José Gutiérrez, el cuequero y cantor a lo divino que quiere mantener viva la tradición
Si usted piensa que el folclor sólo se manifiesta para las Fiestas Patrias, permítame decirle que está en un inmenso error. Hay cientos de personas que se esmeran día a día por mantener vivas las tradiciones y costumbres chilenas a pesar del desinterés de las nuevas generaciones.
Uno de esos ciudadanos preocupados es el sanantonino José Gutiérrez, un histórico dirigente del "Club de Cueca Estribos" y avezado cantor a lo divino.
Luego de siete años como presidente de la organización, en los próximos días dejará el puesto de presidente a quien sus integrantes determinen democráticamente como su sucesor.
La nueva cabeza de "Estribos" no tendrá una tarea fácil. Deberá seguir la exitosa senda emprendida por José, quien en tres periodos al mando consolidó al club como uno de los más importantes de la zona y como un referente del baile nacional en el puerto.
Cuando la municipalidad local cumplió 112 años, dedicó junto a sus compañeros y otras agrupaciones folclóricas, un número igual de pies de cueca en honor al aniversario de la comuna. Con el paso del tiempo la celebración se convirtió en una costumbre arraigada que se apronta a su novena versión este 2015.
Además de ser un experto exponente de la danza criolla, José también dedica versos a la virgen y a los santos como cantor a lo divino. Ninguno de estos conocimientos ha sido espontáneo. Es fruto de una historia de vida estrechamente ligada al campo, donde aprendió desde que era un pequeñito a ser un chileno de tomo y lomo
Cuenta que comenzó a dominar los pasos de cueca cuando tenía sólo cuatro años de edad -aprenda senador Lagos Weber- y que gracias a sus abuelos también adquirió el arte de la trilla a yegua suelta, el arado con bueyes y caballos y otra larga lista de tareas que se hacían en la zona campestre hace más de medio siglo.
cuequero eterno
Este padre de tres hijas y oriundo del fundo las Maravillas de San Juan, recuerda entre risas sus primeros años en lo que hoy es el condominio Altos de Santo Domingo.
"Me crié en esas partes, esos cerros. Soñé alguna vez con ver un vehículo transitando por allá en el año 1965 ó 1968. Con suerte había tractores y hoy en día hay tremendas mansiones", rememora con nostalgia.
-Yo soy huaso de chico. Lo digo con orgullo. Nacido y criado en el campo de San Juan y sanantonino de corazón también.
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-Sí, yo ahí estaba con mi madre y mis abuelos también, que tenían todas las tradiciones del campo. A los cuatro años me enseñaron a bailar cueca. Después aprendí en el club de cueca a tener un poco más de técnica, aunque hasta hoy día bailo un poco "chancao", al estilo más campesino.
campesino eterno
José recuerda con alegría su infancia en las tierras del desaparecido Félix Vergara Vicuña en la localidad de San Juan. Mientras su abuelo, un antiguo inquilino del fundo, hacía su trabajo de cuidar ganado, sembrar y cercar, entre otras tantas, él también colaboraba con lo que fuera necesario. Son tiempos en que los niños no tenían muchas posibilidades de jugar.
"Andaba a los cinco años corriendo con una onda y espantando a los pájaros para que no comieran el trigo. A los siete años ya andaba enyugando bueyes para arar y después más adelante con el caballo", dice el folclorista.
"De chico ensillaba el caballo y me iba río arriba, recorrí toda esa zona desde bien chico", agrega.
-Por ahí de vez en cuando corría en pichanguitas, pero lo de corralero me queda muy grande.
Después que salió del campo José se desempeñó en múltiples tareas. Fue cobrados de las micros, chofer de buses y camiones, pero lo que nunca dejó fue su amor por el folclor. "Lo llevo en la sangre", señala con orgullo.
Pertenece a la Agrupación Angelitos de Santo Domingo, donde es uno de los cantores a lo divino más jóvenes del grupo con 54 años. Con ellos sale a dedicar versos y oraciones a la virgen, a los santos y a los fallecidos. Una tradición de campo chileno que está en serio peligro de extinción.
"Yo diría que hay interés de la gente más mayor, que lo han visto más, pero en la gente más joven diría que es uno por mil. Es lamentable que se vaya a perder algo tan bonito", reflexiona.
LOS ESTRIBOS
Evitar el olvido de las tradiciones y del folclor es precisamente uno de los objetivos que ha tenido José Gutiérrez desde que se inició como dirigente.
"Hay muchas organizaciones preocupadas del folclor en San Antonio que tratan de mantenerlo vivo, de fortalecerlo. Pero mi meta es más allá de mantenlo vivo, mi meta es cultivar el folclor en la gente", explica.
A penas se convirtió en secretario y luego en presidente del Club de Cuecas "Estribos" comenzó a trabajar para dar a conocer al grupo que hoy reúne a cerca de 45 personas.
"Logré varios objetivos. Que se diera a conocer por ser un club muy disciplinado y un conjunto de canto, que es el único que tiene un grupo así en la zona de San Antonio", asegura.
"Eso no dio harto realce, recorrimos por todas partes. Fuimos a Pirque, Calera, acá en la zona estuvimos en Cuncumén…" y así sigue con una larga lista de pueblos y ciudades.
"Tengo que destacar un tremendo apoyo del Departamento de Cultura de la Municipalidad de San Antonio, que me siempre me aguantaron mucho, porque hinché mucho para que nos ayudaran y siempre lo hicieron. No puedo perder la oportunidad de hacerlo", dice.
"Ha sido un periodo muy lindo por todo lo que hicimos como agrupación y lo que logramos, de mostrarnos y de mantenernos unidos haciendo esto que nos gusta tanto. Todos los que estamos en esto es porque realmente nos anima y nos alegra salir a bailar cueca", añade.
-Si hay harto interés, siempre de la gente mayor creo yo, y de los niños que se motivan, pero después son pocos los que sigue bailando o cercanos al folclor.
Hoy dedicado a la maestranza, de hecho le hacemos esta entrevista mientras arregla el techo de una casa en Barrancas, y al transporte, sigue con las mismas energías de siempre tratando de concretar su misión en el mundo de la tradición.
-No sabría decirlo, de repente sí, algunas cosas; otras veces no, pero de todas maneras hay que mantener esa lucha de cultivar el folclor en la gente. J