Jorge buscaba desesperadamente a su mujer entremedio de un tumulto de gente que había llegado, el pasado viernes, al casino del Pacífico de San Antonio. Luego de un largo tiempo, y cuando muchos de los apostadores lo miraban con cara de qué le pasa a este tipo, logró encontrarla. "Mi amor, me gané 52 millones de pesos", le dijo.
Jorge vive en Melipilla junto a su esposa y tiene dos hijos. No se reconoce ludópata, pero sí viene una o dos veces al mes a San Antonio para apostar en las máquinas del casino.
"Más que jugar, me gusta el ambiente. La buena onda de los que van al casino. Además, es barato en todo sentido. Precio de la entrada y de tragos, también los shows son muy entretenidos", cuenta este hombre de 56 años.
El viernes llegó junto a María hasta el recinto ubicado en el mall Arauco San Antonio. No fue fácil convencerlo, porque su señora hace varias semanas le había dicho que quería visitar el lugar y jugar un par de fichitas, pero él se había negado.
"Hace 4 años que estoy cesante y junto con mi familia hemos sobrevivido a puros pitutos y al trabajo de mi mujer", cuenta Jorge, quien, finalmente, consintió a su querida mujer.
"Me conseguí un autito con un amigo y nos fuimos para San Antonio. Llegamos al casino y mi mujer me pasó 20 mil pesos para jugar. Ella se fue a las máquinas y yo a otras", describe. Se sentó en varios puestos, pero algo le decía que no jugara, hasta que se inclinó por ir a jugar póker para cambiar el dinero por fichas.
"Había dos jugadores en la mesa. En las dos primeras manos no gané nada y perdí 2 mil pesos en cada una. En la tercera mano saqué un par de kaiser, en la cuarta, un par de ases. En ese momento se paró uno de los que estaban en la mesa y se retiró", describe para luego agregar que "ahí pensé en retirarme. Quedé mirando a la niña y le dije: 'te tengo fe y me tengo fe, así que juego esta y me voy".
La crupier le entregó las cartas a Jorge. Él las vio y era un Jóker, As y K de diamantes. "Cuando vi las cartas no me tenía fe. De hecho saqué dos mil pesos de la apuesta. Luego la niña tira la carta Q de diamante a la mesa y yo dije aquí gano algo, porque estaba formando color. Cuando tiró la otra carta se me salió el corazón. Era un 10 de diamante. Y dije tengo color. La niña me dijo lo felicito y el tipo del lado dijo: 'no, usted tiene escala real'".
Cuando vio los 52.799.655 millones de pesos, "no lo podía crear. No atiné a nada. Les dije que me esperaran para ir a buscar a mi señora. Partí a buscarla a puro grito por el casino hasta que di con ella. Estábamos felices".
-Jajajaja. Sí, muchos, pero a felicitarme, solamente.
-La verdad es que lo primero que hice fue pagar la gran cantidad de deudas que tenía. Quedé cesante hace cuatro años y antes que me echaran del trabajo había pedido unos préstamos que no había podido pagar. Por eso lo primero que hice fue ir a pagarlos. No me queda casi nada, pero bueno...
-Sí, de todas maneras. Celebré con mi familia con un asadito y luego al banco. Es que es un calvario estar endeudado, pero uno tiene un angelito en el cielo que lo ayuda.
-Hace 22 años, se me murió un hijo. Se llamaba Julio y tenía 10 años. Una camioneta lo atropelló. Ha sido una gran pena con la que he tenido que vivir. No hay duda que él nos vigila, nos cuida y nos ayuda.
-Lo máximo que he apostado son 40 mil. No soy ludópata, incluso, cuando había ganado en otras ocasiones me había ido para la casa para no perder el dinero. Quiero dejar de jugar. Igual voy a ir al casino, solamente a pasarla bien. J