Se declara un telemaníaco, aunque antes de asumir como coach de la versión chilena de "The Voice" evitaba ver los programas de talento. No le gustaban. Sin embargo, la propuesta le llamó la atención al músico local, Álvaro López.
"Éste es un súper bonito desafío. Es muy extraño para mí todo. Yo no pertenezco al mundo de la televisión necesariamente, a pesar de que tengo muchos amigos. Estoy muy entusiasmado", expuso.
-Si no hubiera notado la diferencia que hay con este proyecto, no me hubiese metido. Esa es la diferencia. Hay un enfoque muy distinto, el nivel artístico y vocal es realmente impresionante. No se cae en ningún momento. Está enfocado en la música, en las sensaciones. El formato del programa permite mostrar o ayudar con lo que tenemos en base a las sensaciones que vamos teniendo con las canciones. El programa está hecho en un formato bien honesto, donde lo que la gente tiene es lo que realmente está pasando en el estudio. Me tiene súper contento. Todos esos elementos me hicieron decir que sí al momento de que me llegó la invitación. Aparte que me encontré con un equipo a toda raja.
El formato de "The Voice" es distinto a los otros programas de talento. Los jueces están de espalda al escenario y solo escuchan la voz del concursante. Nada entra por la vista, sino que por el oído. Las historias de vida no son lo más llamativo.
"Nosotros hasta ese momento no podemos saber nada del participante, ni cómo se llaman, su nombre, su cara, su historia, nada de nada. Con lo único que nos encontramos es con el sonido llegando a nuestros oídos. Eso se vuelve súper real, de sensaciones y partir desde eso ya marca una diferencia completamente con todo lo que se ha hecho antes. Lo encuentro bacán", señaló.
Sorpresas
El no haber participado nunca en un programa de estas características le aporta frescura a su rol de coach. Es más, López aseguró que entregará algo que nunca se ha visto, "en el sentido de que el tipo de cantante, de voces, no son en general lo que a mí me traspasen y me emocionen. Aportaré mi forma particular de ver la música, el cómo cantar, echar afuera la voz. Eso me entusiasma mucho", dijo.
-Jajajá. Somos todos mala onda aquí, sobre todo ese tal Franco Simone. Jajajá, no, no, no. De hecho eso me gusta mucho del programa, que está enfocado en levantar siempre al participante, aunque sea eliminado, aunque nadie lo elija. Siempre el leseo o el bullying va a ser entre nosotros. Pero frente al participante nunca se le echa para abajo, nunca se lo usa para algo más televisivo ¿me entiendes? No es una cosa donde se tenga que hacer sentir mal al participante para ganar rating.
-Exacto y frente a eso voy a tratar de ser lo más mala onda posible, jajajá. No, la gracia es que los coaches tenemos distintas personalidades y venimos de distintos mundos de la música. No te van diciendo que tienes que ser buena onda, mala onda o jugar un rol en especial. El "personaje" que te piden es ser tú.
-No sé, nadie me conoce en la vida real, jajajá. Esto es lo que me gusta del programa porque no es juzgar a las personas, sino que simplemente su voz, si te llega su música. Es su trabajo, no la persona. Obviamente, tras esas personas hay historias particulares, pero nosotros nos enfrentamos a las voces.
Álvaro López contó que actualmente están ensayando y grabando algunas cosas y también están a la espera de que llegue Franco Simone.
"A Luis Fonsi ya lo tenemos en Chile, de hecho es un personaje muy buena onda. Lo hemos pasado muy bien, hemos tenido un par de borracheras con los coaches, jajajá", concluyó. J