Una luz apareció para Esperaza, esta semana la podrían operar
En marzo, San Antonio y el país conocieron la terrible situación que vivía María Úbeda y su hija, la pequeña Esperanza Vergara, luego de que una supuesta negligencia médica la dejara viviendo con una herida abierta en el abdomen por más de dos años. En este día tan especial, esta abnegada madre por fin comenzó a encontrar la felicidad, ya que durante la semana operarían a la pequeña que, también, sufre de hidrocefalia.
"Estoy muy feliz, están haciendo todas las evaluaciones primero y después, yo creo el martes o miércoles, van a decirme el día que la operan, porque la opción es cerrar la herida, van para ese lado, aunque no puedo decir nada todavía hasta que salga todo bien", dijo la llolleína.
María está esperanzada y eso se le nota en la voz, "estoy muy feliz, porque por fin esto va a terminar y me voy a poder ir con ella en silla de ruedas, podremos hacer nuestra vida de nuevo y ella podrá ver tele en el comedor, como es su sueño", contó con emoción la mujer.
Esperancita llegó al Hospital del Salvador el lunes de esta semana y desde ese momento fue atendida por un grupo de siete médicos, especialistas en las ocho enfermedades que sufre la pequeña de 18 años. "Inclusive están preparando una sala especial para operarla, porque es una intervención muy complicada", explicó María.
La pequeña está internada en la unidad de mujeres del hospital santiaguino. "Acá me he hecho amiga de las tres abuelitas que están internadas y también de la señora que está hospitalizada. Conversamos y se me pasa el día", dijo la mujer.
María está todo el tiempo con su hija, ya que no tiene donde quedarse, pero eso no le preocupa. "No me he movido del lado de mi hija, duermo acá al ladito de ella, en un sillón y me dieron permiso para bañarme aquí también", dijo.
"Tomo un tecito en la mañana y, al almuerzo, como cuando tengo hambre, pero yo soy de puro tecito. Mis hijos vienen día por medio a traerme ropa y a ver a su hermana, porque igual es pesado viajar todos los días, pero yo estoy feliz porque por fin ella está mejor", agregó la mujer.
A pesar de su alegría, María reconoció que todavía no supera los problemas emocionales que las complicaciones de salud de su hija le trajeron. "En estos días me vinieron dos crisis, pero me fui corriendo a tomar las pastillas y las enfermeras me ayudaron, porque a veces me quedo sin aire, pero estoy mucho mejor, estoy feliz", contó la abnegada madre.
Hoy es un día especial para María. Sus hijos ayer la fueron a ver para que ella disfrutara el Día de la Madre con todos sus retoños. Esperanza, gracias a los cuidados y al cariño que está recibiendo en el hospital capitalino, inclusive pasó un par de días sin estar conectada al oxígeno.
"Hacía mucho tiempo que la Esperanza no respiraba solita y ahora ha tenido un par de días en que no ha necesitado respirador, porque tampoco ha tenido dolor. Es maravilloso", señaló la madre con la voz quebrada por la emoción.
Justo en el momento que Diario El Líder hablaba con María, la pequeña Esperanza despertó y quiso hablar también, para dar las "gracias a todos los tíos, porque me voy a ir para mi casa a ver tele al comedor y en la silla", explicó entrecortadamente, pero con mucha alegría la pequeña. J
l María quiso agradecer a todas las personas que le demostraron su apoyo de diversas maneras y que gestionaron la atención de su hija por este grupo de médicos cirujanos y enfermeras especialistas.
"Se tomaron muy en serio la enfermedad de mi hija y son muy profesionales. Además, dar las gracias a toda la gente de San Antonio que siempre nos apoyó, al concejal Ricardo García y a todos. De verdad, muchas gracias y ojalá nos puedan seguir apoyando con cadenas de oración para que todo salga bien", señaló la llolleína.