Joseph Blatter, reelegido ayer en segunda vuelta para un quinto mandado al frente de la Fifa, tiene retos importantes y urgentes para el período 2015-2019, entre ellos limpiar la imagen del organismo tras el escándalo de corrupción.

El suizo tendrá mucho trabajo, principalmente por la devastación que ha sufrido el ente en su imagen pública en los últimos días, tras la detención de miembros del organismo en Zurich, a apenas dos días de la elección presidencial.

Las justicias de Estados Unidos y Suiza emprendieron el pasado miércoles dos acciones distintas. Los primeros golpearon fuerte al pedir a los suizos las detenciones en hoteles de lujo de Zúrich, dentro de una investigación en la que el número total de imputados es de catorce.

La Fifa reaccionó suspendiendo provisionalmente a once personas de cualquier actividad en el fútbol, entre ellos Jeffrey Webb, uno de sus vicepresidentes, que luego fue expulsado de su confederación (Concacaf).

La fiscalía suiza también se incautó de documentos electrónicos en la sede de la Fifa en Zúrich, en el marco de un procedimiento penal por sospecha "de blanqueo de dinero y gestión desleal" referente a las atribuciones de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar.

qatar complicado

Uno de los temas que debe resolver Blateer tiene que ver con las condiciones de los trabajadores en las obras de preparación del Mundial 2022.

Amnistía Internacional acusa a Qatar de haber faltado a su promesa de introducir reformas en campos cruciales como el sistema conocido como "Kafala", que pone al empleado a merced de su empleador, como responsable de su visado y de su estado legal en el país. J