Joven estudiante sanantonino ganó la oportunidad de su vida y ahora aprende en Canadá
Cuando el sanantoninos Fernando Lizama (16) tuvo la oportunidad de irse a estudiar a Canadá no lo pensó dos veces. El alumno de tercero medio del Colegio Gabriela Mistral es uno de los cuarenta jóvenes del país que fueron becados por Corfo para estudiar en el extranjero, y uno de los dos beneficiados de la región con el mismo programa.
Cambiar el puerto de San Antonio por Calgary, del otro lado del mundo, no fue una tarea fácil para Fernando. No sólo extrañaba a su familia y a sus amigos, sino que también debió adaptarse a una sociedad y a un modelo educacional totalmente distinto.
Se hospeda con una familia seleccionada por el programa Pinguinos sin Fronteras y asiste al William Aberhart High School, uno de los cinco mejores colegios municipales de ese país.
"El sistema escolar canadiense es muy distinto a la educación chilena. A pesar de poseer las mismas horas pedagógicas, sólo entrega 4 asignaturas por alumno. En mi caso tengo 2 asignaturas obligatorias (Impuestas por Corfo): Inglés y Matemáticas, y 2 asignaturas a elección, Gestión Financiera y Educación Física", cuenta el joven, quien en San Antonio también se ha destacado como director de la Brigada Juvenil de la Segunda Compañía de Bomberos.
Cuando se enteró en Canadá que cuatro estudiantes de la comuna puerto estaban en proceso de postulación al mismo programa, no perdió la oportunidad de contar su experiencia y alentarlos a no desperdiciar la "maravillosa experiencia", que desde Canadá contó a Diario El Líder.
-Bueno, había escuchado de este programa hace unos años. Lo vi en las noticias y lo encontré fantástico. Durante ese año pensaba en viajar de intercambio a otro país, pero después de unos meses ya me olvidé del tema. Tengo que agradecer a mi colegio, pues si no fuera por ellos yo no estaría aquí. Gracias al buen puntaje que obtuvo en el 2012, nos dieron la oportunidad a postular a 4 alumnos.
-La verdad nunca pensé que iba a ser un beneficiario del programa. Cuando recibí la noticia que iba ser un Pingüino sin Fronteras, acepté sin dudas, y decidí emprender este viaje pensando en mi futuro. Este programa me ayudaría a ampliar mi visión del mundo, conocer una nueva cultura, una sociedad completamente distinta.
-Ésta beca cubre traslados desde la ciudad de origen hasta la ciudad de destino, una noche en el hotel Holiday Inn de Santiago (para pinguinos de regiones), selección de familia receptora, el costo de la colegiatura y matrícula correspondiente por un semestre, alojamiento por todo el periodo de estadía de 6 meses, contrato del seguro de salud y una mesada de 200 dólares canadienses.
-Durante la charla que nos dio Corfo, nos explicaron a qué nos íbamos a enfrentar: los primeros meses iba a ser difícil, pero que con el tiempo se transformaría en algo inolvidable. Durante este periodo aprendes a ser independiente, a valerte por ti mismo, no estar bajo el amparo de tus padres si tienes algún problema.
No esperen que la sociedad los integre, ustedes deben integrarse, conversar con las familias, con sus compañeros de clase
-Tanto a los demás pingüinos como a mí, nos ayudó mucho. Pues si vas al colegio y llegas a la casa a encerrarte, el canadiense respetará tu decisión, no te dirá nada y seguirá su camino.
-Los canadienses son amables y te ayudarán si tienes un problema. Por ejemplo, un día salí a recorrer la ciudad, mientras caminas la gente te saluda, te pregunta cómo estás y sigue su camino. Si necesitas encontrar una calle, el canadiense se dará el tiempo para ayudarte a llegar al lugar que necesitas.
-A pesar que sean amables, son personas muy frías. Me costó acostumbrarme a saludarnos de la mano con hombres o mujeres. Creo que esa es una de las cosas que extraño de Chile, pues nos caracterizamos por ser alegres, bromear, salir a jugar a la calle, eso no pasa en Canadá.
-La sociedad canadiense respeta mucho el tiempo familiar. El chileno un fin de semana sale de su casa a compartir en plazas o centros comerciales, mientras que el canadiense prefiere quedarse en casa viendo una película, con juegos de mesa o compartiendo una conversación en su cuarto familiar.
-Un aspecto que me llama mucho la atención de la sociedad canadiense, es que aman a su país. Las casas están con sus banderas, la gente usa vestimenta referente a su país, son muy nacionalistas. Mientras en Chile, sólo nos acordamos que somos chilenos el 18 de septiembre o cuando juega la selección.
-Me ha llamado mucho la atención que en las ciudades canadienses, los espacios están muy bien administrados. Calgary teniendo mucha más superficie que Santiago y sólo tiene 1 millón de habitantes, mientras que Santiago alcanza casi los 7 millones de personas. El transporte público es muy eficiente, Calgary cuenta con 2 líneas de trenes que cruzan la ciudad y se encuentran en el centro. Además de un sistema de buses muy eficaz.
-El clima fue un tema aparte, Calgary es una ciudad muy fría, como gran parte de Canadá. En mis primeros días de estadía las temperaturas bajaban hasta los -18 grados, mucha nieve y por momentos viento. Hace unos días entramos en primavera, las temperaturas empiezan a subir y algunos días alcanzan los 15 grados.
-Me he contactado con mi familia vía Skype, todos los días por unos 20 minutos. Les cuento cómo es la ciudad, qué es lo nuevo que descubrí y quedan tan maravillados como yo. Sólo me dicen que aproveche esta oportunidad, que disfrute, conozca y por supuesto que estudie.
-Que no bajen los brazos, con mucho estudio y esfuerzo los sueños se pueden hacer realidad. J