Extrañeza por dictamen sobre permisos de bingos
Víctor Águila tiene 84 años y ya perdió la cuenta de la cantidad de bingos a los que asistió durante su vida, "pero siempre han sido en beneficio de algo, por eso estoy tan preocupado por lo que pasó ahora con la Contraloría y con eso de que las municipalidades no van a poder dar más permisos", dijo el vecino de cerro Alegre.
A lo que don Víctor se refieres es al dictamen 31.24,1 que apareció el 22 de abril de este año, donde se dejó claro que los "municipios no se encuentran facultados para organizar o autorizar bingos, ni aún cuando estos tengan fines benéficos".
Este dictamen fue la respuesta que se dio ante el requerimiento del municipio de El Quisco, quien preguntó a la autoridad nacional si el consejo municipal tenía autorización para permitir el uso de recintos municipales para estas actividades, dar permisos para su realización u otorgar premios para un bingo.
La normativa agrega que solo la Presidenta de la República o el intendente pueden autorizar estas actividades y cayó como un jarro de agua fría a don Víctor y a los amigos con quienes asiste a jugar bingo, "ahora cómo uno va a ir a pedir permiso a la Presidenta o al intendente para realizar este tipo de actividades, es mucho. Yo sólo soy un jubilado del puerto que se entretiene con eso y le gusta ayudar a su comunidad", recalcó Águila.
Al preguntar al alcalde de la comuna puerto por este dictamen, Omar Vera, señaló que "todavía no nos ha llegado desde Contraloría. Hay que ver si es una instrucción perentoria y, como siempre, deberemos acatarla, pero no es bueno adelantarse a nada hasta que el documento esté en nuestras manos", explicó el edil.
Al consultar, vía telefónica a la alcaldesa de El Quisco, Natalia Carrasco, ésta declinó referirse al tema y remitió a un comunicado municipal realizado el 14 de mayo, donde no se expresa el punto de vista municipal. J
l La ley 19.995 regula los juegos de azar y los define como aquellos "cuyos resultados no dependen exclusivamente de la habilidad o destreza de los jugadores, sino esencialmente del acaso o de la suerte". Basados en esto y en la definición de la Real Academia de la Lengua Española que explicita que el bingo es un juego de azar, la Contraloría emitió su dictamen.