Hoy se cumplen 35 años de la tragedia más grande que hayan vivido los pescadores de San Antonio. El 10 de abril de 1980, cuando la dictadura asesinaba a miles de chilenos, el mar hacía lo propio y les arrebató la vida a 19 hombres de esta ciudad puerto.
Corina Silva, viuda del pescador Juvenal Esparza, dice que jamás pudo reponerse de la pérdida de su esposo. La desgracia para su familia fue mayor, ya que además la muerte se llevó a su cuñado Horacio Esparza, y al hijastro de este, José Barrera.
Esta mujer cuenta que aquella vez su esposo salió a pescar albacora en la lancha Calle Calle, que fue embestida por un temporal a la altura de la caleta de Duao, en la costa de la Séptima Región.
"Como al mes encontraron un cuerpo, pero como mi cuñado y mi esposo eran muy parecidos físicamente, nos dijeron que era de mi cuñado Horacio, aunque quizás era mi marido", recuerda Corina.
Sergio Esparza, uno de los cuatro hijos que tuvieron Juvenal y Corina, recuerda que su padre salió de San Antonio con una "mar muy calmita". Sin embargo, las condiciones de tiempo empeoraron hacia el sur y los pescadores de al menos tres embarcaciones perdieron la vida. "De un día pa´otro vino un temporal, pa´que le cuento cómo los pilló a ellos. En ese tiempo no había la tecnología en las comunicaciones que hoy tenemos", señala Sergio Esparza.
"Sufrimos harto, porque dependíamos del papá. Además nadie está preparado para perder al padre, éramos cuatro hermanos y siempre esperamos que él llegara. Mi taita se sacaba la cresta por nosotros", confiesa Sergio.
"Esto es lo más triste que he vivido", declara Corina Silva, quien también rememora que su yerno Enrique Véliz murió de hipotermia, en 1996, cuando salió a pescar reineta y naufragó en el bote "Tritón"
Junto a Juvenal y Horacio Esparza, en la lancha Calle Calle iban Manuel Colipai, Juan Colipai, José Barrera, Rigoberto Pacheco y Manuel Jesús Cabrera.
Otras de las lanchas que zozobraron ese 10 de abril de 1980 fueron La Foca y El Calipso, La Clara. Las 19 víctimas son recordadas en una placa que está instalada en el Cementerio Parroquial de San Antonio.
Hoy, Corina y su hijo Segio trabajan unidos para atender el local "La Sirenita", en el Mercado de Esfuerzo y Trabajo, donde sus ojos miran el mismo mar que les quitó al patriarca de la familia, una de las más antiguas y queridas de Cerro Alegre. J
l A las 19.00 horas de hoy, en la Parroquia de San Antonio, se oficiará una misa para recordar a las 19 víctimas del naufragio que el 10 de abril de 1980 provocó consternación entre los sanantoninos.
"Esperamos que vayan los familiares de todos los pescadores, especialmente los compañeros de labores de los que murieron", dijo Corina Silva.