbrado a estar en una cárcel.

-Esto me ayudó a crecer, a valorar las cosas y a los amigos que tengo. Me di cuenta de quiénes son las personas que están conmigo en las buenas y en las malas. La familia estuvo siempre conmigo y eso nos unió más.

-La verdad es que sí. Los periodistas para rellenar páginas y para hablar por tv agrandan más las cosas y no se dan cuenta que uno tiene familia y sufre. Me dolió todo lo que pasó, pero siempre estuve tranquilo, porque sabía que era inocente.

-Siempre me apoyaron, porque sabían que decía la verdad. Estoy agradecido del club, porque nunca me soltó y me apoyó en todo momento.

Luego de los tres meses, Oviedo se reintegró a los entrenamientos de su nuevo técnico, en quien encontró una nueva oportunidad para volver a lo que tanto ama.

"Siempre voy a estar agradecido del 'Turco' Mohamed. Conversamos de lo que pasó y me dijo que me concentrara en las prácticas. A las dos semanas volví a jugar en Primera y a ser titular", menciona.

Tras la salida de Mohamed llegó a la banca Néstor Apuzzo, quien sin pelos en la lengua le reconoció a Oviedo que traería otros delanteros.

"Con tal de jugar preferí bajar de categoría e irme a Sportivo Italiano. Allí jugué y me fue bien. Cuando se dio esta oportunidad del SAU, la aproveché", explica el ariete lila, quien luego de conversar largamente con Musrri decidió dejar su país y alejarse de su familia para vestir la camiseta lila de San Antonio Unido.

"Me vine a Chile con el objetivo claro que este equipo tenía que ascender, así que tengo solo eso en la cabeza y esperamos como equipo cumplirlo, porque confío en mí y en mis compañeros ", culminó el Tigre. J

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