Poco entusiasmo en Puerto Montt

La gran final entre Puerto Montt y San Antonio Unido parece que a pocos puertomontinos les importó.

En las horas previas al partido, nadie hablaba de este compromiso. Incluso muchos habitantes decían no ser amantes del fútbol. Raro.

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Celebración pasó colada

El 4-0 con el que Puerto Montt le ganó al SAU, parece a que a muy pocos les importó.

Sólo un centenar de hinchas llegó a la celebración que se hizo en el centro de la ciudad. Un par de gritos y la fiesta terminó. Hay que reconocer que la noche estaba bien helada.

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Hablan cantado y de buen trato

Bastaba únicamente con hablar con un guardia del terminal para darse cuenta de ese acento tan cantado que tiene la gente del sur.

Nada de malo, por el contrario, es un placer escucharlos, porque es gente de buen trato y con una amabilidad que sólo en el sur de nuestro país pueden dar.

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"¡Quiero un baño, por favor!"

Un colega, aprovechando que los precios de las comidas eran más que convenientes, no halló nada mejor que anotarse, a la hora del almuerzo, con una exquisita paila marina y un buen trozo de salmón acompañado con papas fritas.

Los contundentes platos le pasaron la cuenta al reportero, quien llegó al límite de la desesperación buscando un W.C. Lo halló en el momento justo.

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La nave, un viaje a la exquisitez

El tradicional restorán La Nave, ubicado en el centro de Puerto Montt, es una picada de esas antiguas. Precios baratos y platos contundentes. Otro reportero gráfico, que es regalón de la olla, incluso, tras devorarse estos alimentos, llamó a su esposa para contarle de este descubrimiento y le prometió llevarla hasta este conocido lugar.

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El frío se pasa con tinto

La hinchada de San Antonio Unido llegó en masa hasta Puerto Montt. Lo que no consideraron fueron las bajas temperaturas que se registraron a la hora del partido. Para escaparse del frío, un cortito de tinto a la hora de almuerzo fue el mejor abrigo que encontraron. J

Cuando el partido iba 4 a 0 a favor de Puerto Montt ante San Antonio Unido y quedaban pocos minutos para el final, el rostro del presidente del equipo lila, Miguel Díaz, reflejaba varias sensaciones.

Se podía apreciar resignación, pero también el convencimiento de que el SAU está para pelear por algo importante, que tiene con qué dar que hablar, tal como lo hizo durante todo el campeonato al que llegó dignamente a disputar la final.

El resultado negativo nadie lo discute, pero es el momento de dar un impulso para hacer un balance y comprometerse en una senda que lleve a los lilas al fútbol grande.

"San Antonio demostró que tiene capacidad para hacer cosas grandes. Está en sus líderes que puedan orientarlos y que puedan llegar a esos objetivos. Con todo lo malo que ha pasado hay que aprender la enseñanza que deja esto con el propósito de mejorarlo y lograr los objetivos que son altamente alcanzables", dijo el dirigente en un contacto con Diario El Líder momentos antes de emprender el regreso a este puerto desde la capital de la Décima Región.

reconocimiento

En las palabras de Díaz la derrota estaba asumida. "El equipo adversario fue tremendamente superior al nuestro basados en que nosotros no fuimos capaces de contenerlos y desde mi punto de vista, nos falló una estrategia que creo que no se consideró, para mí eso es relevante. No estuvimos preparados para contener la avalancha de jugadores que se preparó en Puerto Montt".

Consultado respecto de la etapa instituional que espera a San Antonio Unido, el mandamás lila contestó que "si hacemos una campaña importante para entrar a clasificar desde el inicio, no deberíamos tener contratiempos, porque el campeonato lo perdimos a mitad de año".

"Lo perdimos en las desaplicaciones que tuvimos antes de llegar a este partido porque nosotros podíamos haber llegado con un punto más siendo campeones. Tenemos que buscar mejores elementos en lo futbolístico y elaborar mejores estrategias", aseveró Miguel Díaz. J

lMiguel Díaz también tuvo espacio para la autocrítica: "primero hay que reconocer que estábamos muy solos, que una institución de este nivel no se puede hacer a través de tres o cuatro personas. Tiene que hacerse con mucha más gente, porque hay muchas tareas por realizar, hay toda una serie de jóvenes que se deben atender".

Agregó que "debemos hacer que lleguen más personas a ayudar y no importa de donde vengan. La gente de San Antonio así como exige resultados también debe comprometerse a ayudar. Esa es la autocrítica, no sólo para el directorio, sino para la comunidad en general. La gente debe estar no sólo cuando las cosas son fáciles, sino que hay que estar cuando sean difíciles".

l La pregunta obligada era saber si Miguel Díaz seguirá o no al mando del SAU. El presidente endurece la voz y señala que "hablar de eso ahora es ser bien cobarde. Los hombres bien hombres llevan los pantalones bien puestos y las cosas no las dejan a mitad de camino. Los cobardes abortan".

"Nosotros llevamos los colores de San Antonio y tenemos que defenderlos. Vendrán otros, pero yo nunca me iría de la institución, porque si no puedo ser presidente voy a estar atrás siempre ayudando, porque la institución tiene que seguir".

"Yo soy un hombre de orgullo y mis tareas nunca las dejo inconclusas". J