Era tan grande el amor que Javier Avello (12) sentía por el mar, que en su último adiós, sus familiares no dudaron en despedirlo frente a la playa de Cartagena, tal como él lo hubiera querido.

Su tía Jéssica Palma confiesa que desde pequeño fue fanático del mar y cada vez que podía se arrancaba junto a su abuelo a bucear.

Ayer en su despedida, luego que Javier decidiera quitarse la vida, una gran cantidad de personas llegó hasta la calle Los Navíos en la población Arellano, para acompañar a la familia del menor en estos difíciles momentos.

Tras una pequeña ceremonia evangélica, los asistentes se dirigieron hasta la playa El Ensueño, donde se vivió uno de los momentos más emotivos de esta triste jornada.

Para despedirlo un familiar roció agua de mar sobre el féretro del menor que se encontraba a la orilla de la playa, ante la mirada triste de sus compañeritos de curso, quienes no paraban de llorar por la repentina e inexplicable partida de su amigo.

"Estamos muy agradecidos del cariño que la gente nos ha dado en estos momentos. Muchas personas llegaron a despedir a Javier. Incluso sus compañeros de colegio de Santiago también vinieron a verlo. Queremos dar las gracias al alcalde (Rodrigo García) quien siempre ha estado con nosotros en los momentos difíciles que nos ha tocado vivir en estos últimos años", contó Jéssica.

"Todo esto ha sido muy difícil para nosotros. Hace dos años un hermano murió en similares circunstancias. El año pasado, un tío también tomó la determinación de suicidarse y ahora mi sobrino de 12 años", relató muy triste.

Tras su despedida en la playa, los restos del menor fueron trasladados hasta el cementerio parroquial de Cartagena.

Motivos

Jéssica dijo que tras el deceso de Javier, miles de preguntas han invadido a esta familia cartagenina. Interrogantes que hasta ahora no tienen respuestas y que a raíz del dolor que están sintiendo, tampoco quieren seguir buscándolas.

"Nos han dicho muchas cosas. Incluso que hubo bullying, pero nosotros no sabemos nada de eso, entonces, sería bastante irresponsable acusar a alguien. Además es tanto el dolor que estamos sintiendo, que tampoco queremos hacer sufrir a otras personas acusándolas de algo que en realidad no sabemos", contó.

"También hemos pensado que puede ser algo genético, porque mi hermano y un tío hicieron lo mismo...pero al final, como ya lo he dicho tantas veces, nada de lo que hagamos nos traerá a mi sobrino de vuelta; por eso preferimos dejarlo descansar en paz y quedarnos con el recuerdo de lo lindo y pelusón que era", agregó.

donante

Era tanto el amor que los padres de Javier sentían por él, que apenas se decretó su deceso, ellos decidieron donar los órganos del menor.

"Sabían que, con este bonito gesto, su hijo estaría siempre presente en este mundo y además las personas que reciban sus órganos tendrán algo de mi sobrino en ellos".

"Con este gesto él seguirá presente en nosotros y además les dará una segunda oportunidad a estas personas que tanto quieren salir adelante", contó Jéssica. J